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El Parlamento Europeo aprueba que invertir en energía nuclear y el gas se considere «verde»

El Parlamento de Estrasburgo ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea para calificar de «sostenibles» a ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas para generar electricidad. Austria y Luxemburgo han confirmado que recurrirán ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Chimeneas de un reactor de la planta nuclear de Milanville, Normandía.
Chimeneas de un reactor de la planta nuclear de Milanville, Normandía. (Sameer Al-DOUMY | AFP)

El Parlamento Europeo ha aprobado este viernes que ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas para generar electricidad se consideren «verdes», como propone la Comisión Europea (CE).

Con 278 votos a favor, 238 en contra y 33 abstenciones, no ha prosperado la objeción a las futuras reglas de la llamada taxonomía, que pretende orientar las inversiones financieras en la Unión Europea hacia actividades económicas sostenibles.

El Ejecutivo comunitario presentó, el pasado febrero, su propuesta para una taxonomía sobre inversiones verdes en la UE que, finalmente, planteaba incluir en esta clasificación el gas y la nuclear, a pesar del rechazo que provocó su borrador inicial entre sus expertos asesores y en diferentes estados.

En ese momento, Bruselas asumió la «división» que suscitaba esta reforma ya que, como reconoció, ni el gas ni la nuclear son energías neutras a nivel climático ni tampoco renovables. Sin embargo, defendió su papel como actividades de transición para alcanzar una economía descarbonizada en 2050, algo que se refería en el segundo párrafo del texto.

A mediados del junio, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo rechazaron esta propuesta de taxonomía con 76 votos en contra, 62 votos a favor y 4 abstenciones.

Durante el debate del martes, la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, defendió la propuesta del Ejecutivo comunitario, argumentando que se trata de un «instrumento voluntario para orientar a los inversores para alcanzar los objetivos climáticos» pero que «no es política energética», algo que, recordó, depende de cada Estado miembro.

Al margen de este posicionamiento de la Eurocámara, el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros y es el otro colegislador en la UE, aún puede rechazar el enfoque del Ejecutivo comunitario si antes de la medianoche de 11 de julio se oponen el 72 % de los países (20 de 27) y estos representan al menos al 65 % de la población de la Unión Europea (unos 290 millones de personas).

Apoyo del PNV

La eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, ha anunciado este miércoles su apoyo a la decisión de Bruselas.

Según ha informado la información jeltzale, la decisión se adopta debido a «las circunstancias excepcionales que se han creado en el mercado de la energía tras la invasión de Ucrania que obligan a adaptar el plan previsto sin esa circunstancia para abordar la transición energética».

Ha aseverado que esta decisión «no solo no anula los objetivos del pacto verde y la ley europea del clima, sino que es la única manera realista de cumplirlos».

A su juicio, la transición energética «no puede hacerse ni contra las personas no contra la industria y que en las excepcionales circunstancias que vivimos, la propuesta de la Comisión Europea es el único modo de abordarla de modo pragmático y realista».

Rechazo de la Alianza Verde

El coordinador federal de Alianza Verde de Unidas Podemos, Juan López de Uralde,  por su parte, ha calificado de «desastroso» el resultado de la votación.

«Definitivamente ganan los lobbies de las grandes corporaciones energéticas, de la nuclear y el gas, y pierde la transición verde. Esta decisión perjudica a España, ya que detrae recursos de las renovables para dedicarlos a energías convencionales», ha criticado.

Para el diputado de Unidas Podemos, la Eurocámara tenía la oportunidad de enmendar el error garrafal de la Comisión Europea y, en cambio, la mayoría de los y las eurodiputadas han decidido ponerse de parte de parte de los lobbies. «Por mucho greenwashing que se haga, el gas y la nuclear no van a ser verdes por decreto», ha argumentado.

Ha reiterado su petición al Gobierno de Sánchez, para que el Estado español se sume a Austria y Luxemburgo, que habían adelantado que recurrirán la decisión ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).

Austria y Luxemburgo confirman que recurrirán ante el TJUE

Precisamente, el Gobierno austríaco ha confirmado que llevará ante el TJUE la clasificación como «energía verde» del gas y la nuclear aprobada por el Parlamento Europeo.

La ministra de Energía y Medio Ambiente, la ecologista Leonore Gewessler, ha asegurado que Viena lleva meses preparándose para esta situación y ha anunciado que presentará la demanda «en el plazo establecido».

«No es creíble, ni ambiciosa, ni basada en la ciencia, pone en peligro nuestro futuro y es más que irresponsable», ha comentado sobre el visto bueno de la Eurocámara a la propuesta de la Comisión.

La postura de la ministra ha sido respaldada por el conservador Partido Popular, el socio mayoritario en el Gobierno.

Gewessler ha asegurado que Luxemburgo también ha confirmado ya que participará en esa demanda ante el TJUE, y que en las próximas semanas y meses Austria se movilizará para ganar más aliados.

Greenpeace solicitará a Bruselas que revise la decisión

Greenpeace, por su parte, ha anunciado que presentará un recurso legal ante la votación de este miércoles ante «el fracaso» de los eurodiputados de bloquear el gas y la nuclear como energías ‘verdes’ en la transición de la UE.

La ONG presentará una solicitud formal para que se revise de manera interna la decisión en la Comisión Europea y avisa de que, en caso de no tener éxito su petición, presentará una demanda ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Responsable de campaña de finanzas sotenibles de Greenpeace de la UE, Ariadna Rodrigo, ha calificado de «política sucia» y de «resultado escandaloso» la decisión de etiquetar el gas y la nuclear como «verdes». A su juicio, esto supone «que siga fluyendo más dinero a la caja de la guerra de Putin» pero asegura que Greenpeace luchará contra esto en los tribunales.

«Los vergonzosos acuerdos de la Comisión Europea en nombre de las industrias de los combustibles fósiles y la energía nuclear no les ayudarán. Nos sentimos inspirados por los activistas del clima aquí en Estrasburgo esta semana y confiamos en que los tribunales echarán por tierra este lavado verde con motivaciones políticas, ya que infringe claramente la legislación de la UE», ha manifestado.