ELA, LAB y ESK han cifrado en un 95% el seguimiento en talleres de la huelga convocada para este miércoles en Mercedes Gasteiz en defensa del convenio, y han subrayado que la producción está parada.

Esta protesta no cuenta finalmente con el respaldo del resto de miembros del comité de empresa (CCOO, UGT, Ekintza y PIM), ya que decidieron aplazar la huelga de hoy tras los avances que constataron en la negociación, tras la nueva oferta presenta por la empresa y a la espera de la nueva reunión que se producirá este jueves con la dirección.

En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa (ELA), Igor Guevara, ha manifestado su satisfacción por el seguimiento de la huelga, que, según ha indicado, ha sido «como en días anteriores» y lo ha cifrado en un 95% en talleres.

Tras subrayar que nuevamente se ha parado la producción, ha indicado que se trata de la respuesta «una vez más» de la plantilla a los planteamientos de la dirección. A su juicio, la plantilla ha dejado claro que no quiere una sexta noche y que quiere subidas salariales ligadas al IPC, unos temas en lo que «no dan ni medio paso para satisfacer la reivindicación».

Guevara ha asegurado que la propuesta presentada por la dirección es «claramente insuficiente» porque «ha movido cuatro cosas y no lo importante».

Por su parte, Mikel Díaz de Alda (LAB) ha subrayado que «no ha entrado a trabajar casi nadie» en la planta, por lo que «todas las cadenas están paradas y no ha habido producción».

El representante de LAB ha subrayado la necesidad de que la dirección «empiece a negociar de verdad, y no tratando de imponer lo que quiere».

Díaz de Alda ha considerado que, vista la respuesta de la plantilla, «los demás sindicatos se tienen que dar cuenta de que la gente está parando con unas reivindicaciones que es necesario defender».

Urkullu, en Alemania

El paro de este miércoles coincide con la reunión en Stuttgart (Alemania) del lehendakari, Iñigo Urkullu, y el CEO de Mercedes-Benz Vans, Mathias Geisen, una cita en la que también participa el director de la planta de Gasteiz, Emilio Titos.

Con este encuentro el mandatario vasco trata de defender la «idoneidad» de la planta vasca para recibir una inversión de 1.200 millones de euros para modernizar las instalaciones y duplicar su capacidad de producción. La empresa condiciona esta inversión a la firma del convenio colectivo.