NAIZ

El FMI recomienda a Europa que abandone las políticas de subsidios a la energía

El Fondo Monetario Internacional que dirige Kristalina Georgieva ha propuesto este lunes abandonar las políticas destinadas a subsidiar el coste de la energía y centrarse tan solo en ayudar a los más pobres, que son los que más sufren las consecuencias del aumento de precios.

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en una intervención en París. (Ludovic MARIN / AFP)
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en una intervención en París. (Ludovic MARIN / AFP)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado este miércoles un informe en que recomienda a los países europeos abandonar las políticas destinadas a subsidiar el coste de la energía a nivel general y a centrarse, en cambio, en ayudar únicamente a los más pobres.

Según el ente financiero internacional, lo previsible es que el precio de la energía siga elevado en el futuro a medio plazo, ante lo que sugiere que Europa debe adaptarse a pagar un precio más alto por combustibles fósiles y abandonar medidas genéricas como subsidios, rebajas fiscales y controles de precio.

Este tipo de ajustes, dictados por distintos gobiernos europeos en los pasados meses, únicamente retrasan la necesidad de ajustarse al impacto de la subida de precios y reducen los incentivos de los hogares y empresas para conservar energía y mejorar la eficiencia.

Además, contribuyen a mantener la demanda global más elevada de lo que debería ser en condiciones normales de mercado.

«Los gobiernos no pueden prevenir la pérdida en ingresos nacionales reales a consecuencia de este impacto. Deberían permitir que la totalidad del aumento en el coste de los combustibles pase a los usuarios para animar a conservar energía y a abandonar los combustibles fósiles», indicó el FMI.

En cambio, el ente que dirige Kristalina Georgieva propone centrarse tan solo en ayudar a los más pobres, que son los que más sufren las consecuencias del aumento de precios de la energía.

En lo relativo a las ayudas a las empresas, el organismo financiero internacional sostiene que en general no es algo que esté justificado, y que solo debe hacerse si una subida temporal de los precios causaría que empresas viables fuesen a la bancarrota.

Así, podría hacerse por ejemplo en el escenario de un cierre total en Europa del gas natural proveniente de Rusia en que los países se viesen obligados a racionar su suministro a la industria.