
Pekín ha suspendido la cooperación con Washington en materias clave como la judicial, el cambio climático y la seguridad, entre otras, como represalia por la visita, el miércoles, de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán, un viaje que considera que socavó su soberanía e integridad territorial.
La escalada de la tensión chino-estadounidense se ha materializado en la ruptura de la colaboración en la repatriación de inmigrantes ilegales, en la asistencia judicial penal, en el control de drogas, en la lucha contra los delitos transnacionales y las conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático de los dos países.
Asimismo, la Cancillería china ha informado de la cancelación de las llamadas telefónicas entre los líderes de comandos militares y de las reuniones de trabajo entre las carteras de Defensa de ambas potencias y las del Mecanismo de Consulta de Seguridad Marítima Militar.
La semana pasada, cuando la visita de Pelosi era solo una posibilidad avanzada por medios estadounidenses, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, mantuvieron una llamada telefónica en la que Xi advirtió a Biden de que «no jugase con fuego» con respecto a Taiwán.
En la últimas 48 horas, China ha respondido al viaje de Pelosi con maniobras militares a gran escala, que incluyen fuego real y lanzamiento de misiles de largo alcance, en el estrecho de Taiwán, que han bloqueado por aire y mar a la isla, y con sanciones económicas contra algunos productos procedentes de la antigua Formosa.
Pelosi se justifica
Nancy Pelosi ha descartado hoy que su visita a Taiwán haya perjudicado a la isla y ha calificado a la disputa como «ridícula», asegurando que EEUU no pretende cambiar el status quo de la región.
Preguntada en una rueda de prensa sobre si consideraba que su visita a Taiwán no había sido beneficiosa para la isla, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha dicho que es una disputa «ridícula», alegando que el país asiático es uno de «los más libres del mundo».
«Hemos dicho desde el principio que nuestra representación aquí no se trata de cambiar el status quo aquí en Asia. Se trata nuevamente de la ley de relaciones con Taiwán y la política entre EEUU y China», ha expresado Pelosi durante su visita a Japón en el último día de su gira asiática, según un comunicado de su oficina.
Sanciones de Pekín
El Gobierno chino ha anunciado que impondrá sanciones a la veterana política estadounidense y a su «entorno próximo» por su visita a Taiwán.
Pelosi «se ha inmiscuido gravemente en los asuntos internos de China atentando contra su soberanía y su integridad territorial», ha indicado el Ministerio de Exteriores, sin precisar en qué consistirán las sanciones.
Es la primera vez que Pekín personaliza en Pelosi las represalias, cuando hasta ahora había responsabilizado al Gobierno estadounidense en su conjunto al permitir la visita a la isla de la tercera persona más poderosa en el escalafón político del país.
La Casa Blanca aseguró que no veía oportuna la visita, pero que no podía impedírsela a la speaker del Congreso y representante del legislativo en un país que hace gala de la división y el contrapeso de poderes.
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