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Madrid

La edad de jubilación sube a 64,8 años tras seis meses de la reforma de pensiones

La edad efectiva media de retiro de la vida laboral en el Estado español se situó en los 64,8 años en junio, tras seis meses en vigor de la reforma de pensiones, aumentando respecto a años anteriores pero aún por debajo de la edad legal de jubilación, que en 2022 se sitúa en los 66 años y 2 meses.

Un grupo de pensionistas dirigiéndose a una movilización en Iruñea.
Un grupo de pensionistas dirigiéndose a una movilización en Iruñea. (Iñigo URIZ | FOKU)

Uno de los objetivos de la reforma de las pensiones que entró en vigor el pasado 1 de enero en el Estado español es desanimar a solicitar la jubilación anticipada, es decir, prolongar la edad media de jubilación real, que en 2021 se situó en 64,7 años, después de que en 2020 llegase a 64,6.

Según los datos de la Seguridad Social, en el primer trimestre de este año no se observó ningún indicio de cambio de tendencia, mientras que en el segundo se ha elevado hasta los 64,8 años. Esta cifra queda todavía por debajo de la edad legal, que para este 2022 está fijada en los 66 años y 2 meses.

De enero a junio se jubilaron en el Estado 159.630 personas, de las que 116.011 (el 72,7%) lo hicieron con menos de 66 años, si bien esa cuantía incluye tanto a prejubiladas como a otras con más de 37 años y tres meses de cotización que podían dejar de trabajar a los 65 años con una pensión completa.

Dos años más para 2050

Desde que en 2013 entrara en vigor del incremento progresivo de la edad de jubilación –hasta que alcance los 67 años en 2027–, la edad media se mantuvo estable en torno a los 64,2 años hasta 2019, cuando se elevó a los 64,4 para pasar a los 64,57 en 2020 y a los 64,65 en 2021.

En los seis primeros meses de este año, habría tenido impacto ya la reforma de pensiones que impulsó el Gobierno de Pedro Sánchez. En declaraciones a la agencia Efe, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, indica que, aunque se trata de un periodo demasiado corto para tener una evaluación completa, la reforma es «una de las causas que han influido en esa dirección».

Otra es el paulatino incremento de la edad legal. Según los cálculos de la Seguridad Social, los cambios que introduce la reforma permitirán elevar en dos años la edad media efectiva de jubilación para 2050, hasta los 66,5 años, lo que todavía se situaría por debajo de la edad legal de retiro, que a partir de 2027 quedará establecida en 67 años.

El acceso cada mes

Los sindicatos, por su parte, lo ven claro y apuntan a las mejoras en cuanto a las penalizaciones por jubilación anticipada como el motivo principal del retraso medio en la edad de retiro, entre ellas, la posibilidad de acceder a la jubilación cada mes de los dos últimos años, en lugar de cada trimestre.

También el endurecimiento de las penalizaciones, pero solo para quienes se jubilen 24 o 23 meses antes de alcanzar la edad legal, así como para quienes lo hagan a falta de 1, 2 o 3 meses de cumplirla, mientras que las suaviza en el resto de supuestos intermedios.

Para el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, «la mensualización en el acceso a la jubilación es un factor fundamental», ya que hasta ahora aquellos que querían retirarse debían tomar la decisión cada trimestre, lo que hacía que terminaran anticipando su acceso.

«Si consiguiéramos que se incremente la edad media de jubilación hasta en 12 meses, el impacto en las cuentas de la Seguridad Social sería de 12.000 millones, un punto del PIB», ha señalado la secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, Cristina Estévez.

Preferencia por el cheque en las demoradas

Con ese objetivo de acercar la edad real a la legal, la ley también incluye mayores incentivos para la jubilación demorada, con exenciones en las cotizaciones sociales por contingencias comunes, salvo por incapacidad temporal, desde que la trabajadora o trabajador cumpla la edad ordinaria de retiro.

Y fija incentivos para el trabajador por su prolongación, con una subida del 4% por cada año de retraso, un cheque de hasta 12.000 euros o una mezcla de ambos, si bien esta última opción aún ha de ser desarrollada previo acuerdo con los agentes sociales.

Para el ministro, a falta de datos detallados, en este primer semestre del año sí que se ha detectado que «el patrón dominante» está siendo «el pago en una sola vez», es decir, mediante «cheques» como opción prioritaria a los incrementos adicionales de la pensión.

Aunque es «más interesante» el incremento de la pensión nómina a nómina, tal y como indican Bravo y Estévez, ya que a lo largo de la vida del pensionista puede superar en un 50% lo percibido si se escoge la opción del cheque, lo cierto es que muchos optan por la segunda opción.

«Prefieren pájaro en mano, aunque sea menor la cantidad», comenta Estevez, una opción que solo beneficia si la esperanza de vida es corta, puntualiza Bravo.