El «amplio respaldo» a la huelga ha obligado a cerrar este jueves varias piscinas en Nafarroa, según han señalado los sindicatos convocantes.

Las plantillas de las piscinas ha realizado este jueves 11 de agosto una jornada de huelga a la que estaban convocadas las instalaciones deportivas de Nafarroa.

El personal denuncia el bloqueo en la negociación del convenio sectorial de Gestión Deportiva, cuya vigencia finalizó el 31 de diciembre de 2020, y reivindican que se reinicie su negociación.

El respaldo a la huelga ha sido «muy amplio», lo que ha obligado a cerrar durante la mañana las piscinas de Artika, Sarriguren, Zizur Nagusia, Ezkirotz, Gelbenzu, Sanduzelai, Cubo, Astrain, Azkoien, San Adrián, Caparroso, Lekunberri, Orkoien, Burlata y Salinas.

«De este convenio dependen más de 2.000 personas, mayoritariamente mujeres y jóvenes con salarios y condiciones precarias. La última propuesta de la patronal Agedena, que ofrece subidas del 3 % para 2022 y 2023, es insuficiente. Además, la parte empresarial no está contestando al resto de reivindicaciones», señalan los sindicatos en una nota.

Los trabajadores y trabajadoras han llevado a cabo concentraciones informativas en las puertas de las instalaciones deportivas durante todo el día, y convocan este jueves a las 19.00 horas una concentración unitaria en la plaza del Ayuntamiento de Iruñea.

Añaden que «los salarios del sector no son altos como para renunciar al IPC, al contrario, y por todo ello, se ha decidido convocar una huelga y concentraciones en las Instalaciones Deportivas de todo Navarra para el 11 de agosto valorando también la posibilidad de convocar otras el último fin de semana de este mismo mes, porque hasta ahora ha sido imposible llegar a cualquier tipo de acuerdo con la patronal».

Consideran que es «una exigencia justa y razonable y por ello se ha tomado esta decisión de cerrar las piscinas y salir a la calle. Movilización y conflictividad social que seguirá aumentando con más movilizaciones y más huelgas a principios de curso si no hay un acuerdo donde los y las trabajadoras no sean las mayores perjudicadas».

Finalizan indicando que «esta situación debe resolverse cuanto antes, y socialmente debe entenderse este planteamiento: El personal trabaja todos los días por un salario, que tiene que dar para poder vivir dignamente».