Ramón Sola

El coso de Illunbe cierra edición con floja entrada, problemas técnicos y denuncia

La miniferia taurina de Aste Nagusia de Donostia (apenas tres corridas este año) se ha cerrado con otro pinchazo: lejos del lleno, salvo el último día, con problemas graves en la arena y una denuncia animalista en vídeo. Eneko Goia vincula su viabilidad con la asistencia de público.

Aspecto de las gradas de Illunbe en la corrida del domingo.
Aspecto de las gradas de Illunbe en la corrida del domingo. (NAIZ)

El intento sostenido desde 1998 por implantar la tauromaquia en Donostia se queda cada vez más lejos de su objetivo. Tras el gobierno de EH Bildu que frenó esta práctica, las corridas volvieron de capa caída en 2016 (con Juan Carlos de Borbón como padrino de ceremonia). Ahora, tras otro parón motivado esta vez por la pandemia, la feria ha vuelto también con bajón: ninguna de las solo tres corridas programadas ha llenado el coso de Illunbe, a lo que se han sumado un par de problemas técnicos y la creciente oposición animalista.

Pese a la promoción realizada por la familia Chopera, que incluía entradas a cinco euros para jóvenes, solo este lunes, en la última corrida, la plaza ha registrado una entrada importante, llenando casi tres cuartos de los tendidos. En las dos primeras se quedó por debajo de la mitad. En total, unos 15.000 espectadores sumados, que dejan en evidencia la falsedad de los 11 millones de euros de repercusión económica anual que proclamaron los taurófilos cuando EH Bildu tomó medidas para cancelar las corridas. Sacando la calculadora, para que eso fuera cierto cada asistente en esta edición habría tenido que gastar 733 euros.

El suelo y el techo

El deterioro de la instalación para esta práctica se ha convertido en otro problema para los taurófilos. Illunbe se diseñó como coso taurino, pero la realidad es que se usa durante todo el año como pista de baloncesto especialmente, además de para conciertos y otras actividades de modo puntual.

El arenal depositado unos días antes no se asienta como es debido, lo que ha provocado que las tres corridas hayan sido interrumpidas numerosas veces entre toro y toro para intentar corregir la situación. No es una cuestión de estética, sino obviamente sobre todo de seguridad.

El techo también presenta problemas. Cuando se construyó la plaza se presentó como gran innovación la posibilidad de retirar la cubierta para adaptarse así a las distintas condiciones climatológicas (lluvia o sol). Sin embargo, en vísperas de esta edición se ha sabido que una avería técnica impide hacerlo.

Oposición creciente

A todo ello se le suma la creciente concienciación social por los derechos de los animales. Una movilización recorrió el sábado el centro de Donostia y la protesta ha subido a Illunbe tanto el domingo como el lunes. El impulso juvenil a esta dinámica es muy patente.

Además, Gipuzkoako Plataforma Antitaurinoa, en colaboración con Linas Korta, ha documentado en vídeo lo sucedido en la segunda de las corridas de esta edición: «Imágenes sangrientas que no incluyen en su publicidad –denuncia–. En su lugar ponen una tabla de surf como en el cartel de este año, en un intento inútil de proyectar una imagen más actual y amable».



«Lo hacen en balde, porque ese es el gran problema de la ‘fiesta’, que es un espectáculo tan cruel y sanguinario, tan ‘de otro tiempo’, que no hay manera de ‘reciclarlo’ según parámetros de nuestros días. De hecho, habría caído ya por su propio peso si no contase con el apoyo directo o indirecto de las instituciones, como es el caso del Ayuntamiento de Donostia, aunque parece que este también ha empezado a ponerse un poquito de perfil, al menos de cara a la opinión pública. Esto está que se cae y hay que empujar para que lo haga cuanto antes», apunta en un comunicado.

El vídeo había sido retirado ayer por Youtube aludiendo a sus «políticas sobre contenido violento o explícito».

Goia: «La viabilidad depende del público»

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, por su parte, ha señalado que la continuidad de las corridas de toros dependerá de la asistencia de pública y de su viabilidad económica, tras subratar que se trata de «una actividad legal».

En una entrevista en Onda Vasca, Goia ha subrayado que las corridas de toros en Donostia son una iniciativa privada y que el Ayuntamiento no participa ni en su organización ni en su financiación. «Quien quiera hacerlo, pueden, porque a día de hoy es una actividad legal».