Xole Aramendi
Erredaktorea, kulturan espezializatua
Elkarrizketa
Lander Otaola
Autor y actor de ‘Yo soy Pichichi’

«Pichichi tuvo una vida impresionante y había que contarla»

Lander Otaola se vuelve a meter en la piel de Rafael Moreno Aranzadi ‘Pichichi’ en el montaje que del 21 al 28 de agosto recalará en la Sala BBK. Invita al público a disfrutar de una obra que lleva al escenario sus andanzas, tan intensas como la época en la que vivió.

Imagen del cabaret ‘Yo soy Pichichi’.
Imagen del cabaret ‘Yo soy Pichichi’. (NAIZ)

Puede que el nombre de Rafael Moreno Aranzadi (1892-1922) no diga mucho a algunos de los lectores pero si les decimos que fue conocido como Pichichi en el mundo del fútbol la cosa cambia bastante. No obstante, al margen de saber de su capacidad goleadora –la actual Liga concede desde hace años un trofeo con su nombre–, tampoco se conocen detalles de su biografía cuando se cumplen cien años de su fallecimiento.

‘Yo soy Pichichi’ lleva a escena la vida y andanzas del gran futbolista bilbaino. Es un proyecto de Lander Otaola, quien quiere contagiar al público la fascinación que siente por su figura.  

«Fue el primer futbolista profesional en la historia del fútbol español; el primero enmarcar un gol en San Mamés, además de medallista olimpico. Tuvo una vida impresionante y había que contarla. Me sorprende que nadie lo haya hecho hasta ahora», dice.

La primera aproximación que Otaola realizó hacia la figura del fútbol fue a raíz de encarnar a un Pichichi zombie en un cortometraje dirigido por Pedro Olea. «Quise investigar», recuerda.

La vida de Pichichi fue tan intensa como breve. «Vivió muy rápido. Se retiró muy pronto del fútbol, con 26 años, y se metió a árbitro. Y lo hizo porque le pitaban en San Mamés. Era muy trasnochador, le gustaba mucho la fiesta. Incluso arbitró al Athletic en San Mamés, algo impensable ahora.  Murió con 29 años debido a una intoxicación por ostras –es la versión oficial, hay otras leyendas que dicen que lo mataron, que murió por una enfermedad venérea...–», señala. 

Remarca que «fue una estrella mediática impresionante de principios del siglo XX». «Sería el equivalente a Messi o Ronaldo pero nació y murió en el casco viejo bilbaino, nunca se quiso ir del Athletic». agrega. El eje central son las vivencias reales de Pichichi, acompañados de canciones populares de la época, unos años en los que proliferaban locales dedicados al cabaret. A través de la obra nos sumegimos directamente en el ambiente que se respiraba en el Salón Vizcaya –situado en la calle San Francisco– al que acudía siempre Pichichi.

Sobre la escena destaca también la presencia de otros personajes de la época como Teresita Zazá. «Era una cupletista extremeña que trabajó en el Salón, fue la que hizo famoso el ‘alirón alirón, el Athetic es campeón’», recuerda.

Financiación

Al actor le costó cinco años que su proyecto viese la luz. No fue fácil encontrar financiación y terminó asumiendo su producción. Y junto a él, el resto del equipo. «Al inicio fue una coproducción con Pabellón 6 pero tras finalizar aquella fase, ahora somos los integrantes del equipo quienes hemos puesto el dinero para la escenografía, el vestuario... sacar un proyecto así adelante es un esfuerzo titánico, la verdad. Somos guionistas, productores, directores... todo, porque lo hemos hecho sin ninguna subvención pública. No nos dieron ninguna de las que solicitamos», cuenta.

Eso añade una preocupación añadida. Junto a las ganas de subirse a escena, Otaola no esconde sus nervios. «Vamos a taquilla, eso implica que si la gente no responde no cobras», aclara. Se muestra feliz del equipo que han formado. «No podría tener uno mejor. Aparte de grandes actores son mis amigos y trabajar entre amigos es un placer».

Una vez estrenado, el montaje se vio refrendado por el calor del público, por lo que se muestra más que satisfecho. «Hay quien lo ha visto 2 y 3 veces, se ha creado un fenómeno en Bilbao. Te vas a casa valorando más la vida, la gente se va feliz tras ver la obra y para eso está la cultura, para que la gente esté feliz y no se sienta tan sola», afirma.

No tienen intención de salir fuera. «Solo queremos hacerlo aqui, siempre decimos que estamos de gira internacional por Bilbo», bromea.

No tiene dudas, atrae igualmente a quienes viven lejos de los campos de fútbol. «Es igual que no te guste el fútbol. Cuando se trata de una historia universal, no importa el contexto», dice.

En el espectáculo tienen un protagonismo especial tanto la época histórica como la ciudad. «Fueron tiempos muy convulsos politicamente en Bilbao, por eso aparecen lospersonajes de Miguel de Unamuno –Pichichi era su sobrino nieto– y Telesforo Aranzadi, que muestran esas dos Euskadis, la socialista o españolista y la nacionalista. Al fin y al cabo es historia de Euskal Herria».

Se estrenó en Pabellón 6 en 2018 y se llevó a escena también al año siguiente con  gran éxito. «Llenamos todas las funciones. Teníamos claro que mientras hubiese pandemia y no se celebrara Aste Nagusia no tenía sentido volver con la obra, porque es muy festiva».

Dirigida por Patxo Telleria, cuenta con la escenografía de Jose Ibarrola y un elenco compuesto por caras conocidas. Lander Otaola, Ylenia Baglietto  –se ha encargado también de la coreografía–, Itxaso Quintana, Felipe Loza, Iñaki Urrutia, acompañados al piano por Naiel Ibarrola y a la batería por Jon Fresko (Ken Zazpi).

Aitor Borobia es el ayundante de dirección del montaje, que cuenta con el vestuario de Idoia Merodio. El diseño de iluminación es de Edu Berja.