La comunidad latina de Hollywood está que trina al saberse que el actor que va a encarnar a Fidel Castro en la película ‘Alina of Cuba’ no va a ser cubano, ni tampoco de otra procedencia de Centroamérica o América del Sur. John Leguizamo es el más activo en las protestas, en la medida en que entiende que supone otra muestra de la discriminación que sufre su cultura, ya que a pesar de constituir el 18% de la población de los EEUU, solamente se hacen con el 5% de los papeles en la industria angelina, por lo que se sienten, y con toda la razón del mundo, una minoría minorizada. No tiene nada personalmente en contra del elegido James Franco, pero no deja de ser un anglo, eso sí, con la bendición de la anticastrista Alina Fernández Revuelta, que a sus 66 años sigue liderando la disidencia cubana de Miami en su sempiterno y sobrexplotado rol de hija díscola.

Merece la pena recordar que Alina ya salió interpretándose a sí misma en la película ‘I Love Miami’ (2006), donde quien encarnaba al Comandante era Juan Luis Galiardo. En defensa de James Franco alegan un supuesto parecido físico (?) o su remoto orígen portugués, en relación con que Castro procedía de la vecina Galiza. En contra pesa mucho el hecho de que el actor estadounidense estaba apartado de los rodajes, al haber una denuncia por abusos que interpusieron alumnas suyas de la Escuela de Arte Dramático que dirige con su nombre.