
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato que lidera todas las encuestas de intención de voto para las próximas elecciones de Brasil, ha afirmado este lunes que el pueblo latinoamericano «no quiere más fascistas».
Lula, que el 2 de octubre se enfrentará en las urnas al presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha, consideró que el hartazgo hacia los líderes autoritarios se demuestra por las recientes victorias de los candidatos de izquierda en varios países de la región.
«Suramérica vive un momento muy especial, con la victoria en Chile, la victoria en Argentina, la retomada en Bolivia, la reciente victoria en Colombia, la victoria en Perú. Es una demostración de que el pueblo latinoamericano no quiere más fascistas dirigiendo nuestro continente, el pueblo quiere democracia», ha apuntado.
El exmandatario, que ha comparecido ante medio centenar de medios extranjeros en una rueda de prensa de hora y media, ha recalcado que, también en su país, «el pueblo está cansado del autoritarismo» y de un líder como Bolsonaro, que, según sus palabras, «desafía» todas las instituciones del Estado y «trata todo como si fuera una broma».
Una situación «anómala»
En relación a la cita con las urnas de octubre, Lula ha subrayado que Brasil vive «una situación anómala» por los ataques a la democracia que parten de los bolsonaristas, y ha asegurado que «lo importante» es conseguir hacer unas «elecciones civilizadas» y que «la polarización no sirva para el odio».
Un odio que se ha llegado a plasmar en la muerte de un correligionario de Lula, que murió tiroteado por un bolsonarista durante una fiesta de cumpleaños celebrada el pasado julio en Foz de Iguazú.
Sobre su propia seguridad, Lula ha aseverado que no está preocupado, a pesar de que ha aparecido en varios actos públicos vestido con chaleco antibalas.
«No tengo tiempo para pensar en eso. Estoy obcecado en ganar estas elecciones para arreglar este país. No estoy preocupado, pero tomo los cuidados necesarios. No tengo ese pavor que algunos piensan que tengo», ha afirmado.
La integración latinoamericana
Lula, uno de los impulsores de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ha prometido que, si gana las elecciones, trabajará «con mucho ahínco» para fortalecer las relaciones de la región, más allá de lo económico.
Ha considerado que es necesario fomentar la integración cultural y política de los países de la región, «para ser más fuertes para negociar con otros bloques».
En este punto, se ha referido al acuerdo Mercosur-Unión Europea, firmado en 2019, pero que ha considerado que «no es válido» y debe ser renegociado, principalmente para proteger a la industria de Brasil y de sus socios suramericanos.
En el plano internacional, Lula ha advertido de que Bolsonaro ha convertido a Brasil en un «paria» y ha avanzado que trabajará para que su país vuelva a ser tratado con respeto y vuelva a ser «protagonista» en unas eventuales discusiones sobre una «nueva gobernanza mundial».
Recuperación de la economía
Entre sus prioridades, Lula ha situado la lucha contra el hambre, que afecta a 33 millones de brasileños, y ha manifestado que trabajará para atraer inversiones extranjeras. Asimismo, apostará por hacer una gran inversión en obras públicas, para crear empleos, fomentar la inclusión social y ampliar el mercado consumidor.
El exgobernante ha comparado la situación económica actual con la que se encontró en su primer gestión, en 2003, y ha señalado que al igual que entonces, hay altas tasas de inflación, de intereses y de desempleo.
La diferencia, ha indicado, es que el país «está más desindustrializado y hay menos oferta de empleo que en 2003».
Lula ha remarcado que para generar empleos, es necesario que el Gobierno tenga «credibilidad y estabilidad» y que fomente la «previsibilidad» en la economía.

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