Sergio Iglesias
Elkarrizketa
Santiago Delgado y Ricky Ibañez
Cantante y batería de Runaway Lovers

«Lo que escuchas en el disco es lo que vas a ver en directo»

Runaway Lovers regresan con un disco titulado ‘Bilbao’, grabado en dos fases y dos estudios diferentes, y en el que se muestran como una banda más compacta, tocando todos los palos del rock and roll clásico. 

La banda al completo.
La banda al completo. (Gorka MIRANTES)

Cuéntenos para empezar, cómo se gestó este disco, porque creo que el proceso de creación fue un poco especial ¿no?

Santi Delgado: Así es. La primera cara la grabamos en el local de Hendrik Röver en su estudio de Muriedas (Cantabria); la idea era grabar también la segunda cara allí, pero llegó la pandemia y no se pudo hacer, hasta que en 2021 ya decidimos terminar de grabar el disco en nuestro local de ensayo y llevarle las canciones a Miguel Ruiz.

¿Cómo han conseguido que, al menos para los que no somos músicos, no se note que está grabado en dos sitios diferentes?

S.D.: En la segunda parte se mantiene a la perfección la esencia de lo que es la banda, aunque pienso que tampoco hay muchos grupos que hagan ese rock and roll vocal que nosotros hacemos. El sonido está muy bien conseguido por parte de Miguel y Hendrik, son dos personas muy sabias que saben lo hacen, era como tirarse a una piscina estando seguro de que va a haber agua.  

Ricky Ibañez: Yo creo que sería justo destacar, sobre todo, el trabajo de Miguel, porque no te puedes imaginar cómo le mandamos las canciones que habíamos grabado en el local. Si ahora me preguntas con qué cara me quedo, la verdad es que no sabría qué decirte porque, para estar grabado en dos sitios diferentes, el disco tiene muchísimo empaque y ha quedado muy bien.

¿Cuáles creen que es la mayor diferencia entre este ‘Bilbao’ y sus trabajos anteriores?
S.D: Cuando grabamos la primera cara con Hendrik, grabamos todo tocando todos juntos y ahí se nota que somos más ‘banda’, porque llevamos los temas muy preparados y sonamos muy compactos. Además, en este disco, Carlos Beltrán ha tocado como guitarra solista todos los temas menos uno, y eso ha subido el nivel del sonido. También es importante destacar que este es el primer disco en el que no hay ni una sola canción con cajón, sino que todas las ha tocado Ricky en la batería.

R.I.: Sí, yo ya grabé el anterior ‘50 Runaway fans no pueden estar equivocados’ y creo que fue cuando se produjo el cambio total de la banda, ya que cambiamos el cajón por la batería y electrificamos el sonido. Así que, este trabajo pienso que, de alguna manera, es la consagración de ese sonido que queríamos conseguir y cómo encajamos todos en ello.

S. D.: Ya llevamos seis años con esta formación y, de hecho, cuando entró Ricky ya cambiamos el nombre y pasamos de ser Santiago Delgado y Los Runaway Lovers a Runaway Lovers, para dejar claro que era otro concepto. Es como una nueva etapa, y por eso yo considero nuestro anterior disco como un  primer trabajo de un nuevo proyecto. Ahora estamos muy rodados y eso se nota… ya entendemos a Ricky y no lo cambiamos por nada (risas).  

R.I.: A mí no me echan de aquí ni con agua hirviendo (risas).

¿Por qué eligieron para el disco el título de ‘Bilbao’?

S. D.: La verdad es que barajamos otros títulos pero al final, pensamos que éste definía muy bien lo que es el disco. En las canciones hay muchas cosas reales y que la gente de aquí puede distinguir perfectamente: ahí tenemos a ‘Chulina’ que es una tatuadora conocida en Bilbao, “Icono sexual”, que es una historia sobre un personaje real, o ‘Me enamoré’ sobre un enamoramiento en  Galerías Urquijo… todo está relacionado con esta ciudad; también hay canciones que no tienen nada que ver con Bilbao, pero son cosas que hemos vivido aquí, y por eso pensamos que el título le iba al pelo.

Por destacar un tema del disco, yo tal vez resaltaría como rareza ‘Link Wray Lerele’, ¿podrían contarme cómo se gestó esta locura?  

S.D.: Esto es un instrumental dedicado a Bambino y a Peret; yo quería hacer alguna versión de estos músicos, pero es muy difícil llevar su música al rock and roll, así que, de no saber cómo hacerlo, salió esto, yo se lo planteé a Ricky, que la montó en un momento y lo grabamos en 20 minutos. La verdad es que quedó muy chula.

R.I.: Y la guitarra de Carlos… la madre que me parió, ¡qué guitarrón mete! Estas cosas así un poco improvisadas están guay y estaría muy bien poder hacerlo más veces.  
En el disco tocan, prácticamente, todos los palos del rock and roll clásico. ¿Se buscaba intencionadamente esa variedad?

S.D.: No, es algo que va surgiendo dependiendo de las canciones que componga y de las que entren al final. Las canciones salen como salen, están ahí, las atrapas y no hay un concepto de disco de tal o cual estilo.

¿Y en esta nueva etapa como banda, se imponen un nivel mayor de autoexigencia a la hora de hacer las canciones?

S.D.: Nosotros siempre hemos dado lo máximo como banda, ya que en casi todos los discos podemos recordar un tema que costaba más, pero la acabábamos sacando. Sí que es cierto que los Runaway Lovers me echan atrás muchas canciones, pero eso está bien, porque tampoco vamos a sacar tantos discos, y es importante que las canciones tengan un nivel y que, en este caso, Igor y Juanjo, me pongan en mi sitio y me digan cuáles llegan a ese nivel, porque a mí, cuando las hago, todas me parecen cojonudas (risas).

¿Y cómo han recibido sus fans (que, por cierto, al contrario del título de su anterior disco, son muchos más de 50) estas nuevas canciones?

S:D.: Nosotros tenemos muy claro que lo que escuchas en el disco ahora es lo que vas a ver en directo; hay gente que nos dice que prefiere lo de antes y nunca sabes cómo acertar, pero lo más normal es que nos digan que les gusta más lo de ahora, en eléctrico. Y, en ese sentido, parece que las nuevas canciones están funcionando muy bien, que el disco gusta y que, además, las anteriores están cogiendo más fuerza en directo con este formato y esta banda.

De nuevo, repiten con Family Spree Records en la edición. ¿Qué aporta el sello del bilbaíno Tony DevilDog para que estéis tan satisfechos trabajando con ellos?

S.D.: Pues es curioso, a Tony le conocimos porque era fan nuestro, incluso antes de montar la discográfica, y en pocos años se ha convertido en uno de los sellos de referencia. Y lo de family no puede ser más correcto porque, ciertamente, todas las bandas del sello somos como una familia.

R. I.: Es admirable lo que ha hecho en tan poco tiempo y que haya gente que haga estas cosas… ‘¿Quién salvará el rock and roll?’, se preguntaban los Dictators… pues esta gente lo hará: Family, Folc records… todas estas personas que, sacando muy pocos beneficios, pero con una ilusión de la hostia están ahí, al pie del cañón.

Esta pregunta va para Ricky: ¿cómo consigue compaginar el trabajo estando en tantas bandas diferentes (La Secta, Runaway Lovers, Bonzos...) y dar siempre el máximo en todas ellas?

R.I.: El truco fue conseguir meter todas mis bandas en el mismo local. Lo bueno es que, como nos conocemos todos, hay mucho respeto entre los grupos y hay un día asignado de ensayo para cada uno, que se puede cambiar en función de las necesidades. El rollo es que hubo una época que estuve en muchos grupos y no estaba centrado, así que ahora es como si tuviera una deuda y, si no voy a poder estar a 100% con una banda, no me comprometo. También es verdad que tengo la suerte de estar en bandas muy importantes y que todas tienen su época buena al año sacando discos o dando muchos conciertos.