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Bolsonaro hace un acto electoral del bicentenario de la independencia de Brasil

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha caracterizado los actos del bicentenario de la independencia de Brasil como un acto electoral y demostración de fuerza con la que intentar remontar en las encuestas en la recta final de la campaña.

La marcha ultraderechista junto a la playa de Copacabana provocó problemas de logística a la ciudad de Río de Janeiro.
La marcha ultraderechista junto a la playa de Copacabana provocó problemas de logística a la ciudad de Río de Janeiro. (Carl DE SOUZA | AFP)

Un desfile militar en Brasilia ha inaugurado este miércoles las celebraciones del bicentenario de la independencia de Brasil, cuyo jefe de Estado, Jair Bolsonaro, ha aprovechado para hacer una demostración de fuerza a menos de un mes de las elecciones presidenciales, en las que los sondeos auguran su derrrota.

La oposición ha evitado la celebración y ha acusado a Bolsonaro de querer usurpar la fiesta nacional del 7 de septiembre con fines electorales en un momento en el que todas las encuestas  dan mucha ventaja al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la primera vuelta electoral del 2 de octubre.

El presidente de extrema derecha ha congregado grandes multitudes en Brasilia y Río de Janeiro, donde ha encabezado sendos actos, al tiempo que otras mareas de gente vestida con los colores verde y amarillo de la bandera nacional se volcaban en Sao Paulo y otras ciudades.

En Brasilia ha recorrido la Explanada de los Ministerios a bordo del descapotable Rolls Royce, acompañado de su esposa Michelle y varios niños, antes de asistir a un desfile aéreo y luego al desfile militar en el que se han incluido varios tractores bolsonaristas.

En los dos discursos que ha pronunciado se ha concentrado en críticas a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT), así como en ensalzar» los valores» conservadores.

Críticas de la oposición

La forma en que Bolsonaro ha mezclado la fiesta con su campaña electoral ha generado una ola de críticas en la oposición, que en su gran mayoría ha evitado disputar la presencia en la calle al bolsonarismo para evitar posibles altercados.

Lula ha lamentado que no haya sido «un día de amor y unión por Brasil», sino marcado por el «discurso de odio» Sin embargo, ha manifestado su esperanza en que el país «reconquistará su bandera, su soberanía y la democracia»

El candidato laborista Ciro Gomes, tercero en los sondeos con un 9%, se ha expresado en los similares términos: «Merecíamos conmemorar los 200 años de Independencia viviendo días bien mejores».

El año pasado, la fiesta nacional estuvo marcada por consignas con tintes golpistas en las manifestaciones pro-Bolsonaro. El jefe de Estado atacó a las instituciones y juró que «solo Dios» podría sacarlo del poder.

Pero este año, aunque algunos de sus partidarios exhibían carteles pidiendo una intervención militar y la clausura del Parlamento y la Corte Suprema, ha evitado los mensajes golpisas, insistiendo en que Brasil tiene hoy «un presidente que cree en Dios, respeta a los militares, defiende a la familia, es contra el aborto y le debe lealtad su pueblo».

Ausencias

A pesar de las multitudes, en Brasilia ha habido ausencias de peso político, que han mostrado así su rechazo al radicalismo de los bolsonaristas. No han asistido a los actos del Bicentenario los presidentes de la Cámara de Diputados, Arhur Lira; del Senado, Rodrigo Pacheco, y de la Corte Suprema, Luiz Fux.

Por el contrario, el mandatario ha estado acompañado durante toda la jornada por Luciano Hang, un empresario investigado por el Supremo por supuesta financiación de actos antidemocráticos y promocionar movimientos golpistas.
 
En Río, tradicionalmente, el desfile militar se lleva a cabo a unos quince kilómetros de distancia, en la gran Avenida Presidente Vargas, en el centro de la ciudad, pero Bolsonado nsistió en que este año, los soldados marcharan al lugar donde suelen tener lugar las manifestaciones bolsonaristas, lo que ha obligado a evitar el uso de blindados en el desfile aunque sí han participado buques de guerra en el mar y aviones militares en el cielo, así como demostraciones de paracaidistas.

La ultraderecha ha llevado a cabo una intensa campaña en las redes sociales para reunir a la mayor cantidad de manifestantes posible y los youtubers bolsonaristas han lanzado llamados a donaciones en línea.

Uno de los hijos del jefe de Estado, el diputado Eduardo Bolsonaro, ha invitado a los brasileños que «compraron un arma legalmente» a actuar como voluntarios en la campaña de su padre.
 
Según la última encuesta del instituto Datafolha, a Lula se le atribuye el 45% de las intenciones de voto, frente al 32% de Bolsonaro, aunque la brecha se ha reducido en las últimas semanas.