Maddi Txintxurreta
Aktualitateko erredaktorea / redactora de actualidad

Madres adolescentes regalan su intimidad en ‘La Maternal’ de Pilar Palomero

‘La Maternal’ de Pilar Palomero, presentada este martes en sección oficial, cuenta la historia de Carla, una adolescente embarazada que tendrá que aprender a ser madre antes de tiempo.

Parte del equipo de ‘La Maternal’, con Carla Quilez (de negro) y Pilar Palomero (de blanco) en el centro.
Parte del equipo de ‘La Maternal’, con Carla Quilez (de negro) y Pilar Palomero (de blanco) en el centro. (Maialen ANDRES | FOKU)

‘La Maternal’ es una película real, cruda y clara. Catorce años tiene su protagonista, Clara –que es también real y cruda y rebelde– y vive con su madre soltera a las afueras de un pueblo de Monegros en una casa pegada a la autopista. Con Efraín, su mejor amigo, lo comparte todo. Aunque no le dirá que se ha quedado embarazada de él. Ni que ha ingresado en un centro para madres menores de edad en Barcelona, ni que ha cambiado el sonido de fondo de la autopista por los lloros estridentes de su bebé, Efraín.

La directora aragonesa Pilar Palomero se decidió a hacer esta película cuando visitó uno de los centros para madres adolescentes en Barcelona y escuchó las historias de las mujeres. Conoció a Sheila Baños, Jamila Bengharda, Ángela Cervantes, Claudia Dalmau, Claudia Medina y Estel Collado. Todas ellas madres adolescentes y todas ellas actrices de la película ‘La Maternal’ que Garrido ha presentado este martes en Zinemaldia para competir por la Concha de Oro.

Carla Quilez, la actriz que encarna a la protagonista, rodó con trece años y sin experiencia previa en el cine. Fue seleccionada a través de un proceso de casting junto con la joven Claudia Arnau y la actriz Ángela Cervantes –que hace de Penélope, la madre de Carla–.

La protagonista, Carla, jugaba a ser mayor antes de enterarse a través de su asistenta social que estaba embarazada, y con su mejor amigo bebía alcohol, veía pornografía, pasó de hacer gamberradas a delinquir. Ya en el centro maternal, cuando hacerse mayor deja de ser un juego, se romperá con los llantos de su bebé, se desvivirá por él y querrá jugar de nuevo a ser una adolescente, a bailar: un móvil, unos auriculares y un espejismo de libertad. Mientras tanto, su madre, que rezuma dolor, errará aunque la comprende como nadie.

De sufrir a soñar

Las actrices que han vivido una pronta maternidad regalan su intimidad a las cámaras constantemente. «En una escena se generó algo en el set, una sensación de equipo. Ese fue uno de los días más bonitos de mi vida. Ellas contaron sus experiencias y estaba todo el equipo emocionado. Ha habido muchos momentos de sentir la lágrima cayendo, aunque también nos hemos reído muchísimo», ha relatado la directora.

En una rueda de prensa emotiva en la que casi todo el equipo de ‘La Maternal’ ha roto a llorar, las actrices han comentado lo que les ha aportado participar en esta película. «‘La Maternal’ me trajo recuerdos, yo he vivido esa experiencia. Cuando estuve en el centro sentí que el mundo se me caía, no me sentía bien. Pero después vienen las cosas buenas, porque de esa experiencia conocí a Pilar e hicimos esta película», ha celebrado Claudia Medina. Es una sensación que comparten las actrices. «Gracias a esa mala etapa estoy viviendo un sueño», ha señalado Bengharda.

Para ellas, actuar en este largometraje también ha tenido un componente terapéutico, porque «es muy duro», han dicho, sentirse juzgadas por ser madres adolescentes. «Me acuerdo que una persona mayor me dijo que había tenido a mi hija por recibir ayudas. Somos muy juzgadas, por gente joven o mayor, que juzgan a una persona sin saber lo que lleva detrás», ha contado Sheila Baños, aunque ha reconocido que después de rodar ‘La Maternal’ pudo «superar muchas cosas».

Así, el segundo largometraje de Pilar Palomero, después del exitoso ‘Las niñas’ (2021), muestra una realidad a través de los sentimientos, de preguntas, de la ficción y de la verdad, sin música y sin adornos, sin épica: una realidad cruda y clara que conciencia y que también puede ser reída y bailada.