El Gobierno de Chile dio el primer paso este jueves para elaborar un plan nacional de búsqueda de personas detenidas desaparecidas que se implementará a partir del próximo año, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de Augusto Pinochet (1973-1990).

En un acto que tuvo lugar en el Museo de Educación Gabriela Mistral, en el centro de Santiago, y ante la presencia de representantes de las organizaciones de memoria y derechos humanos, la ministra de Justicia, Marcela Ríos, ha presentado el proceso participativo a partir del cual se diseñará el inédito plan, conjuntamente con familiares y agrupaciones de víctimas de la dictadura, y ha subrayado que, además de la sociedad civil, «todos los ministerios e instituciones tendrán que estar al servicio de este trabajo».

«Más allá de que los perpetradores de crímenes no quieran hablar, hay muchas instituciones que pueden colaborar y, como Estado, tenemos deudas y tareas pendientes, desde el Servicio Médico Legal, hasta instituciones fiscales o el Poder Judicial», ha apuntado la titular de Justicia.

Ríos ha calificado la iniciativa como «un compromiso del Gobierno» y ha recordado el anuncio del presidente, Gabriel Boric, que el pasado 11 de septiembre, para la conmemoración de los 49 años del golpe de Estado, prometió «seguir buscando incansablemente» a los detenidos desaparecidos.

La subsecretaria de Derechos Humanos, Haydee Oberreuter, por su parte, ha destacado la participación de las organizaciones: «No estamos definiendo desde arriba un cronograma, ni desde la institucionalidad».

Si bien desde el Ejecutivo esperan tener listo el diseño del plan a finales de año, Oberreuter ha aclarado que los plazos dependerán del trabajo con las agrupaciones que se sumen a la iniciativa: «No pretendemos demorarnos eternamente, pero hay un manato prefigurado de las organizaciones que les interesa que las cosas se hagan bien y si hay que tomarlo calma, lo vamos a tomar».

Hasta hoy, en Chile sigue habiendo 1.159 víctimas de desaparición forzada durante la dictadura que aún son buscados por sus seres queridos.

La dictadura de Chile duró 17 años y dejó más de 40.000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.