Iñaki  Iriondo
Cronista político

El lehendakari no se ve autocomplaciente y sigue sin concretar su oferta de pactos de país

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha arrancado este jueves el Pleno de Política General con un discurso autocomplaciente con su actuación, aunque lo ha negado después. En su segunda intervención tampoco ha concretado su oferta de pactos de país ni ha ido más allá en autogobierno.

Iñigo Urkullu conversa con su socio del PSE Eneko Andueza, en el inicio de este pleno.
Iñigo Urkullu conversa con su socio del PSE Eneko Andueza, en el inicio de este pleno. (Raul Bogajo | Foku)

Si este iba a ser el Pleno de Política General de los grandes acuerdos, habrá que esperar a que se concreten en las próximas semanas o meses. De momento, el lehendakari Iñigo Urkullu ha hecho dos prolijos discurso en el que no ha hecho ningún llamamiento concreto a ningún acuerdo concreto a los partidos de la oposición, aunque lanzó un esbozo de cinco puntos. En sus dos exposiciones se ha centrado en lo que ha hecho y va ha hacer su Ejecutivo, dando pocas oportunidades de actuación al resto de grupos.

La mayor aproximación ha sido su referencia por la mañana a que ofrece acuerdos de país en cinco materias, que son los presupuestos de 2023, plan de refuerzo de la atención primaria, el acuerdo educativo, el reto demográfico y un pacto energético, pero sin mayores concreciones. De hecho, ha avanzado medidas propias en todos ellos.

Y, por la tarde, en su réplica, aunque ha anunciado inicialmente un capítulo de su discurso para esta materia, lo que ha hecho finalmente ha sido volver a repetir los cinco enunciados. Bueno, en la réplica a EH Bildu, ha aclarado que el pacto energético ha de ser «viable» y ha hecho referencia a las «autolimitaciones que nos hemos impuesto», en una referencia elíptica a la exploración de gas en Armentia, contra la que también el PNV votó en el Congreso de los Diputados.

«He hecho autocrítica»

En el salón de plenos, los diputados generales, presidentes de Juntas Generales, alcaldes y otras autoridades, además de líderes políticos como Andoni Ortuzar y Arnaldo Otegi, han escuchado por la mañana un balance autocomplaciente del lehendakari sobre el transcurrir de la primera mitad de la legislatura, en la que «un Gobierno en contacto permanente con la sociedad, con los agentes económico, sociales, culturales, educativos o del tercer sector» ha respondido adecuadamente a la crisis financiera, sanitaria y también a la actual agudizada tras la invasión de Ucrania, de la que ha destacado que «fuimos las primeras instituciones en reaccionar para acoger a las personas refugiadas».

Ha apuntado el lehendakari que «Euskadi no es un oasis ni una isla; ni económica ni social ni política. Pero Euskadi sí proyecta una trayectoria distinta. Una trayectoria propia». Ha agradecido a a la oposición que las diferencias no hayan «impedido mantener abiertos los cauces de diálogo y la colaboración». Ha asegurado que «esta va a seguir siendo nuestra actitud. Vamos a seguir haciendo todo lo posible para propiciar, alcanzar y ensanchar acuerdos».

Por la tarde, ante las críticas de otros grupos por esta autocomplacencia, Iñigo Urkullu ha respondido que «no sé si merece la pena hacer autocrítica», porque ha asegurado que cuando lo ha hecho en discursos como los de navidad o en el Parlamento «ni se han tomado en consideración».

Y ha puesto como único ejemplo que en su discurso matinal ha expuesto «con rigor y claridad» que de los 10 objetivos de país recogidos en su programa, 7 se están cumpliendo y 3 van más despacio, que son lograr que la esperanza de vida se alargue hasta los 85 años, lo que no ha sido posible por la pandemia, el elevar la tasa de natalidad al 10% y el lograr que la cuota de energías renovables sea del 20% de la cuota de consumo. Luego ha destacado que se han tomado medidas para corregir la situación y encaminar esos objetivos.

Corazón, motor, piel, mente y alma

Tras repasar lo hecho durante hasta ahora y el cumplimiento de los 20 compromisos adquiridos durante el Pleno de Política General del año pasado, el lehendakari ha pasado a enumerar la agenda de prioridades para este curso, resumidos en una estrategia, cinco prioridades y 40 medidas.

Las cinco prioridades son la cohesión social, que ha definido como «el corazón de nuestro país»; el empleo, industria y crecimiento sostenible, que es «el motor». La tercera prioridad es la respuesta al cambio climático, «la piel». Le siguen el reto demográfico y juventud, «la mente»; y «Euskadi-Basque Country», que ha marcado como «el alma de nuestro pueblo».

Programa Hitzartuz

El lehendakari ha avanzado en su discurso la puesta en marcha del Programa Hitzartuz, en colaboración con el resto de instituciones, con el objetivo de reforzar el apoyo a los colectivos con mayores dificultades para pagar la factura energética y cubrir sus necesidades básicas. Anuncia que tendrá «un impacto de 400 millones de euros».

Incluirá medidas como el incremento del 10% de las Ayudas de Emergencia Social, reducir el coste de suministros en el parque de vivienda social, diversas ayudas y el anuncio de una nueva deflactación del IRPF. Para dejar constancia de que quería que se destacara este programa, lo ha repetido en euskara y castellano en su discurso, lo que no ha hecho con ningún otro apartado del mismo.

Después ha aludido a los presupuestos de 2023, que ha dicho que tratará de negociar y acordar con el mayor número posible de grupos parlamentarios, y ha expuesto las 11 leyes que el Gobierno tiene previsto remitir al Parlamento.

Completar el Estatuto

En materia de autogobierno, la aspiración práctica del lehendakari es completar el Estatuto, para lo que propone la convocatoria de una Comisión Permanente entre los gobiernos de Lakua y Madrid que trabaje y establezca las formas y fundamentos conforme a los que se deberán ajustar el resto de competencias pendientes, para garantizar el cumplimiento del Estatuto de Gernika en su integridad.

Iñigo Ukullu ha criticado la «erosión silenciosa» del Estatuto en base a legislación y decretos que no atienden a la «realidad plurinacional» del Estado. Y ha mostrado su preocupación porque una parte, en este caso Madrid, se auto atribuya el papel de único intérprete del derecho y de dilucidar si procede o no, y cuándo, cada transferencia».

Ha querido poner en valor el autogobierno vasco, pero ha señalado que en este momento de «discontinuidad histórica» en el que se «debería ir decidiendo el futuro próximo», en el que es «necesario profundizar, actualizar y expandir el autogobierno». Y se ha fijado en que «la participación de Euskadi en la Unión Europea constituye una de las principales insuficiencias del Estatuto de Gernika y es una de nuestras prioridades».

En este apartado, de profundización de la soberanía o de negociación de un nuevo estatus, el lehendakari no ha dado más pasos. Por la tarde tampoco ha ido más allá, aunque ha recordado su deseo de que el formato del Concierto Económico se lleve también a un Concierto Político. Ha anunciado, eso sí, que esta mañana ha enviado su propuesta de Comisión Permante entre gobiernos al presidente Pedro Sáchez.

Ha cerrado su discurso asegurando que «no tengo duda alguna de que sabremos enfrentarnos a la situación de dificultad que se nos puedan presentar y que, gracias a nuestro compromiso cívico, social e institucional, encontraremos la vía para seguir adelante y asegurar nuestro futuro y nuestro bienestar».