Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión
CRíTICA DE ‘BI ARNAS’ (ZINEMIRA)

Testimonios desde el horror

Euskal Herria. 2022. 58'. Director y guion: Jon Mikel Fernandez Elorz. Prod.: Imanol Arzuaga. Testimonios: Mari Nieves Díaz, Iratxe Sorzabal, Nekane Txapartegi, Paco Etxeberria, Serge Portelli. Mús.: Eneritz Furyak. Fot.: Jon Mikel Fernandez Elorz. Mont.: Dani López.

‘Bi arnas’.
‘Bi arnas’. (MUARA KULTUR ELKARTEA)

'Bi arnas' se suma a la lista de títulos destinados a rebatir el discurso único que, en el caso concreto de la industria cinematográfica, adquiere un valor muy significativo.

Si bien todavía son muy contadas las producciones en formato de ficción que abordan la temática del conflicto vasco, en sus diferentes vertientes, al menos nos queda el consuelo de un territorio tan abocado a la realidad como es el formato documental. En este sentido, Zinemaldia ha acogido este año dos producciones que giran en torno a la realidad silenciada de la tortura.

Siguiendo la estela de 'Koaderno urdinak', nos llega 'Bi arnas', un relato mucho más emocional y centrado en el diálogo compartido por una madre y su hija.

Mari Nieves Díaz, madre de la presa vasca Iratxe Sorzabal, es la encargada de prologar este rotundo proyecto cuyo doloroso trasfondo choca de bruces con la fiereza del Cantábrico, una ventana liberadora a través de la cual la madre se asoma para imaginar la travesía hacia la libertad que compartirá con su hija a bordo de una txalupa.

Si bien la presencia de la madre se sitúa en un presente muy actual, el testimonio de su hija -todavía en prisión- se revela a través de fragmentos rescatados del pasado, como por ejemplo su impactante declaración en el juicio en la Audiencia Nacional de Madrid.

'Bi arnas' capta con precisión las pulsaciones de una madre que se ve en la obligación de escuchar lo que nunca hubiera querido escuchar de boca de su hija. El traumático impacto que supone la tortura, tanto física como sicológicamente, queda expuesto en un proyecto nacido para ser difundido y que, además, se enriquece con el relato de Nekane Txapartegi, quien también sufrió torturas, y los diagnósticos que ofrecen las voces expertas del forense Paco Etxeberria y del juez Serge Portelli.

Todo ello queda enmarcado sobre un telón oscuro y lúgubre que nace de las sentencias no concluyentes de quienes deben dictar justicia.