El Gobierno español ha aprobado este jueves un paquete de medidas fiscales que incluye gravar las rentas más elevadas a partir de los 200.000 euros y modificar varios artículos del IRPF para que a los tramos salariales más bajos se les aumente la deducción, incluidos los trabajadores autónomos.

Además, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado que el nuevo «impuesto de solidaridad» a las grandes fortunas gravará la riqueza neta superior a los 3 millones de euros.

Montero ha indicado que el nuevo impuesto se aplicará en 2023 y 2024 y constará de tres tramos: entre 3 y 5 millones de riqueza neta se pagará un 1,7%; entre 5 y 10 millones, un 2,1%; y por encima de 10 millones, un 3,5%.

Con este nuevo impuesto, que permitirá deducir el Impuesto de Patrimonio, el Gobierno espera recaudar 1.500 millones de euros.

Al mismo tiempo, el Gobierno elevará un punto, hasta el 27%, la tributación de las rentas del capital en el IRPF superiores a 200.000 euros, y para las plusvalías superiores a 300.000 euros, se elevará hasta el 28%, dos puntos más.

Rentas medias y bajas

Junto con esta subida a las rentas altas, también aprobará medidas en el IRPF para favorecer a las rentas medias y bajas, elevando hasta 20.000 euros el beneficio fiscal que actualmente se aplica en las rentas de hasta 18.000 euros. Esta medida va a suponer un ahorro de 1.881 millones de euros.

«No es una cifra elegida al azar: el salario mediano está en el entorno de los 21.000 euros», ha añadido Montero.

Asimismo, las rentas del trabajo a partir de 15.000 euros (1.000 euros más que ahora) estarán exentas del pago del IRPF.

Buena acogida de EH Bildu y ERC

Formaciones cuyo voto seguramente necesitará el Gobierno español, como EH Bildu y ERC, han acogido positivamente este paso del Ejecutivo.

Fuentes de EH Bildu han indicado que «las modificaciones fiscales anunciadas por el Gobierno español, aunque insuficientes y una vez más acotadas en su aplicación, van en la buena dirección, incorporando el principio de que quien más tiene, más debe aportar, principio básico de justicia que debería guiar toda propuesta sobre impuestos».

«A la espera de conocer los detalles de las propuestas y su forma de tramitación, valoramos positiva mente la voluntad de poner en marcha un nuevo Impuesto a las Grandes Fortunas que reequilibre la balanza fiscal en favor de la mayoría social trabajadora, y obligue a aportar más a los más ricos. Es una exigencia que tanto EH Bildu como el resto de las fuerzas de izquierda del Congreso llevamos reclamando desde el inicio de la legislatura y que el Gobierno se había negado a adoptar hasta ahora», recuerdan.

EH Bildu introduce luego varios matices. Por ejemplo, «la imposición de este impuesto solo a patrimonios netos por encima de 3 millones es un umbral que nos parece demasiado alto, ya que considerar grandes fortunas solo a patrimonios a partir de tres millones deja fuera a miles de fortunas que seguirán sin aportar lo que deberían». Le suma que «se anuncia una modificación reductora en los tramos bajos del IRPF para rentas más bajas, y una modificación al alza en los más altos, intentando reducir así la brecha entre las aportaciones de las rentas del trabajo frente a las rentas de capital. También un cambio en el Impuesto de Sociedades, con recargos para las grandes empresas y reducción para las Pymes y autónomos. Valoramos la voluntad de las formaciones que componen el Gobierno para avanzar hacia una fiscalidad más justa mediante estas modificaciones, que avanzan en la buena dirección».

Hay un apunte también sobre el autogobierno: «Debemos subrayar que cualquier modificación en el IRPF o sociedades corresponde a nuestras instituciones forales, en función de nuestras competencias en materia fiscal y, por tanto, aunque las consideramos positivas, exigiremos al Gobierno que no utilice subterfugio jurídico alguno que intente sortear o inhabilitar nuestra capacidad fiscal. En los impuestos a las eléctricas y la banca el Gobierno cometió el error de no tomar en cuenta nuestra especificidad. Esperamos que con estas nuevas propuestas no vuelvan a percutir en este error y no vuelva a producirse esta situación».

Como resumen, EH Bildu entiende que «estas medidas son un paso adelante en el objetivo de que el peso de esta crisis recaiga sobre los ricos, las élites económicas, las grandes empresas, las energéticas y los bancos, para que a diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2008, esta vez no sea la ciudadanía ni las clases populares quienes paguen las consecuencias de esta crisis». Y añade que «mostramos nuestra satisfacción por haber tomado en cuenta una de las reivindicaciones históricas del movimiento feminista para aliviar la carga económica que suponen para muchas mujeres los productos de higiene menstrual».

De modo más escueto, ERC ha afirmado igualmente que la reforma «suena bien» dado que «es algo que hemos pedido por activa y por pasiva», ha dicho el portavoz parlamentario, Gabriel Rufián. En declaraciones a los medios tras la sesión plenaria de este jueves, ha reivindicado «un régimen fiscal más justo en el los que más tienen aporten un poco más».

En todo caso, ha lamentado no tener «detalles» sobre este plan, más allá de lo comunicado a los medios. «Cuando dejen de celebrarlo que nos lo pasen y veremos los detalles», ha ironizado Rufián.