Diez años después de la última ocasión, la UE ha celebrado este lunes de nuevo una cumbre bilateral, con la denominación oficial de Consejo de Asociación. En 2013, Israel decidió no volver a celebrar este tipo de encuentros molesto por una directiva europea que señalaba que los acuerdos que se alcanzaran con el Estado sionista no tendrían validez en las colonias que ilegalmente se levantan sin freno en Cisjordania.

La reunión de Bruselas ha estado encabezada por Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. La representación israelí ha corrido a cargo del primer ministro, Yair Lapid, que también ejerce de ministro de Exteriores, mediante videoconferencia, mientras que ha sido el ministro de Inteligencia, Elazar Stern, quien ha acudido a Bruselas.

Pese a que la UE e Israel no han emitido un comunicado conjunto o celebrado una rueda de prensa, como suele pasar con la mayoría de reuniones de este tipo, la diplomacia comunitaria ha publicado la posición europea durante el encuentro en la que expresa su preocupación por el auge de las muertes civiles en Palestina y reclama investigar casos como el de la periodista de Al Jazeera Shireen abu Akleh, a quien mataron soldados israelíes en mayo pasado.

«Nos sentimos muy alentados por el claro apoyo a la solución de dos Estados que usted declaró en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas», ha dicho Borrell a Lapid, quien se enfrenta a elecciones en su país el próximo 1 de noviembre, las quintas en tres años y medio.

Pese a esa posición del líder israelí, el jefe de la diplomacia comunitaria ha recordado que este año «se ha producido el mayor número de muertes de palestinos desde 2007» mientras continúan los «traslados forzosos».

«Nos preocupan las continuas tensiones y la violencia sobre el terreno, así como la continuación de medidas unilaterales, como la expansión de los asentamientos, y las cuestiones de seguridad», ha indicado Borrell.

Por su parte, Lapid ha afirmado que mantiene su compromiso con la creación de dos estados como solución al conflicto, aunque ha añadido que «los palestinos tienen que poner fin al terrorismo».

«Israel quiere una paz que conduzca a la seguridad, no una paz que desestabilice Oriente Medio», ha dicho el primer ministro israelí en su intervención inicial.

En este sentido, ha puesto en valor que los Acuerdos de Abraham con los que Israel normalizó en 2020 sus relaciones con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein «están cambiando la región» y permiten llegar a acuerdos en materia de energía, suministros de agua, inversión en infraestructuras y en los sectores tecnológico y educativo.

Borrell ha coincidido en que la normalización de las relaciones de Israel con sus vecinos árabes «puede contribuir en gran medida a mejorar la estabilidad regional y tener un impacto positivo en las perspectivas de reanudación del proceso de paz en Oriente Medio». No obstante a su llegada a la reunión ha opinado ante la prensa que «no puedes decir que has conseguido la paz porque has conseguido la paz con los Estados árabes. También hay que conseguir la paz con los palestinos».

Denuncia de organismos de defensa de los DDHH

Una década después, la colonización no se ha detenido. Es más, se ha acrecentado. Pero los nuevos tiempos marcados por la crisis energética y la guerra de Ucrania han hecho que la UE e Israel vuelvan a encontrarse, no sin tener que escuchar las críticas de los movimientos de defensa de los derechos humanos, que recuerdan que el Estado sionista los sigue conculcando. La Comisión Europea firmó este año con Israel un pacto para exportar gas israelí a Europa vía Egipto, como modo para reducir la dependencia energética de Rusia.

«Las autoridades israelíes someten a los palestinos a confiscaciones de tierras, homicidios ilegítimos, traslados forzosos y severas restricciones de movimientos mientras niegan su humanidad, una nacionalidad con los mismos derechos y su estatus», ha recordado Amnesty International (AI) de cara a esta cumbre. 

«Israel está cometiendo un crimen de apartheid contra los palestinos. Se trata de un crimen contra la humanidad que requiere que la UE haga que los líderes de Israel rindan cuentas y que se asegura que sus acciones no apoyan el sistema del apartheid. Cualquier cooperación debe tener como objetivo desmantelar el cruel sistema de opresión y dominación de Israel», concluye AI.

Este colectivo ha enviado una carta al Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y a los ministros de Exteriores de los estados miembros subrayando su preocupación por la conculcación de los derechos humanos por parte de Israel. Sin embargo, AI es consciente de que hay «signos que muestran que los representantes de la UE van a suavizar su posición sobre las preocupaciones en torno a los derechos humanos».

En los últimos meses, el Ejército israelí ha provocado un incesante reguero de muertos en Cisjordania, menores incluidos, en operaciones para «proteger» a las colonias ilegales. Este mismo lunes, sin ir más lejos. Además, ha acelerado su ofensiva contra las organizaciones palestinas de defensa de los derechos humanos.

Denuncia de Al-Haq

«Lo que está ocurriendo en Palestina no es nuevo. No nos sorprende porque forma parte de la política israelí de apartheid, de depoblación y de traslado forzoso. Lo que es nuevo es la determinación de Europa, feliz y orgullosa, de forjar una relación con Israel a pesar de la continua violación de derechos humanos», ha lamentado Rula Jamal, directora de supervisión y documentación de Al-Haq, una de las organizaciones palestinas declaradas como «terroristas».

Para la activista de Al Haq -organización que lleva décadas documentando los abusos de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados- «lo realmente preocupante es que la UE siga diciendo que comparte valores con Israel» para justificar el reinicio del diálogo.

«Europa debería ser más franca consigo misma sobre los valores que defiende, en vez de insistir en construir relaciones con regímenes opresivos, forjar amistad y acuerdos multimillonarios con un estado apartheid», ha afirmado Jamal.