Imane Rachidi (Efe)

Amsterdam conmemora 30 años de un desastre aéreo rodeado de preguntas

La capital neerlandesa ha conmemorado este martes el 30 aniversario de un accidente aéreo en el que aún no está claro el número real de víctimas ni si el avión llevaba alguna carga sospechosa.

Lugar en el que cayó el avión, en Bijlmermeer.
Lugar en el que cayó el avión, en Bijlmermeer. (Jos WIERSEMA | WIKIMEDIA COMMONS)

A pesar de que este martes se cumplen 30 años desde que un avión se estrellara contra los edificios de una zona de viviendas sociales en Ámsterdam, aún no está claro el balance real de víctimas y siguen circulando diferentes teorías sobre la carga que iba a bordo de la aeronave que causó el mayor desastre aéreo en suelo neerlandés.

El 4 de octubre de 1992, un Boeing 747 de la aerolínea israelí El Al se estrelló contra edificios de apartamentos en la zona de Bijlmermeer (sureste de Ámsterdam), cobrándose la vida de al menos 43 personas, según el balance usado estas décadas, un dato muy cuestionado dado que numerosos migrantes vivían de manera irregular en pisos de esa zona, conocida por sus problemas de privación social, en gran medida ignorados por el Gobierno.

El vuelo LY1862 alertó, cinco minutos después de haber despegado del Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, que necesitaba volver al aeródromo para un aterrizaje de emergencia, y emitió una señal de advertencia después de que un motor en el ala derecha se rompiera, llevándose por delante el segundo motor y dañando el ala del avión.

El avión voló en círculos sobre Ámsterdam para reducir la altitud, pero dados los daños en el ala derecha del avión, la aeronave se inclinó fuertemente hacia ese lado, y, a partir de entonces, empezó a perder rápidamente la capacidad necesaria para permanecer en el aire, y no logró volver al aeropuerto para un aterrizaje de emergencia.

«Going down, 1862, going down, going down», fueron las últimas palabras enviadas desde la cabina del piloto al control aéreo, un grito de auxilio que ha sonado estas últimas tres décadas para recordar la peor tragedia aérea que ha tenido lugar en Países Bajos. Un controlador aéreo comunicó que «ya no se podía hacer nada, se estrelló» y hay «una gran nube de humo sobre la ciudad» de Ámsterdam.

Reconstrucción de los hechos. (Wikimedia Commons)

Habían pasado 15 minutos desde que el avión despegara de Schiphol: la aeronave chocó verticalmente contra dos edificios de viviendas de Bijlmermeer, causando un incendio en el que murieron también los tres miembros de la tripulación y el único pasajero que iba en el avión. La tragedia dejó numerosos heridos.

Según recoge la agencia Efe, los medios públicos de Países Bajos han transmitido este martes diferentes actos de conmemoración del desastre aéreo, con discursos oficiales, historias de los familiares y los supervivientes, así como un análisis del impacto actual del desastre en esa zona de Bijlmermeer.

A las 18.35, hora en que se estrelló el avión, ha habido un minuto de silencio, y antes se ha hecho un recorrido hacia el Monumento Creciente, donde está el conocido como «el árbol que lo vio todo», un arbusto cercano al lugar del accidente que sobrevivió al incendio posterior al choque de la aeronave. Se han leído los nombres de las víctimas conocidas y se han llevado a cabo ofrendas florales.

Monumento conmemorativo de la tragedia. (Tasja | WIKIMEDIA COMMONS)

Varias teorías sin resolver

En los años posteriores a la tragedia, surgieron varias teorías sobre la carga que llevaba el avión, algunas señalaban que había un cargamento militar químico a bordo, puesto que los servicios de rescate, médicos y vecinos tuvieron problemas de salud, y persiste el rumor de que había hombres vestidos con trajes blancos que llegaron allí inmediatamente después del accidente.

El Gobierno neerlandés y la aerolínea israelí sostuvieron estos años que el avión siniestrado llevaba únicamente perfumes y flores, y negaron la presencia de alguna carga sospechosa a bordo. Pero nunca se recuperó la grabación de voz de la cabina, la caja negra que registra las conversaciones de los pilotos, lo que es muy inusual en los desastres aéreos en tierra.

La presión de varios periodistas obligó al gobierno neerlandés a revisar sus propias conclusiones en varias ocasiones, lo que condujo a la apertura de una investigación parlamentaria en 1998, que reveló que la información sobre lo que había pasado exactamente con el avión había desaparecido, y denunció irregularidades durante la investigación y el rescate de los restos de la aeronave.

Tres décadas después, diferentes teorías no confirmadas siguen circulando en Países Bajos, mientras los supervivientes tratan de mantener viva la memoria del desastre y de las víctimas.

El diario ‘NRC Handelsblad’ señaló que el avión llevaba 240 kilogramos de materia prima para fabricar gas sarín, según parte de los documentos de carga que desaparecieron tras la tragedia, pero también se había especulado con que la aeronave llevaba material bélico, y otras investigaciones independientes aseguraron que se trataba de material radiactivo.