Amaia  U. Lasagabaster
Kazetaria, kirol informazioan espezializatua / Periodista, especializada en información deportiva

La experiencia, la juventud y una ilusión compartida

Ninguna de sus compañeras ha disputado tantos derbis como Nekane Díez, más de una treintena solo en Liga. Será el primero, por el contrario, para Mariana Cerro, que también jugará en San Mamés por primera vez. Les separan nueve año y 300 partidos pero las dos aguardan a la Real con la misma ilusión.

Nekane Díez y Mariana Cerro posan en Lezama, escenario habitual de sus partidos que hoy cambian por San Mamés.
Nekane Díez y Mariana Cerro posan en Lezama, escenario habitual de sus partidos que hoy cambian por San Mamés. (Jaizki Fontaneda | Foku)

Son las dos caras de un Athletic en el que las nuevas generaciones ya mandan sobre el campo. Les separan nueve años, más de 300 partidos en Primera y un título de Liga pero ni se nota durante su conversación con NAIZ, lo que confirma una certeza compartida por ambas: «este año veo muy bien al grupo, hay mucha unión. Unas aportan la inocencia de ser nuevas y jóvenes y otras aportan veteranía que se nota un montón sobre todo en ciertos moments de los partidos que algunas de nosotras no sabemos llevar, unas nos animamos a otras... Este año hay muy buen grupo y mucha cohesión», asegura Mariana, mientras asiente su compañera. «Aunque tengamos un equipo más joven que el año pasado, se nota esa unión. También las jugadoras que estamos participando menos no dejamos de hacer nuestro trabajo o tenemos mal ánimo; apoyamos como las que más, celebramos los goles como si los marcáramos nosotras... Se nota la unión y ese buen rollo en el equipo  y vienes a entrenar con alegría».

Y es que años y experiencia no es lo único que diferencia ahora mismo a las dos jugadoras rojiblancas. Mientras Nekane pierde protagonismo tras unas temporadas complicadas por las lesiones, Mariana enlaza alegrías y, después de hacerse con ficha del primer equipo en verano, ha participado en los ocho partidos de Liga, en siete de ellos partiendo en el once. «Estoy muy contenta pero sé que esto puede cambiar de un día a otro y que tanto llegar como mantenerse requiere un trabajo, no se regala. Así que disfruto pero con los pies en el suelo», asegura la navarra, que voltea el mensaje para animar a su compañera recordándole que «también puede cambiar de un día a otro para mejor». Y en eso confía Nekane, una de las grandes futbolistas en la historia del club pero a la que las lesiones han partado de la primera línea en los últimos cursos. «Es duro y después de haber tenido siempre muchos minutos es difícil aceptar un nuevo rol», confiesa la delantera, que agradece el momento en el que decidió ayudarse de una psicóloga. «Lo estoy llevado bien e intento dar lo mejor de mí en cada entrenamiento. Evidentemente no todos los días estás de buen humor pero eso también le pasa al resto del mundo. Si me toca apoyar desde fuera, lo hago; y si tengo la oportunidad de jugar, pues encantada. En los dos casos intentaré aportar lo máximo al equipo».

Marcando goles, por ejemplo. A la Real ya le ha hecho unos cuantos pero es que tampoco le han faltado de oportunidades. Una treintena de derbis ha disputado Nekane, solo en Liga. Y pese a ello espera el de esta noche «como si fuera el primero porque para mi un derbi siempre es un derbi. Hay una rivalidad muy sana entre nosotras pero queremos ganarlo todas sí o sí. Yo quiero ganarlo como sea, como si es en el último minuto y de penalti inexistente», se ríe. Curiosamente es la previsible debutante la que se lo toma con más calma. Aunque ya se ha enfrentado a la Real en la Euskal Herria Kopa, para Mariana no solo será su primer derbi liguero, sino también su debut en San Mamés. Y, sin embargo, «me lo tomo como los demás. Tengo los  mismos nervios en todos los partidos», asegura, aunque coincide con su compañera en que «por supuesto quiero ganar».

Era lo habitual para las rojiblancas en los derbis pero ha dejado de serlo. «No es solo el derbi –asegura Nekane–. Cada rival es supercomplicado, como no estés a lo que tienes que estar, cualquiera te pinta la cara. Y además la Real en los últimos años ha dado unos pasitos más».

Al menos las donostiarras se encontrarán hoy con un rival en buen momento. «El equipo está con alegría –asegura Mariana–. Y en parte creo que es porque esta temporada no nos fijamos tanto en el de enfrente sino en lo que tenemos que hacer nosotras. Hemos tenido una dinámica mala de resultados y le hemos dado la vuelta. Llegamos con esa chispita y pensando qué bonito sería ganar a la Real y en San Mamés».