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El TSJPV deja sin efecto la paralización del derribo de Nagusien Etxea de Erromo

El futuro de Nagusien Etxea de Erromo corre peligro después de que el TSJPV haya dejado sin efecto la medida cautelarísima contra el derribo del edificio. En su lugar, el Ayuntamiento de Getxo pretende construir un centro intergeneracional.

Edificio de la calle Lope de Vega, espacio de Nagusien Etxea e Itzubaltzeta Gaztetxea.
Edificio de la calle Lope de Vega, espacio de Nagusien Etxea e Itzubaltzeta Gaztetxea. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

El Ayuntamiento de Getxo ha valorado «positivamente» la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que deja sin efecto la medida cautelarísima que imposibilitaba el derribo del edificio que albergaba Nagusien Etxea de Erromo, el antiguo Euskaltegi Municipal, donde tiene previsto habilitar un centro intergeneracional.

En un comunicado, el Consistorio de Getxo ha destacado que la sentencia del TSJPV «da prevalencia al interés general representado por la necesidad de dar inicio al nuevo proyecto, a fin de no ver comprometidos los fondos que ya ha recibido el Ayuntamiento para la puesta en marcha de la obra». Los servicios jurídicos municipales en contacto con los de la Diputación Foral de Bizkaia, analizan ahora cómo proceder a la ejecución de la misma.

El impulso de este nuevo centro de convivencia entre personas de distintas edades es uno de los compromisos adquiridos en el Plan de Legislatura, según ha recordado el Ayuntamiento, y cuenta con respaldo europeo, mediante los fondos europeos Next Generation para el 82,5% de la inversión prevista.

Previo a las elecciones municipales de 2019, el PNV era el único grupo municipal que defendía el desalojo de Nagusien Etxea, aunque tras las elecciones el PSE cambió de postura para poder acceder al equipo de gobierno.

En junio, y ante la posibilidad de desalojo inminente, los miembros de Ibar Nagusien Etxea Elkartea se organizaron para quedarse a dormir en el edificio, así como para organizar actividades. Finalmente, el desalojo se produjo el 17 de agosto, una vez finalizadas las fiestas del barrio, dejando a Erromo en una irónica encrucijada: derribar el edificio que albergaba Nagusien Etxea y el gaztetxe para construir un centro intergeneracional.