Marcel Pena

Primera noche de encierro en Nagusien Etxea de Erromo ante la posibilidad del desalojo

Siete voluntarios han dormido en Nagusien Etxea de Erromo ante la posibilidad de que este viernes se produjera el desalojo del edificio. A lo largo del día se han llevado a cabo diversas actividades y esta noche repetirán un encierro, que van a compatibilizar con la batalla en los tribunales.

Pancarta contra el derribo en la fachada de Nagusien Etxea.
Pancarta contra el derribo en la fachada de Nagusien Etxea. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Los mayores de Erromo no están dispuestos a ceder ante el Ayuntamiento de Getxo –gobernado por el PNV y el PSE– y durante la pasada noche han cumplido su compromiso de encerrarse en Nagusien Etxea para evitar su desalojo. A finales de mayo el Ayuntamiento les avisó de que debían abandonar el centro antes del día 24 de este mes. Una vez cumplido este plazo, los socios y socias no tienen intención de dejar un edificio por el que a diario pasan cientos de personas y que ofrece servicios de bar-restaurante, gimnasia o clases de euskara, entre otros.

Siete personas han pasado la noche en el edificio hasta primera hora de esta mañana, cuando Nagusien Etxea ha retomado con normalidad sus actividades diarias. Desde las 09.00, el goteo de personas que acudían a tomar el café, a gimnasia o a comenzar con los preparativos de una jornada reivindicativa ha sido constante, con el posible desalojo presente en las conversaciones pero convencidos de que se va a presentar batalla, ya sea en la calle o en los tribunales.

Así lo ha expuesto Paco Rama, presidente de Ibar Nagusien Etxea Elkartea. En conversación con NAIZ, Rama ha anunciado que la abogada de la asociación ha presentado un recurso contencioso administrativo para evitar un desalojo que tiene como objetivo final el derrumbe del edificio para la construcción de viviendas y un «centro intergeneracional». Con esta decisión, esperan que el Ayuntamiento retire, o al menos aplace, su intención de llevar a cabo el desalojo.

La jornada de reivindicaciones ha comenzado, como cada día, con «la Rueda». De 12.00 a 12.30, una veintena de personas de todas las edades se ha reunido en Xake Plaza del barrio de Erromo para protestar contra el derribo. «La Rueda» se llama así porque los manifestantes andan en círculo alrededor de la plaza durante 15 minutos en cada sentido de la marcha. Esta protesta la llevan a cabo diariamente, de lunes a viernes, desde hace casi dos años.

Paco Rama, presidente de Ibar Nagusien Etxea Elkartea de Erromo. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Más tarde, ya de nuevo en el edificio, ha tenido lugar una comida popular, acompañada a la tarde por una actuación de txalaparta y de las artistas locales Celeste Agüero y Garazi Basterretxea. Las actividades se alargarán hasta las 21.00, hora oficial de cierre, cuando por segunda vez un grupo de voluntarios pernoctarán en el edificio. El sábado, día de descanso semanal en Nagusien Etxea, el edificio permanecerá ocupado, y a partir del domingo se retomará el horario habitual con normalidad.

Una muestra de esa normalidad son los carteles que anuncian para el mismo domingo la proyección de la película ‘La gata sobre el tejado de zinc’, con Elizabeth Taylor y Paul Newman acompañados del lema «Nagusien Etxea en pie y llena de vida».

La única novedad será la reunión que se celebrará esa noche de domingo, en la que se deberán acordar los siguientes pasos según el consejo de los abogados y a la espera de la actuación del Consistorio. El presidente de la asociación ha detallado que mantienen las «relaciones institucionales» con el Ayuntamiento de Getxo, aunque de momento no existe «la posibilidad de un diálogo que vaya a solucionar la situación».

Manifestación «intergeneracional»

El pasado miércoles una multitudinaria manifestación recorrió las calles de Erromo en contra del derribo de Nagusien Etxea. «Es la manifestación más multitudinaria que se recuerda en Romo, con gente de todas las edades. Es muy importante la presencia de gente joven, porque demuestra que somos valorados en el barrio y que la gente no está de acuerdo con el derribo. Esta sí que es una reivindicación “intergeneracional” y no el edificio que quieren construir», ha ironizado Rama sobre los varios cientos de personas que participaron.

Dentro del espectro político, Nagusien Etxea goza del apoyo explícito de las formaciones locales de EH Bildu y Elkarrekin Podemos. De hecho, el diputado de la coalición abertzale Oskar Matute mostró su indignación desde la tribuna del Congreso español el pasado miércoles: «En Romo estos días están desahuciando a unos mayores que quieren tener un envejecimiento activo y activista y no quieren que les cierren su hogar del jubilado, su Nagusien Etxea».

Actualmente, la asociación cuenta con más de 6.000 socios y unas 300 personas pasan a diario por Nagusien Etxea, que cuenta con los servicios de bar-restaurante; clases de gimnasia; biblioteca donde se ofrecen cursos de euskara, talleres de memoria y envejecimiento activo; un gimnasio; y un espacio de ocio con dos mesas de billar. Además, un gran patio dentro del edificio ofrece a los quien lo desee la posibilidad de beber un café al aire libre o simplemente tomar el sol. En definitiva, se trata de un espacio muy importante para la socialización de los mayores, y que a su vez les permite disfrutar de un envejecimiento activo.

Anteriormente, Nagusien Etxea también disponía de servicios de peluquería y barbería, podología y fisioterapia, aunque con la inauguración de Romoko Kultur Etxea (RKE), en 2018, espacio al que quieren trasladar a los mayores, el Ayuntamiento del PNV retiró estas prestaciones «como forma de presión», ha denunciado Rama.

Clase de gimnasia en Nagusien Etxea de Erromo. (Aritz LOIOLA | FOKU)

La importancia del edificio ya fue destacada en un informe del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro el año 2015, en el que se aconsejaba su protección. Pero desde Ibar Nagusien Etxea Elkartea no solo destacan su valor arquitectónico, sino que también aluden al valor sentimental del centro de día para muchos vecinos, ya que antes de ser la sede de la asociación de mayores durante los últimos 35 años, fue una guardería. Un símbolo del barrio de Erromo que ahora a sus vecinos les toca defender.