Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Centenario de Richard Avedon, la trastienda americana sobre fondo blanco

Con motivo del centenario del nacimiento de Richard Avedon, el Metropolitan de Nueva York inaugurará este jueves una exposición dedicada a sus célebres ‘Murales’. Este es uno de los múltiples eventos que se realizarán en torno a quien mostró el despertar del ‘sueño americano’.

Malcolm X, fotografiado por Richard Avedon el 27 de marzo de 1963.
Malcolm X, fotografiado por Richard Avedon el 27 de marzo de 1963. (THE RICHARD AVEDON FOUNDATION)

Durante 62 años empuñando su cámara –murió con ella, tras sufrir un derrame cerebral mientras trabajaba en un reportaje para ‘The New Yorker’ el 1 de octubre de 2004–, Richard Avedon se empleó a fondo en dinamitar los códigos de estilo, subvirtió todas las reglas y se rigió bajo una regla inalterable, ninguna foto dice la verdad.

En su vasta obra figuran sus monumentales murales, un documento social realizado en un momento especialmente convulso de los Estados Unidos, donde la Guerra de Vietnam, el movimiento hippie, la contracultural, la lucha por los derechos civiles y contra el racismo, la liberación de la mujer y los cambios en los conceptos de familia, educación y cultura estaban calando en la opinión pública y dando lugar a un debate muy intenso y, en ocasiones, violento.

Este testimonio, sobre fondo blanco, quedó forjado en imágenes dedicadas a, por ejemplo, ’Los siete de Chicago’ –Lee Weimer, John Froines, Abbie Hoffman, Rennie Davis, Jerry Rubin, Tom Hayden y David Dellinger–, los cuales fueron fotografiados por Avedon en 1969 mientras se les juzgaba por conspiración e incitación a la revuelta antibélica en la Convención del Partido Demócrata de 1968.

En estos gigantescos retablos de una época también topamos con la misión diplomática oficial enviada por Estados Unidos a Vietnam del Sur para intentar poner fin a la guerra; el poeta Allen Ginsberg y su amante, el también poeta Peter Orlovsky; Andy Warhol y su prole de The Factory o la abogada de derechos civiles Florynce Kennedy.

Todas estas secuencias, y con motivo del centenario de su nacimiento, el Metropolitan de Nueva York acogerá una exposición de dichos murales a partir del 19 enero.

Una crónica americana sobre fondo blanco

Nacido en 1923, en Nueva York, Richard Avedon es considerado uno de los más afamados fotógrafos de moda y retratista. Su obra, además, fue un testimonio de lo que supuso la definición de la cultura estadounidense de la segunda mitad del siglo pasado.

Finalizada la segunda Guerra Mundial, comenzó a trabajar a los 22 años como fotógrafo freelance para la revista ‘Harper's Bazaar’, donde no tardó en entrar en su nómina y convertirse en su fotógrafo principal. Su siguiente etapa fueron las páginas de ‘Vogue’ y a esta le siguió su paso a ‘The New Yorker’, donde se convirtió en su fotógrafo principal.

En su obra destacan los retratos que realizó a personalidades como Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart, Bob Dylan, Andy Warhol, o Marilyn Monroe, entre muchos otros, los cuales aparecían sobre fondos blancos que resaltaban unas facciones que debían mostrar la verdadera esencia de los retratados. Para lograrlo, el fotógrafo les sometía a sesiones maratonianas que tenían como objetivo evitar que el personaje se ocultara bajo su propia máscara. Es decir, Avedon agotaba a sus retratados para mostrarlos indefensos y sinceros.

En 1979 asumió un fascinante y monumental encargo del Museo Amon Carter que le llevó a coger sus maletas y cámaras y recorrer Estados Unidos para captar a aquellas personas que, fueron presentadas como ‘aquellas que nunca escribirían la historia de su país’.

Durante cinco años, Avedon colocó ante su objetivo a, entre otros, granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas... Todo ello quedó publicado en su libro ‘In the American West 1979-1984’, un encadenado de imágenes de gran formato que fueron tomadas a plena luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Un retrato social en el que jamás asomaba la idealizada imagen del llamado ‘sueño americano’.

Al terminar el proyecto, Avedon había recorrido un total de 189 poblaciones en 17 estados; había fotografiado a 752 personas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De esta colección, escogió 123 retratos.

Otra de sus apuestas más recordadas radicó en sacar la moda a la calle, introduciendo una sensación de movimiento, emoción y espontaneidad en sus imágenes. Según dijo el artista, «un retrato no es una semejanza, sino una emoción en una fotografía».