Arranca la semana de lucha pensionista por una pensión mínima de 1.080 euros

Bilbo e Iruñea han sido escenario de sendas movilizaciones con las que arranca la semana de lucha del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria por la pensión mínima de 1.080 euros. Instan al Gobierno español a que mejore la reforma, incluyendo la reivindicación que les lleva al encierro y ayuno.

Los pensionistas se han manifestado en Bilbo.
Los pensionistas se han manifestado en Bilbo. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Sendas marchas en Bilbo e Iruñea han dado comienzo este lunes a la semana de movilización impulsada por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria en favor de la pensión mínima de 1.080 euros. Concentrados ante el Consistorio bilbaino, cientos de manifestantes han acompañado por calles céntricas del Botxo a las 30 personas que han iniciado un encierro y ayuno en un local de Indautxu mientras otra marcha en la capital navarra se ha dirigido a las sedes del Parlamento y Gobierno para instar al Ejecutivo de María Chivite a que complemente hasta esa cantidad las pensiones más bajas. 

 

Optimistas se han mostrado las y los pensionistas al arranque de esta semana de lucha hasta que los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea atiendan su reclamación de complementar hasta los 1.080 euros las pensiones más bajas. En Hego Euskal Herria, tras la última subida del 8,5%, son 279.480 personas las que no llegan a los 1.000 euros, de las que 203.200 son mujeres.

Antes de emprender la marcha de Bilbo, Jon Fano ha agradecido el respaldo que ya han logrado con su nueva iniciativa y ha animado a seguir en la lucha hasta lograr su objetivo. A continuación, ha comenzado la manifestación desde el Ayuntamiento de Bilbo hasta el local de la calle Fernández del Campo, donde llevarán a cabo el encierro y ayuno. A lo largo del recorrido, los participantes no han cesado de corear consignas como «pentsionistak aurrera», «jo ta ke irabazi arte», «emakumeak aurrera», «terrorismo es no llegar a fin de mes», «1.080 sí se puede», «lo público no se vende, lo público se defiende», «residencias públicas y gratuitas», «privatizar es robar», «Urkullu atiende, lo público se defiende», «no hay pan para tanto chorizo» o «si no se nos escucha, seguiremos en la lucha».

Movilización de los pensionistas en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Críticos con la reforma

El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria se ha mostrado «muy crítico» con la segunda parte de la reforma presentada el pasado viernes por el Gobierno español a los agentes sociales. «No nos satisface. Estamos a tiempo de mejorar lo positivo y cambiar lo negativo», han apuntado.

«Esta reforma es parte de un proceso de reformas que está recortando pensiones y derechos de las personas pensionistas, reformas que como la del 2011 deberían haber sido derogadas y que esta reforma perpetua», han lamentado.

«Se sigue incumpliendo la Ley 21/2021 al no realizarse la auditoría de la Seguridad Social lo cual es utilizado para sembrar dudas sobre la financiación del sistema. Someter, tal como aparece en la propuesta de reforma, las decisiones futuras a los criterios del Informe de Envejecimiento publicado por la Comisión Europea, la AiReF y el Pacto de Toledo deja la puerta abierta a nuevos recortes de las pensiones», han advertido.

Califican de «positiva» la mejora de las pensiones mínimas, aunque lamentan que en este ejercicio no se alcanzarán los 1.080 euros que reivindican. Instan al Gobierno español y a los partidos políticos a que aprovechen la ocasión de fijarla en esa cantidad siguiendo los criterios de la Carta Social Europea. «Es el momento de conseguirlo y la movilización es como hasta ahora la manera de lograrlo. Las movilizaciones que hemos organizado son más necesarias que nunca», han defendido.

«Está bien retirar la propuesta de incrementar el periodo de cálculo de la pensión hasta los 30 años. Rechazamos que se aumente de 25 a 29 años dicho periodo, aunque se contemple la posibilidad de eliminar los dos años peores y se prorrogue otros diez años la opción de los 25 años provenientes de la reforma del 2011. Según el mismo Banco de España, cada año de aumento del periodo de cálculo ha supuesto un 0,5% de reducción de la pensión. Ni 25, ni 29, ni 30, reclamamos que el periodo de cálculo de la pensión se sitúe en los 15 mejores años cotizados», han expuesto.

Saludan las medidas para reducir la brecha de género, aunque les parecen insuficientes. Reivindican una pensión de viudedad del 100%, así como que se deroguen los coeficientes reductores de la jubilación anticipada con 40 años cotizados.