El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha aprobado este domingo una normativa que rebaja los requisitos para la tenencia de armas de fuego para los ciudadanos israelíes con el pretexto de «combatir la violencia y la criminalidad».
Cualquier soldado de combate que haya terminado su servicio militar en los últimos cinco años, los agentes de la Policía, bomberos y reservistas en activo estarán exentos de la entrevista personal para obtener una licencia de armas, según recoge el portal israelí Walla.
Esta modificación acorta significativamente todo el proceso burocrático, que consiste meramente en presentar una declaración de salud y la aprobación de la Policía.
Ben Gvir considera que los civiles armados son parte fundamental de la estrategia para frustrar «atentados terroristas». «Vamos a hacer lo que sea necesario para que todos los que cumplen los criterios tengan permiso de armas», ha argumentado el propio ministro.
El año pasado se concedieron 10.986 licencias y 4.404 recibieron una aprobación condicional. Otras 17.373 solicitudes seguían siendo examinadas por el departamento, 10.773 estaban a la espera de una entrevista y a 6.600 les faltaba documentación. Además, 9.256 solicitudes fueron rechazadas y otras 217 caducaron, según los datos.
Ben Gvir declaró el jueves que ha decidido duplicar el personal del departamento de licencias de armas de fuego y ampliar su horario de trabajo para poder expedir miles de licencias al mes, según informó su oficina en un comunicado.