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Los Denver Nuggets no acusan la inactividad y arrancan la Final mandando sin titubeos

Los entrenados por Michael Malone, con un nuevo triple doble de Jokic y sacando punta a los desajustes de la defensa de Miami para acudir a la línea de tiros libres, han conseguido imponerse por 104-93, en un duelo que solo ha tenido algo de emoción al final.

Jamal Murray y Nikola Jokic han empezado la Final de la NBA dominando a los Miami Heat.
Jamal Murray y Nikola Jokic han empezado la Final de la NBA dominando a los Miami Heat. (Jamie SCHWABEROW | AFP PHOTO)

DENVER NUGGETS 104 (1) - MIAMI HEAT 93 (0)

Denver Nuggets acaba de jugar su primer partido en unas Finales de la NBA; lo ha jugado llevando la vitola de favorito y lo que es más difícil, ha dominado sin aparentes problemas a unos Miami Heat que pese al partidazo de Adebayo, solo han inquietado, y tampoco demasiado, a los de Colorado en el cuarto final.

Denver ha estado observando con cierta calma cómo Miami Heat y Boston Celtics han estado peleándose en la Final de la Conferencia Este, con ese amago de remontada imposible que los Celtics rozaron, luego de forzar el desempate tras ir con una desventaja de 0-3. A los ganadores de la Final del Oeste, que batieron a los Lakers por un 4-0 incontestable, no les ha sentado mal la inactividad, ya que han dominado el partido a lo largo de los 48 minutos. Solo han vivido un instante de leve zozobra en el último cuarto, pero Nikola Jokic, que casi sin forzar ha sumado otro triple doble a su colección, 27 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias, ha estado al quite para, junto con los 26 tantos de Jamal Murray y los 16 de Aaron Gordon y los 14 puntos y 13 rechaces de Michael Porter, finiquitar el duelo por 104-93.

Denver no ha tirado bien de tres puntos, 8 de 27, aunque ha anotado una canasta en juego más que Miami –40 por 39–, a pesar de disponer de hasta 17 tiros de campo menos –79 contra 96–. En ese sentido, el trabajo de hacer un juego «natural», en base a aprovechar los desajustes defensivos que provoca un Nikola Jokic que, por otro lado, parece que encuentra los pases antes de que existan, ha sido una obra de arte. Los Nuggets han aprovechado esos desajustes defensivos que provoca el estilo en boga en la NBA actual, que significa cambiar de asignación en cada bloqueo. A sabiendas de eso, los de Mike Malone han forzado muchas más faltas –poquísimas, en cualquier caso: 8 contra 15– para acudir a la línea de tiros libres –16 de 20; con un 10 de 12 de Jokic– con cierta asiduidad, mientras que los Heat, amén de lanzar 39 triples, han buscado en la versatilidad y contundencia de Adebayo –26 puntos y 13 rebotes– para replicar, toda vez que Jimmy Butler, con una carta de tiro de 6 de 14, se ha dedicado más a la distribución.

Jokic solo ha lanzado 12 veces a canasta, pero aun así Denver ha conseguido ganar los tres primeros cuartos hasta irse con un más que encarrilado 84-63 al último parcial. Jamal Murray ha sido el mejor artillero de los de Colorado en los primeros minutos, con Gordon y Porter muy atinados en el tercer período.

Solo cuando los pupilos de Erik Spoelstra se han arrimado hasta un 96-87, con dos minutos y medio por jugarse, ha asomado el pívot serbio. Primero, con una asistencia para Caldwell-Pope y después cerrando el partido con cinco puntos consecutivos.

«No es solo que agarras y el balón y lo tiras. La cuestión es tener la oportunidad de tocar el balón, de hacer algo con él, de aprovechar la ventaja, de crear una ventaja. Creo que estamos jugando un estilo realmente bueno de baloncesto», ha explicado el «Joker» el final de este primer partido.

«Así es como aprendí a jugar a baloncesto y creo que está realmente bien. Es verdaderamente difícil defender cuando no sabes quién va a atacar y cómo defender cuando todos se mueven y todos hacen algo», ha añadido.

Jamal Murray ha ahondado en esta explicación. «La clave está en el movimiento del balón, eso es jugar a baloncesto en los Nuggets. Esa es simplemente la manera en la que jugamos. La cuestión es encontrar el hombre abierto y tirar cuando no tienes un defensor. Creo que hemos hecho un buen trabajo manteniendo el balón en movimiento y nuestro ataque nunca se ha quedado estancado. Es difícil defender a todos en lugar de a uno o dos jugadores».