El Gobierno de Uruguay ha decidido que finalmente no convertirá en una paloma el águila de bronce del buque de la Armada nazi Admiral Graf Spee, tras la polémica que se generó por dicha decisión, ha anunciado hoy a la prensa el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien el pasado viernes informó en una conferencia de prensa sobre la idea de crear «un símbolo de paz y de unión» a partir de la mencionada pieza.

«En estas pocas horas que han pasado hay una abrumadora mayoría que no comparte esta decisión. Si uno quiere generar paz lo primero que tiene que hacer es generar unión. Claramente esto no lo ha generado», ha dicho el mandatario.

Ha añadido que sigue creyendo que es «una buena idea» pero que a un presidente le corresponde «escuchar y representar», por lo que se comunicó con el artista y escultor Pablo Atchugarry para informarle de que el proyecto no se llevará a cabo.

El águila fue extraida en 2006 tras permanecer durante décadas en las profundidades del Río de la Plata.

Fue allí donde, durante la conocida como Batalla del Río de la Plata, en plena II Guerra Mundial, el capitán Hans Langsdorff hundió el buque ante la posibilidad de caer preso y luego de un enfrentamiento con los navíos británicos Exeter, Ajax y Achilles.

Desde ese momento, el águila estuvo bajo custodia de la Armada uruguaya, mientras se llevó a cabo un litigio en el que la Justicia debió resolver quién era el propietario de la pieza, que finalmente fue otorgada al Estado uruguayo.

El águila de bronce con una esvástica entre sus garras y sus alas extendidas pesa más de 300 kilos y mide dos metros de alto.