Joseba Iturria
Periodista deportivo. Real Sociedad y ciclismo

Una edición inolvidable para los vascos y para todos los aficionados

El Grand Départ en Euskal Herria llevó al Tour a plantear un recorrido diferente con dureza desde el inicio y, aunque la victoria pudo quedar sentenciada en la sexta etapa, cuando Vingegaard intentó dejar a Pogacar en el Tourmalet, la emoción duró hasta la última semana.

Pello Bilbao celebra su primera victoria en el Tour en Issoire.
Pello Bilbao celebra su primera victoria en el Tour en Issoire. (Anne-Christine POUJOULAT/AFP)

En los Campos Elíseos terminó ayer el Tour más espectacular que se recuerda, con una dura batalla desde el inicio hasta el final, a diferencia de lo que sucedió en el Giro, cuando todo se jugó en la crono del penúltimo día.

Pogacar y Vingegaard se pelearon desde las dos primeras etapas en Pike Bidea y Jaizkibel en un inicio que confirmó que la afición vasca es única. Lo han destacado todos los ciclistas, aunque eso no hace bueno el cambio de la política del PNV, que ha dejado morir lo mejor que construyó, una selección de ciclismo que representó a todos los vascos a nivel internacional y permitió crecer y progresar a muchos ciclistas, para destinar más dinero a acoger etapas de Vuelta y Tour mientras mueren más equipos y carreras vascas.

Cinco de los siete vascos en el Tour formaron parte de la plantilla del Euskaltel Euskadi en 2011 y Omar Fraile también subió al profesionalismo con la Fundación en 2012. En once años solo ha podido salir y ganarse la plaza en el Tour Álex Aranburu, al que dio la oportunidad otro equipo que hizo muy bien las cosas sin ninguna ayuda institucional, Euskadi Murias. Mientras el Uno-X debutaba en el Tour con una filosofía similar que ha permitido formar y progresar a talentos en Escandinavia, Euskaltel-Euskadi sigue sin tener claro su futuro ante la falta de apoyos el año en el que la afición vasca soñaba con su vuelta al Tour.

Sin él solo ha habido siete vascos en la salida, los mismos que en el 2000, antes de que al año siguiente la cifra aumentara a catorce con el debut del Euskaltel Euskadi en la prueba. La actuación de los siete vascos solo es comparable con los que corrieron en 2000, la última vez que se ganaron dos etapas con Javier Otxoa en Hautacam y Txente García en Draguignan. David Etxebarria y Abraham Olano contribuyeron además a la de la Once en la crono por equipos y Joseba Beloki logró su primer podio.

Dos victorias en 13 años

Desde entonces el ciclismo ha cambiado mucho con su globalización y para valorar el mérito de lograr dos victorias en una edición del Tour hay que recordar que en las trece anteriores solo se lograron dos, en 2018 Omar Fraile en Mende y en 2016 Ion Izagirre en Morzine. En 2009 ganó Juanma Garate en el Mont Ventoux, se le quitó a Mikel Astarloza su triunfo en Bourg Saint Maurice, en 2004 Aitor González en Nimes, en 2003 Iban Mayo en Alpe d’Huez y en 2001 Roberto Laiseka en Luz Ardiden.

Pello Bilbao ha encontrado en su victoria y su sexto puesto en la general final el premio a la regularidad desde que en 2019 diera un salto de calidad con sus dos etapas en el Giro. En los cuatro años en Bahrain ha estado entre los mejores en casi todas las carreras. En 2020 acabó decimosexto el Tour y quinto el Giro, pero desde el 4 de abril del 2021 ha terminado entre los trece primeros 25 de las 28 pruebas que ha disputado.

En 2021 fue cuarto en Lizarra, sexto en la Itzulia, segundo en el Tour de Alpes con una etapa, decimotercero en el Giro y noveno en el Tour. En 2022 13º en Valencia, tercero en el Tour de UAE, quinto en Strade Bianche, noveno en Tirreno, undécimo en Lizarra, quinto en la Itzulia con una etapa, cuarto en el Tour de Alpes con otra, quinto en el Giro, tercero en Polonia, segundo con una victoria en Alemania, duodécimo en Quebec y noveno en Montreal.

Y este año ha sido tercero en Down Under con una etapa, cuarto en Valencia y en el UAE Tour, séptimo en Strade Bianche, 43º en Milán San Remo, abandonó la Itzulia enfermo y eso le impidió rendir en Flecha y Lieja. Volvió con un tercer puesto en Aergau y era quinto en Suiza hasta que abandonó el equipo por la muerte de Gino Mäder, que puede estar orgulloso, como todos los vascos, del Tour que le ha dedicado.

Segunda etapa

También tiene mucho mérito Ion Izagirre al lograr su segunda victoria en el Tour con un Cofidis en el que Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia han conseguido ganar dos etapas, con la de Victor Lafay en Donostia, tras quince años de sequía y colocar a Guillaume Martin en el Top 10.

Joxean Fernández Matxin ha ganado tres etapas con Pogacar (2) y Adam Yates y ha colocado a los dos en el podio. Xabier Artetxe y Xabier Zandio han logrado dos victorias con Kwiatkowski y Carlos Rodríguez, quinto en su debut, con gran trabajo de Omar Fraile y Jonathan Castroviejo, decimoquinto en la general sin disputarla. Josu Larrazabal también ha logrado ganar una etapa con Mads Pedersen y la montaña con  Giulio Ciccone.

Más difícil ha sido el Tour para Mikel Landa, que a pesar de ayudar a conseguir tres etapas con Pello Bilbao, Wout Poels y Matej Mohoric, no ha dado su nivel por vez primera desde que disputa la general del Tour, lo que sirve para valorar sus dos cuartos puestos, un sexto y un séptimo en las cuatro participaciones anteriores.

Más duro resultó todavía el Tour del Movistar de Patxi Vila, Txente García, Gorka Izagirre y Álex Aranburu, que encadena cuatro sin ganar tras quedarse Matteo Jorgenson muy cerca de lograrlo en el Puy de Dôme, donde el equipo logró su primera victoria en 1983 con Arroyo. Pero los guipuzcoanos han cumplido, sobre todo Álex Aranburu, con etapas de alta montaña muy meritorias.