Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Adila Bendimerad: «Reinas o esclavas, las mujeres siempre han tenido que ser valientes»

Este 11 de agosto se estrenará en salas ‘La última reina’, una producción argelina protagonizada, escrita, producida y codirigida por Adila Bendimerad. Aborda la vida de un personaje en el que confluyen la historia y la leyenda y en palabras de la directora, «es una epopeya feminista»

Afincada en Argel, Adila Bendimerad es una actriz, guionista, directora y productora argelina, cuyos créditos cinematográficos incluyen ‘Le repenti’, ‘The rooftops’ y ‘Normal!’ de Merzak Allouache y ‘Still burning’ de Georges Hachem, entre otros trabajo interpretativos.

En 2011, fundó en Argel la productora Taj Intaj para respaldar a jóvenes talentos argelinos. En 2014, recibió una nominación al César por ‘Les jours D'Avant’, de Karim Moussaoui, y 'Kindil', de Damien Ounouri, tuvo su estreno mundial en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes de 2016.

En 2022, interpretó el papel protagonista de ‘La última reina’, que también produjo, coescribió y codirigió con Damien Ounouri, y que tuvo su estreno mundial en el Festival de Venecia en la sección Giornate Degli Autori.

El argumento de ‘La última reina’ se escenifica en la Argelia, 1516. El pirata Barbarroja libera Argel de la tiranía de la corona española y se hace con el poder del reino. Se rumoreó que había asesinado al rey Salim Toumi, a pesar de su alianza. Contra todo pronóstico, una mujer le plantó cara: la reina Zaphira.

En su declaración de intenciones, la película se ubica a medio camino entre la historia y la leyenda, y aborda el complejo papel que asumió la protagonista en aquel convulso Argel.

NAIZ
El filme alterna drama, épica y aventura.

Según explicó, Adila Bendimerad la idea de ‘La última reina’ surgió de «a través de un libro sobre Argelia y sus personajes célebres, descubrí a Zaphira, la esposa de un rey, cuya historia oscilaba entre la leyenda y la realidad. Pronto me di cuenta de que este personaje había sido puesto en duda y luego apoyado a lo largo de los siglos por historiadores y cronistas. Cada vez que se la menciona, el entusiasmo se mezcla con el cuestionamiento de su existencia. Me interesé por este conflicto para plantear la cuestión de la supresión de la mujer en la historia y el poder evocador de la leyenda en un periodo crucial y no representado de la historia de Argelia. Leyenda o realidad, esta mujer sigue dejando su huella en el imaginario de los argelinos. Hablé de ello con Damien Ounouri y decidimos dar a este proyecto una dimensión cinematográfica».

«Zafira era disonante, sensual y, sobre todo, polémica»

En relación a los motivos que la llevaron a embarcarse en este proyecto monumental, la directora y actriz reveló que «es cierto que no es una elección convencional, ni esperada para un primer largometraje. Pero para nosotros respondía a una urgencia y a un deseo artístico. Una necesidad política y poética, para Argelia pero también para el mundo. En Argelia ha habido y hay enormes recursos para hacer películas y estatuas que glorifiquen a los héroes nacionales. El resultado son obras abrumadoramente masculinas y, sobre todo, en las que se deshumaniza a los héroes intentando convertirlos en figuras míticas. Las únicas mujeres de las que se habla son las que son reconocidas por sus hazañas con las armas. En medio de todo esto, Zafira era disonante, sensual y, sobre todo, polémica. Gracias al cine hemos podido revelar al resto del mundo algo más sobre nosotros, sobre nuestra historia, sobre nuestra cultura».

Además de Zaphira, el filme incide en otros roles importantes de mujeres.

Además del rol protagonista, encarnado por la propia Bendimerad, en la película asoman otras mujeres que tuvieron un peso importante en el desarrollo de la historia.

Ejemplo de ello es Chegga, interpretada por Imen Noel. Sobre este personaje, la directora explicó que «Chegga fue política de nacimiento. Fue escuchada por los hombres gracias a la legitimidad que le otorgó la tribu de su padre. Zafira, la segunda esposa del rey, está enemistada con su padre y sus hermanos. Como resultado, no tiene protección y nadie la escucha. Lo 'esperado', sobre todo en una ópera prima feminista copmo la que he querido filmar, hubiera sido elegir a Chegga, la política, como personaje central. Hubiera sido posible y emocionante, pero no quería asociarme con lo convencional. Como mujer, me gusta escribir historias sobre el mundo, no sobre mi propia condición. Lo que me gusta es centrarme desde el principio en la cuestión de la condición humana, con estos personajes que luchan hasta el amargo final con los medios de que disponen. En este sentido, el viaje de Zaphira no es algo obvio».

Finalmente, y en relación a otro personaje femenino como es Astrid, la esclava liberada –interpretada por Nadia Tereszkiewicz–, la directora reveló que «en un momento determinado, Astrid le dice a Barbarroja sobre la reina Zaphira: ‘Quería hacer daño a esta mujer, pero esta mujer me recuerda a mí misma cuando era una esclava que luchaba sola’. Reinas o esclavas, las mujeres a lo largo de la historia no han tenido más remedio que ser valientes. Nuestra película es una epopeya feminista».