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Combates entre la policía y un grupo serbio causan al menos 4 muertos en Kosovo

Un grupo de serbios armados ha atacado a la policía kosovar en un enfrentamiento que ha tenido lugar en la aldea de Banjska, a unos doce kilómetros de la frontera serbia. Al menos tres atacantes han muerto y otros seis han sido detenidos, según las fuerzas de seguridad kosovares.

Fuerzas de seguridad kosovares en la entrada del monasterio de Banjska.
Fuerzas de seguridad kosovares en la entrada del monasterio de Banjska. (HANDOUT | AFP)

Un policía ha muerto en un ataque de serbios armados y otro fue herido esta madrugada en el mismo incidente en el norte de Kosovo, según ha informado el primer ministro kosovar, Albin Kurti, en la red social Facebook. Tres miembros del grupo armado han perdido la vida en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad kosovares y seis han sido detenidos.

Según un comunicado de la policía kosovar publicado en el diario Koha Ditore de Pristina, las cuatro personas armadas detenidas tenían instrumentos de radiocomunicación y significativas cantidades de armamento y municiones.

Kurti ha señalado que se trataba de «un ataque terrorista» y que los atacantes fueron «profesionales con máscaras y armas pesadas». «La fuente de ataques de armas de fuego es el monasterio de Banjska en (el distrito de) Zvecani y sus alrededores», ha asegurado el ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Svecla.

Durante la tarde, la policía kosovar ha entrado en el monasterio de Banjska. Los agentes han escoltado a un lugar seguro a los monjes y fieles, encerrados en el interior del santuario durante los combates. La Iglesia Ortodoxa Serbia ha confirmado que el grupo armado ha abandonado el monasterio de Banjska y que la situación ahora está tranquila.

Por precaución, la policía kosovar ha cerrado los pasos fronterizos con Serbia de Jarinje y Brnjak.

Señalan que los ataques del grupo contra la policía con armas pesadas continúan y que los atacantes están usando «diversos lugares y establecimientos privados, también dentro y alrededor del monasterio de Banjska, como refugio y parapeto de ataques contra la policía». Se trata de un municipio ubicado a una docena de kilómetros al noroeste de Mitrovica, la principal ciudad con población serbia en Kosovo, y a una distancia similar de la frontera serbia.

Svecla ha dicho que la mayor parte del grupo se ha atrincherado tras barricadas en el patio del monasterio y, como ya ha hecho anteriormente Albin Kurti, ha exigido su rendición. «El ataque, que todavía persiste, proviene de una unidad profesionalmente preparada de más de 30 personas uniformadas, enmascaradas y equipadas militarmente con vehículos blindados y diferentes armas pesadas», ha informado el ministro.

El ministro del Interior de Kosovo ha indicado que seis asaltantes han sido detenidos y que «la acción de búsqueda de los atacantes continúa», sin explicar si estos han salido del patio del monasterio, ni cómo lograron hacerlo, cuando la policía aseguraba tenerlos cercados.

El policía muerto es un sargento, y el herido, que no está en riesgo de muerte, es miembro de la Policía fronteriza, ha agregado Kurti. «Condenamos este ataque criminal y terrorista. Una criminalidad organizada con apoyo oficial político, financiero y logístico de Belgrado está atacando nuestro país», ha escrito el primer ministro.

Según un comunicado de la policía kosovar transmitido por el diario ‘Koha Ditore’, el incidente ha ocurrido cuando la Policía ha acudido a un lugar en Banjska en que se había denunciado un bloqueo de carretera. Dos camiones sin matrículas estaban siendo posicionados sobre un puente para bloquear la entrada a Banjska, pero al llegar la Policía personas desconocidas han empezado a disparar contra los agentes y a tirar granadas.

La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, ha suspendido, según el mismo diario, su visita a Nueva York al recibir informaciones sobre el ataque. A través de la red social X ha apuntado que se trata de «un ataque planificado, orquestado y ejecutado por grupos criminales de Serbia», describiendo el incidente como «otro intento de Serbia de desestabilizar Kosovo».

Tanto Estados Unidos, a través de su embajador en Pristina, Jeffrey Hovenier, como la Unión Europea, por medio de su alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, han condenado el ataque, pidiendo que pare «inmediatamente».