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Israel también ataca las panaderías de Gaza dejando decenas de muertos y a miles sin alimento

Al bloqueo de la ayuda humanitaria y los bombardeos sobre hospitales, Israel ha sumado en las últimas horas los ataques contra panaderías, causando la muerte de 20 personas y dejando sin suministro de alimento a decenas de miles.

Palestinos recuperan el cadáver de una persona en un edificio bombardeado en Rafah.
Palestinos recuperan el cadáver de una persona en un edificio bombardeado en Rafah. (Mohammed ABED | AFP)

La aviación israelí atacó este jueves las inmediaciones de dos panaderías en las que numerosas personas hacían cola para conseguir pan, causando la muerte de veinte personas en la ciudad de Gaza y de otras cinco en el campo de An Nussairat, según informaciones recogidas en un reporte de hoy de Naciones Unidas.

El día anterior, una de las seis panaderías contratadas por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU y que suministraba pan a 12.000 personas sufrió daños y dejó de funcionar, agrega el informe diario sobre la situación en Gaza que publica la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas.

Ahora la gran mayoría de panaderías no pueden funcionar por la escasez de ingredientes esenciales, en particular harina de trigo, que se calcula se agotará totalmente en menos de una semana.

Por otra parte, se reitera que los hospitales están al borde del colapso debido a la falta de energía, medicamentos, equipos y personal especializado, y para mantener operativas las salas de urgencias se prevé la interrupción en breve de los procedimientos vitales como la esterilización y la diálisis.

Además, más del 60 % de los centros de atención primaria han tenido que cerrar.

La ONU señala que es muy preocupante la situación de más de 9.000 enfermos de cáncer, cuya supervivencia depende de quimioterapias, por lo cual el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único centro de Gaza que proporciona este tratamiento, lucha por mantenerse operativo y depende de un único generador de electricidad.

Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, 79 familias han perdido a diez o más de sus miembros; 85 familias de 6 a 9 miembros, y 320 familias de dos a cinco de sus miembros. En trece días, los bombardeos de Israel han causado 3.785 muertos.

Otros 21 muertos en Khan Yunis

Asimismo, el Ejército de Israel ha bombardeado seis edificios residenciales en la ciudad de Khan Yunis, situada en el sur de la Franja de Gaza, a apenas 10 kilómetros del paso de Rafah. Entre las víctimas mortales, que ascienden al menos a 21, hay ocho miembros de una misma familia, según ha informado la agencia de noticias palestina WAFA.

Previamente, un grupo de relatores especiales de Naciones Unidas ha lamentado la «inacción de la comunidad internacional» ante los crímenes de guerra cometidos por Israel tanto en la Franja de Gaza, como en Cisjordania, donde han aumentado las operaciones del Ejército israelí en las últimas semanas.

Por su parte, el Ejército de Israel ha resaltado que también se ha destruido «infraestructura terrorista» y «armamento» situado «en una mezquita en Jabalia», al norte de Gaza, antes de argumentar que el edificio religioso era usado «como puesto de observación y punto de reunión de terroristas asociados con Hamas».

Este ataque se suma al realizado el pasado miércoles contra otra mezquita, en el campo de refugiados de Al Nuseirat, situado en la localidad de Deir al Balah, donde fallecieron al menos 30 personas.

Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias Maan, la mezquita alcanzada esta noche es la de Al Omari, en el norte de la Franja de Gaza, que habría quedado completamente destruida.

El jueves también se produjo un bombardeo contra la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio, la más antigua en la Franja, que se saldó con la muerte de al menos 17 personas. El edificio, que servía como refugio para cientos de desplazados, ha sufrido graves daños materiales. El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalem ha condenado «firmemente» el bombardeo israelí contra la citada iglesia y ha resaltado que «atacar iglesias y sus instituciones, junto al refugio que dan para proteger a ciudadanos inocentes, especialmente a niños y mujeres que han perdido sus hogares por los bombardeos israelíes contra zonas residenciales durante los últimos trece días, es un crimen de guerra que no puede ser ignorado».