Nerea Lauzirika
Bilbo

Recuerdo en Bilbo a quienes no han podido sumarse a la huelga

Desde primera hora han llevado a cabo varios piquetes en Bilbo con motivo de la Huelga Feminista General y, a media mañana, las y los huelguistas se han manifestado recorriendo la Gran Vía hasta llegar al Ayuntamiento. Han denunciado que muchas trabajadoras no han podido unirse a la huelga.

Centenares de personas han participado en la manifestación.
Centenares de personas han participado en la manifestación. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Si el día ha empezado con los piquetes que han llevado a cabo las y los huelguistas en varios puntos de Bilbo, a media mañana las calles de la capital vizcaina se han llenado para la movilización convocada con motivo de la Huelga Feminista General. Han subrayado que hay muchas trabajadoras que no tienen derecho a huelga.

La manifestación ha comenzado ante la sede de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno español, a la altura de Gran Vía 50, para finalizar frente al Ayuntamiento. Allí, la portavoz de Euskal Herriko Bilgune Feminista Naia Torrealdai ha mostrado su apoyo a las huelguistas que han sido detenidas e identificadas.

Ha denunciado que el sistema de cuidados se encuentra en «colapso» y ha puesto en valor la huelga como herramienta más adecuada para hacerle frente. Torrealdai ha valorado positivamente la jornada: «El de hoy es un día para reivindicar todo un futuro».

La coordinadora general de LAB Garbiñe Aranburu ha interpelado a la patronal, ya que ha asegurado que les corresponde reducir la jornada laboral para que los cuidados puedan ser puestos en el centro. Ha tachado de «ineficaces» las políticas de conciliación impulsadas por las instituciones. La secretaria general adjunta de ELA Amaia Muñoa ha querido poner en valor la «gran aportación a la igualdad» que han hecho quienes han participado en la huelga.

A su paso por la Gran Vía, las y los manifestantes han provocado el cierre de los comercios. «No estamos todas, faltan las internas» ha sido una de las reivindicaciones que más se han oído a lo largo de la manifestación, así como las consigas que recalcaban que esta era una huelga feminista y, por lo tanto, «antirracista y anticapitalista». Y es que han sido muchas las mujeres que, a pesar de querer unirse a la jornada de huelga, no han podido hacerlo al no tener derecho a huelga.

Algunas comercios se han resistido a bajar la persiana al paso de la manifestación. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Es el caso de las trabajadoras de residencias, que tienen establecidos unos servicios mínimos del 100 %, o el de las empleadas del hogar. Sobre todo estas últimas son en su mayoría mujeres migradas que se encuentran en situación de desamparo por no tener la documentación en regla, apoyo familiar y social y conocimiento del entorno.

La manifestación ha hecho una parada frente a la Diputación, dónde la trabajadora del Ifas María Apellaniz ha expuesto la situación de la plantilla de este organismo. Ha denunciado, por ejemplo, que solo el 6% de las plazas residenciales de Bizkaia para personas mayores es de gestión pública.

 

Representaciones para ilustrar la realidad

La movilización ha terminado frente al Ayuntamiento, donde han llevado a cabo un pleno ciudadano performativo. Después, un amplio grupo de mujeres migradas ha realizado otra performance frente a la Oficina de Extranjería. En la misma, han expuesto que, además de trabajar en condiciones muy precarias, llegan a no tener ningún día libre y a sufrir agresiones sexuales.

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