El gasto militar continúa desbocado a nivel mundial

Solo cinco países copan el 60% del gasto militar mundial, que en 2023 fue de 2,22 billones de dólares. La guerra en Ucrania ha disparado este dispendio en muchos estados, hasta superar cifras de la Guerra Fría. Mientras, la OTAN pide a sus miembros que destinen a la Defensa el 2% de su PIB.

En la imagen, el miembro del Ejército estadounidense en un portaviones USS Carl Vinson.
En la imagen, el miembro del Ejército estadounidense en un portaviones USS Carl Vinson. (Richard A. BROOKS | AFP)

El gasto militar es una parte importante del presupuesto de muchos Estados, que consideran indispensable no solo salvaguardar sus fronteras, sino también velar por sus intereses socioeconómicos en terceros países. El armamento nuclear centra gran parte del gasto militar en los presupuestos de los países con este tipo de tecnología militar.

El portal Wisevoter cifra en cerca de 2,22 billones de dólares el gasto militar mundial en el pasado año 2023. EEUU es el país con un mayor presupuesto militar, con 876.900 millones de dólares. Le siguen China, con 292.000 millones de dólares, y Rusia, con 86.400 millones de dólares destinados a Defensa. India y Arabia Saudí completan los cinco primeros puestos con presupuestos de 81.400 y 75.000 millones de dólares, respectivamente. Gran Bretaña (68.500 millones), Alemania (55.800 millones), Estado francés (53.600 millones), Corea del Sur (46.400 millones) y Japón (46.000 millones) cierran la lista de los diez países con un mayor gasto militar.

Es interesante observar que los cinco primeros países representan por sí solos casi el 60% del gasto militar mundial y que EEUU gasta más en su Ejército que los siguientes once países juntos. Además, el Gobierno estadounidense ha aumentado su gasto militar en los últimos años, mientras que China lo ha venido haciendo de forma constante durante la última década. Otros países, como Alemania y Canadá, han incrementado su gasto más recientemente, en respuesta a los acontecimientos mundiales, como la guerra entre Rusia y Ucrania. Por otra parte, algunos países, entre los que se encuentra Japón, han llevado a cabo políticas de reducción de su gasto militar. En general, este tipo de dispendio sigue siendo un aspecto significativo de los presupuestos de muchos países, y la asignación de esos fondos puede ser a menudo un reflejo de las prioridades del país y de las relaciones políticas mundiales. En este sentido, destacan países como Rusia y EEUU, que destinan, respectivamente, el 4,1% y el 3,5% de su PIB al gasto militar, pero también estados africanos como Argelia (4,8%) o Marruecos (3,9%).

Un año antes, en 2022, el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) ya advertía de que el gasto militar mundial alcanzó un nuevo récord histórico, llegando hasta los 2,24 billones de dólares. En total, el gasto militar mundial aumentó un 3,7% respecto al año anterior, creciendo por octavo año consecutivo. Esta situación se debe, en parte, al aumento de este dispendio en Europa: en 2022, el viejo continente registró el mayor incremento interanual de los últimos 30 años, con un 13% más de gasto, que el SIPRI atribuye al gasto ruso y ucraniano derivado del conflicto entre ambos países. «La ayuda militar a Ucrania y la preocupación por el aumento de la amenaza rusa influyeron notablemente en las decisiones de gasto de muchos otros países, al igual que las tensiones en Asia Oriental», señala el instituto.

En este sentido, el investigador sénior del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI, Nan Tian, señala que «el continuo aumento del gasto militar mundial en los últimos años es un signo de que vivimos en un mundo cada vez más inseguro», y que, por ello, «los estados están reforzando su fuerza militar en respuesta al deterioro del entorno de seguridad, que no prevén que mejore en un futuro próximo».

Datos de la Guerra Fría

El gasto militar de los Estados de Europa Central y Occidental ascendió a 345.000 millones de dólares en 2022. En términos reales, el gasto de estos países superó por primera vez el de 1989, cuando finalizaba la Guerra Fría, y fue un 30% superior al de 2013. Varios países aumentaron significativamente su gasto militar tras el inicio de la guerra de Ucrania en febrero de 2022, mientras que otros anunciaron planes para elevar los niveles de gasto en periodos de hasta una década. Algunos de los aumentos más pronunciados se registraron en Finlandia (+36%), Lituania (+27%), Suecia (+12%) y Polonia (+11%).

Sobre el papel de la OTAN, el gasto militar de sus miembros ascendió a 1,232 billones de dólares en 2022, un 0,9% más que en 2021. Así, el Estado español es el decimosexto país del mundo que más invierte en gasto militar, con 20.000 millones de dólares destinados a este apartado, según Wisevoter. Este portal cifra en 166 el número de buques de guerra y en 175 el de aeronaves militares con las que cuenta el Ejército español, conformando, respectivamente, las decimoctava y vigesimosegunda flotas más extensas del planeta.

Precisamente, la ministra española de Defensa, Margarita Robles, explicó el pasado jueves que el Gobierno prevé alcanzar el 1,3% del PIB en inversión en Defensa en 2024, con la vista puesta en lograr el 2% pactado con los socios de la OTAN para 2029. Tal como afirmó Robles durante su comparecencia en la Comisión de Defensa en el Congreso, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha mostrado su «compromiso» con la inversión en Defensa, al pasar de un 0,93% del PIB en 2018 al 1,24% en 2023 tras una década de «infrafinanciación».

Por su parte, el Estado francés gastó 54.000 millones de dólares en Defensa en 2021, lo que representa el 1,9% de su PIB. El Estado francés es una potencia nuclear y un aliado clave de la OTAN, participando activamente en operaciones «antiterroristas» en África y Oriente Medio y ha aumentado su presencia militar en la región Indo-Pacífica para contrarrestar la creciente influencia china. En cuanto a su arsenal, el Estado francés cuenta con 126 buques de guerra y 280 aeronaves militares, además de sumar 280 cabezas nucleares.

Armas nucleares

Según los datos recogidos en el informe ‘SIPRI Yearbook 2023. Armaments, Disarmament and International Security’, EEUU, Rusia, Gran Bretaña, Estado francés, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel poseían, a inicios del año pasado, aproximadamente unas 12.512 armas nucleares, de las que estarían operativas más de 9.500. De estos nueve estados, EEUU (1.770), Rusia (1.674), Estado francés (280) y Reino Unido (120) habrían desplegado un total de 3.844 ojivas con fuerzas operativas, de las que unas 2.000 se mantuvieron en «estado de alerta operativa alta». Sin embargo, el instituto celebra que «el número de ojivas nucleares en el mundo sigue disminuyendo», si bien señala que se debe «sobre todo al desmantelamiento ruso y estadounidense de sus ojivas retiradas». Ambas potencias tienen en marcha «extensos y costosos» programas para sustituir y modernizar sus ojivas nucleares y sus sistemas vectores balísticos, aéreos y submarinos, así como sus instalaciones de producción de armas nucleares.

Por otro lado, China se encuentra en un proceso de modernización y ampliación de su arsenal nuclear, lo que hace indicar un crecimiento de sus reservas nucleares a lo largo de la siguiente década, hasta llegar, según algunas proyecciones, a la par de Rusia y EEUU. Si bien cuentan con arsenales más reducidos, también India y Pakistán se encuentran desplegando nuevos sistemas de armas nucleares; y Gran Bretaña, por su parte, anunció el pasado año la intención de aumentar sus reservas. Un caso especial es el de Corea del Norte, país que basa gran parte de su estrategia de seguridad nacional en el desarrollo de un potente programa nuclear. Durante 2022, la República Popular Democrática de Corea llevó a cabo más de 90 ensayos balísticos, el mayor número realizado en un solo año, y habría ensamblado hasta 30 armas nucleares.

Todos estos datos han sido recogidos por el SIPRI en su informe de 2023, aunque el propio instituto subraya la «poca transparencia» que existe en general en el apartado del gasto nuclear y que «la disponibilidad de información fiable sobre el estado de los arsenales nucleares y la capacidad de los estados que tienen armas nucleares varía mucho». En algunos casos, las estimaciones pueden basarse en la cantidad de material fisionable –plutonio y uranio altamente enriquecido (UAE)– que se cree que ha producido un país y en observaciones de fuerzas balísticas.