Pello Guerra

El Ayuntamiento de Zizur Zendea veta a un gigante que representa a un fusilado en 1936

El veto a un gigante que representa a un fusilado en 1936 y la obligación de llevar un determinado pañuelo festivo exigidos por el Ayuntamiento de Zizur Zendea han supuesto que no se haya firmado un convenio de colaboración con la Comparsa Tartalo, que se ha negado a aceptar esas imposiciones.

Imagen del gigante del ferroviario vetado por el Ayuntamiento de Zizur Zendea.
Imagen del gigante del ferroviario vetado por el Ayuntamiento de Zizur Zendea. (NAIZ)

La firma de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Zizur Zendea y la Comparsa Tartalo no se ha llevado a cabo ante el rechazo de esta última a las exigencias incluidas para este año por el Consistorio en el documento, que imponen el uso de un determinado pañuelo festivo y qué gigantes pueden participar en las actuaciones del grupo con financiación municipal.

La polémica se ha desencadenado al llegar el momento de acordar el citado convenio para el año 2024 entre el Ayuntamiento y Tartalo Konpartsa. Esta entidad se creó en el año 2022 «con el esfuerzo de los padres y madres, y la inquietud de los niños» con el objetivo de «amenizar y alegrar los pueblos de nuestra Cendea», según señala Iñigo Leyun, uno de esos padres.

Como en un primer momento no estaba constituida como asociación en el Gobierno de Nafarroa, el Consistorio les negó el uso de locales en el polideportivo de Astrain para poder ensayar los miércoles con los 15 niños que se habían apuntado a la comparsa. Finalmente, el Concejo de Undiano les cedió un local para poder dar comienzo a la actividad.

Una vez iniciados los trámites para constituirse oficialmente como asociación, a principios de enero de 2023, Tartalo se dirigió de nuevo al Consistorio para la firma de un convenio «en igualdad de condiciones que el resto de colectivos». En el mismo se contemplaba «una actuación en cada pueblo de la Cendea en fiestas» a cambio de financiación para poder empezar a construir los gigantes. La cantidad fijada fue de 3.000 euros.

Según detalla Leyun, personas del Concejo de Astrain realizaron un gigante llamado Agapitarita, que les donaron. Por su parte, el Concejo de Paternain hizo un kiliki con forma de hormiga para la comparsa.

A estas figuras se sumó una donación de la Asociación de Fosas de la Sierra del Perdón, que consistió en un gigante con estampa de ferroviario que representa a los ocho vecinos de Iruñea que trabajaban en la estación de tren de Arrotxapea y que fueron fusilados en 1936 por los sublevados en Nafarroa. Los restos de estas víctimas del franquismo fueron encontrados en una fosa en Paternain en el año 2022.

Esta figura fue realizada en un taller artesanal de Erriberri y financiada con ayuda del Gobierno de Nafarroa.

Estos gigantes participaron en las actuaciones que llevó a cabo Tartalo en 2023 y que contaron con los 3.000 euros de financiación por parte del Consistorio a pesar de que el convenio entre ambas entidades no se llegó a firmar oficialmente al estar en trámite el reconocimiento de la comparsa como asociación por parte del Ejecutivo.

Obligaciones añadidas en 2024

Y así se ha llegado a 2024 y al momento de firmar definitivamente el correspondiente convenio de colaboración, en el que, para sorpresa de los responsables de la comparsa, el Consistorio había introducido una serie de añadidos respecto al documento que les había presentado el año anterior.

En el apartado quinto, bajo el epígrafe de ‘Obligaciones de la beneficiaria’, se han incorporado unos párrafos en los que se establece que «la comparsa tendrá un fin lúdico, y debe representar a todos los vecinos y vecinas de la Cendea de Cizur, por lo que deberá tener neutralidad política e ideológica».

Y va más allá al indicar que «preferentemente los gigantes representarán tradiciones y oficios de la Cendea de Cizur, como oficios del campo, yeseros, peregrinos, caballeros de la Orden de Malta.... Por lo tanto y en aras de asegurar su fin, la descripción de los gigantes (nombre y a qué representan) deberá ser presentada y aprobada por el personal técnico y la presidencia de la Concejalía de Cultura».

Incluso se establece que «la enseña distintiva de la comparsa serán pañuelos rojos con el escudo de la Cendea de Cizur».

Ante estas nuevas exigencias, la comparsa ha decidido no firmar el convenio, a pesar de que le supone quedarse sin financiación, como reconoce Leyun. Pero es que sus integrantes no están dispuestos a renunciar al pañuelo de cuadros que lucen –«nos negamos a renunciar a nuestra identidad»– y, por otro, a asumir el veto impuesto por el Consistorio al gigante del ferroviario.

En una de las reuniones mantenidas con la concejala de Cultura, Teresa Rouzaut, desde la comparsa se le pidió explicaciones sobre ese veto, a lo que la interpelada afirmó que «el ferroviario formó parte de uno de los bandos de la guerra». Ante su afirmación, Leyun le replicó que en Nafarroa «no hubo frente de guerra y lo que hubo fueron 3.700 personas asesinadas y enterradas en cunetas», entre las que figuran «los trabajadores de la estación, que fueron separados de sus familiares y amigos, y asesinados y enterrados en Paternain. Hechos desaparecer durante 86 años».

Pese a esas explicaciones y ante la insistencia del Ayuntamiento en mantener las condiciones incorporadas este año como imprescindibles para firmar el convenio, la comparsa decidió no rubricarlo.

Agravio comparativo

Lo sucedido con el convenio de Tartalo terminó llegando al pleno celebrado el pasado 20 de marzo por el Ayuntamiento de Zizur Zendea de la mano de Cendea Aurrera, que pidió explicaciones al equipo de gobierno.

El Consistorio está gobernado por Haciendo Cendea, siglas bajo las que se encuentran personas de derechas que formaban parte de UPN, pero que se desvincularon de esa formación a raíz de la expulsión de Sergio Sayas y Carlos García Adanero por saltarse la disciplina de voto con la reforma laboral. Ese grupo, próximo a PP y Vox, según señalan desde Zizur, cuenta con seis concejales, frente a los tres de Cendea Aurrera y los dos concejales de UPN.

En ese pleno, Rouzaut señaló que el Ayuntamiento aboga por «la apoliticidad de los gigantes». Y ante las críticas de Cendea Aurrera por vetar a una figura que representa a un ferroviario víctima del franquismo y echarle en cara su «falta de sensibilidad», la concejala de Cultura respondió que «revivir lo que se vivió en la Guerra Civil no nos parece apropiado a través de un gigante en unas fiestas. Todos tenemos en la Cendea familiares cercanos de uno y otro bando y todos hemos sufrido muertes en nuestros familiares. No creemos que sacar eso a la luz en un entorno festivo produzca nada bueno». Argumentos que fueron rechazados por Cendea Aurrera siguiendo lo ya expuesto en su día por Leyun.

Además, los representantes de Haciendo Cendea insistieron en ese pleno que si la comparsa «quiere llegar a un acuerdo, se firmará un convenio. No se ha intentado romper con la comparsa, pero no se ha llegado a un acuerdo».

Pero Cendea Aurrera les echó en cara tanto el veto al gigante, que fue reconocido expresamente por Rouzaut ante su insistencia, como la imposición del pañuelo. Sobre todo, teniendo en cuenta el agravio comparativo que supone respecto a lo sucedido con el convenio firmado con el Club Deportivo Cendea de Zizur.

En ese último caso, a la hora de establecer las condiciones del convenio, desde Cendea Aurrera «hicimos una propuesta para que el nombre del club fuera bilingüe. Y uno de los argumentos para ser rechazada era que el Ayuntamiento no podía interferir en una entidad privada que tiene sus propios estatutos. Entonces, ¿por qué ahora el Ayuntamiento sí puede interferir y tiene que decir qué pañuelos debe llevar o qué gigantes puede sacar la comparsa?». Esa es la cuestión.