Las pocas esperanzas de que Israel pare la sangría de Gaza y se alcance un alto el fuego parecían extinguirse con las palabras del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien aseguró ayer que el Ejército israelí asaltará la ciudad de Rafah «con o sin acuerdo» de tregua.

«Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamas allí, con o sin acuerdo», aseguró Netanyahu durante una reunión con familiares de israelíes cautivos y víctimas del ataque del 7 de octubre.

La actitud de Israel en la negociación, ahora con la mediación de Egipto, ha sido durante meses de dilación y sabotaje, según denunció la mediación qatarí. Netanyahu confirma ahora que la prioridad es arrasar toda Gaza antes que la liberación de los prisioneros, al lanzar la amenaza mientras Hamas estudia la última propuesta de tregua. Esta última oferta contempla un alto el fuego de 40 días y la liberación de miles de presos palestinos a cambio de cautivos en Gaza.

El negociador de Hamas, Zaher Jabareen, indicó que es «demasiado temprano para hablar de una atmósfera positiva», pese a las «esperanzas» que albergaba Egipto. El movimiento islamista exige un alto el fuego permanente, la retirada de las tropas israelíes del territorio y un calendario claro para la reconstrucción.

Israel se opone a un alto el fuego permanente y, según varios medios, inicialmente reclamaba la liberación de 40 cautivos, aunque después ha reducido el número. Pero cualquier propuesta israelí parece solo un intento de prolongar las matanzas en Gaza.

«La idea de que pararemos la guerra antes de alcanzar todos sus objetivos está fuera de toda discusión», aseguró Netanyahu.

Sus aliados ultras, que reclaman la destrucción total de la Franja, refuerzan su apuesta por continuar la ofensiva, como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que ayer volvió a amenazar con romper el Ejecutivo de coalición si Netanyahu decide no entrar en Rafah y accede a negociar.

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La incursión terrestre en Rafah, donde malviven 1,5 millones de personas, la mayoría desplazadas del resto de la Franja bombardeada sin cesar durante más de seis meses, supondría una catástrofe que multiplicaría el nivel del exterminio de población llevado a cabo hasta ahora. Israel ha matado ya a 34.500 personas, se estima que otras 10.000 siguen desaparecidas bajo los escombros y ha forzado el desplazamiento del 80% de la población.

Organizaciones internacionales y gran parte de la comunidad internacional, incluido EEUU, han advertido contra esta ofensiva, pero Washington sigue evitando una presión eficaz a Netanyahu. Pese a las declaraciones del primer ministro israelí, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a quien apeló ayer fue a Hamas para que acepte «sin tardar más» la oferta de tregua.

Netanyahu ha lanzado el órdago coincidiendo con la enésima gira de Blinken por Oriente Medio, y poniéndole difícil volver con un acuerdo de tregua que pueda calmar las cada vez más numerosas protestas en EEUU. Blinken busca tapar la millonaria ayuda militar estadounidense a israel con otro llamamiento a redoblar la «ayuda humanitaria», pero sin parar los bombardeos. Parte de esa estrategia es el puerto que EEUU construye en Gaza, supuestamente para enviar ayuda, pero con probables objetivos estratégicos a largo plazo.

Rechazo al TPI

El desafío de Netanyahu se extiende también a la defensa de la impunidad sionista. Así, arremetió contra la autoridad del Tribunal Penal Internacional ante la posibilidad de que emita esta semana órdenes de arresto contra altos cargos israelíes. Netanyahu afirmó que el TPI «no tiene autoridad sobre el Estado de Israel».

«La posibilidad de que emita órdenes de arresto por crímenes de guerra contra comandantes de las Fuerzas Armadas y líderes estatales es un escándalo a escala histórica», manifestó.

El primer ministro israelí volvió a esgrimir «la capacidad del Estado de Israel para defenderse» y el supuesto «antisemitismo» como argumentos para oponerse a este tribunal.

Según el diario “Haaretz”, las órdenes de arresto serían contra Netanyahu; el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Ejército, Herzl Halevi, sin que se vieran afectados funcionarios de rango inferior.

Además, fuentes gubernamentales insinuaron que tanto el Ministerio de Justicia, como los abogados del Ejército, están tratando de evitar que se llegue a ese punto, algo en lo que también colaboran países amigos de Israel, con Estados Unidos a la cabeza.

No obstante, Netanyahu advirtió de que ninguna decisión, se tome donde se tome, frenará a Israel.

La CIJ rechaza adoptar medidas contra Alemania

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechazó ayer imponer medidas cautelares a Alemania para que deje de dar apoyo político, financiero y militar a Israel, como había solicitado Nicaragua. «Basándose en la información fáctica y los argumentos jurídicos presentados por las partes, el tribunal concluyó que, «por el momento, las circunstancias no son tales como para requerir el ejercicio de su poder en virtud del artículo 41 del estatuto para indicar medidas provisionales». El presidente de la corte, el juez Nawaf Salam, explicó que el tribunal, que sigue estando «profundamente preocupado por las catastróficas condiciones de vida de los palestinos», adoptó esta decisión por 15 votos a favor y uno en contra.

El pasado 8 de abril, Nicaragua solicitó a la CIJ exigir a Alemania cesar de proveer apoyo político, financiero y militar a Israel ante su campaña de destrucción del pueblo palestino, ya que a su juicio viola la Convención del Genocidio, e instó a Berlín a diferenciar su compromiso con el pueblo judío del Gobierno israelí. Nicaragua asegura que Alemania está violando en particular la Convención de la ONU sobre el Genocidio, de 1948, creada después del Holocausto Además, denuncia que Berlín facilita la comisión de un genocidio en Gaza con la retirada de su financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa).

Un grupo de manifestantes palestinos expulsó al representante alemán en Cisjordania, Oliver Owcza, de un evento

Por su parte, Alemania argumentó que la seguridad de Israel está «en el centro» de su política exterior y rechazó las acusaciones de Nicaragua.

El tribunal subrayó que, según Alemania, el 98 % de las licencias de armas concedidas desde octubre pasado conciernen a otros equipos militares y no «a armas de guerra». En todo caso, los jueces consideraron «especialmente importante recordar a todos los Estados» sus obligaciones en relación con la transferencia de armas a las partes en un conflicto armado, con el fin de evitar el riesgo de utilizarse para violar la Convención contra el Genocidio.