Sancha de Aragón

Para una obispa sin igual

Si los sanfermines están dedicados al primer obispo de Iruñea, siendo la única mujer que ha llevado esa mitra (o cualquier otra de la Iglesia católica), tengo derecho a tirar el txupinazo.

Sancha de Aragón, primera candidata imposible a lanzar el txupinazo
Sancha de Aragón, primera candidata imposible a lanzar el txupinazo (Exprai)

Soy hermana del rey Sancho Ramírez, me llamo Sancha de Aragón y me hice cargo de la diócesis de Pamplona en el año 1082 por orden del soberano para implantar el rito romano en lugar del mozárabe, tal y como pedía el Vaticano, y ante la resistencia del titular de la sede, mi también hermano García Ramírez. Se me dio tan bien la tarea, que llegué a dirigir el monasterio femenino de Santa Cruz de la Serós, sin llegar a tomar los votos, y el monasterio masculino de San Pedro de Siresa.

Considero que esa doble circunstancia me convierte en un caso extraordinario y ajeno a la ley canónica de la Iglesia católica, así que no me explico cómo es posible que no se haya pensado en mí para lanzar el txupinazo. Hija y hermana de reyes, y para colmo obispa de Pamplona, el mismo cargo que San Fermín. ¿Qué más necesito?

Entiendo que para la gente más tradicional y conservadora, sea una “rara avis” y que me vean como una seria competidora del santo moreno, porque soy única. Pero en estos tiempos de paridad, mi figura representa mejor que nadie la lucha contra el heteropatriarcado y un txupinazo igualitario donde los haya.

Ataviada con la mitra, el báculo pastoral y el manto, puedo prometer y prometo que mi “capotico” también es efectivo en el encierro.

Es más, en relación con la carrera, desde luego me gustaría mucho que de alguna manera se me citara en el cántico antes de que corredores y corredoras se pongan ante las astas. Hasta se me ha ocurrido que podía ser algo así como: «A Sancha pedimos por ser nuestra obispa, nos guíe en el encierro sin rompernos la crisma». Incluso lo puede patrocinar el Departamento de Salud.

También podría participar junto a San Fermín en la procesión o en la ofrenda floral que realizan los más pequeños durante las fiestas. Haríamos una pareja formidable, como Olentzero y Mari Domingi, pero en versión veraniega.

Así que espero impaciente mi nominación para lanzar de una vez el cohete, una ansiada tarea que haría con bendición incluida y deseando unas felices fiestas a todos, todas y todes.