GuraSOS ha denunciado este domingo un nuevo vertido desde la incineradora de Zubieta a la regata de Arkaitzerreka, «contaminando el Oria y sus alrededores». GHK apunta, por contra, a una situación producida por causas naturales.

No es la primera vez que ocurren este tipo de vertidos en la regata de Arkaitzerreka. Basta con recordar que hace dos años, en julio de 2022, la Fiscalía de Gipuzkoa abrió una investigación al respecto.

Además, cinco personas, entre ellas un representante de GHK, fueron citadas a declarar en Donostia ese mismo año a vertido de agua con amoniaco registrado en 2020.

Ocurrió del 7 a 11 de mayo y provocó la desaparición de las varias especies de fauna acuática presentes en este riachuelo, entre ellas la anguila, que cuenta con especial protección.

En la investigación realizada por la UCOMA de la Guardia Civil se constató también la presencia de un peligroso y cancerígeno contaminante orgánico persistente (cloroalcanos) y se constató que no existían mediciones en continuo que garantizaran que no se produjera contaminación atmosférica.

GHK: «Bulo»

Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa (GHK) ha desmentido, mediante una nota de prensa hecha pública el lunes, la información de GuraSOS, calificándola de «bulo».

«La salida de finos ferrosos de color rojizo es un fenómeno natural que ocurre todos los años durante los meses de calor y escasez de agua. No se debe a vertidos ni a actividades industriales del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa. La Agencia Vasca del Agua, URA, ha realizado las comprobaciones pertinentes y ha confirmado que se trata de este suceso», señala GHK.

«Este fenómeno no es exclusivo de las instalaciones de GHK, sino que también se observa en la otra vertiente de la regata Arkaitzerreka, en Eskuzaitzeta. Esto refuerza el hecho de que se trata de un proceso natural repetitivo durante el periodo estival», añade GHK.