
Con el dorsal número 4 aisgnado y salvo giro copernicano de los acontecimientos, Martín Zubimendi seguirá defendiendo a la Real Sociedad. Como rescatado de una inminente marcha camino a Liverpool, el mediocentro donostiarra seguirá otra campaña más en Donostia, a falta de lo que suceda con Mikel Merino, –por más que el dorsal 8 también lleve su nombre– cuya salida rumbo al Arsenal parece más difícil de evitar en el bando blanquiazul.
Y así, el debut liguero del domingo frente al Rayo se ve con otro color un poco más claro y respirando un optimismo mayor. Al fin y al cabo, y aunque Zubimendi, incorporado la semana pasada después de las vacaciones tras la Eurocopa, no estará en su mejor momento físico ni de juego, es un puntal sobre el que sostener a una Real que vivirá una nueva campaña de mucha exigencia en la que la competición doméstica se mezclará con la competición europea, en el contexto de un verano en el que buena parte de los sostenes de la Real Sociedad 2023/24 han estado temblando, con suerte dispar: Le Normand se ha ido, Zubimendi se queda y Merino, pues falta una decisión definitiva para conocer su futuro, por más que tenga un año más de contrato con la entidad donostiarra.
El diario ‘The Guardian’ da por perdido a Zubimendi y cita que el propio jugador ha dicho que no a los ‘Reds’, algo que al parecer en la ciudad inglesa no todos han digerido muy bien. «La Real Sociedad no puede ser tu último paso», ha afirmado a este respecto el exjugador del Liverpool y actual comentarista Jamie Carragher –exjugador que, curiosamente, hizo toda su carrera profesional en el Liverpool–.
Sea como fuere, las leyes de mercado no lo son todo y Martín Zubimendi no se morirá de hambre en Donostia, ya que su continuidad como blanquiazul supone al mismo tiempo revisar su contrato, amén de saberse uno de los pilares en los que el técnico Imanol Alguacil va a confiar todavía más.
Y en estas, queda por ver si la Real va a mover su plantilla, sobre todo en la parte delantera. Sadiq y Carlos Fernández no cuentan con la confianza de su entrenador y, cómo son las cosas, cuando los clubes le abren las puertas a sus jugadores ya no atienden a los colores sino al negocio puro y duro. En ese sentido, mientras las negociaciones por Zubimendi han tensado mucho la cuerda, igual que Merino tensa la suya a la hora de decidir si se va al Arsenal o se queda en la Real, Sadiq y Carlos Fernández lo tienen más crudo, toda vez que quedarse en un club que no los quiere no parece una salida satisfactoria.
Mientras tanto, la Real entrena con aparente normalidad, toda vez que las convulsiones de un mercado rumbero seguirán su curso hasta final de mes, mientras que sobre el tapete verde de Zubieta el trabajo diario se esboza con el paso lento pero seguro de quien prepara una temporada bien larga y con muchas cosas que ofrecer, y que, aunque parezca mentira, empieza ya mismo.

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