En su primera comparecencia ante el Parlamento como consejero de Seguridad, Bingen Zupiria afirmó que «la percepción es parte de la realidad y debemos afrontarla. No nos conformamos con que los datos muestren una Euskadi más segura que otros ámbitos de nuestro contexto. También es nuestra labor aumentar la sensación de seguridad». Puede tratarse de una buena idea si se acomete de una forma multidisciplinar y no solo pensando que si se ven más uniformes en la calle la gente se va a sentir más segura.

De lo que no dijo nada el nuevo consejero es de qué va a hacer para combatir el tufillo indisimulable de que sectores ultraderechistas están encontrando entre los agentes de la Ertzaintza un enorme campo de expansión. Y es que algo huele mal en la Policía autonómica, porque entre otras cosas su predecesor, Josu Erkoreka, dejó que el fenómeno creciera sin querer admitir su peligrosidad y su carácter corrosivo.

Por ejemplo, el 14 de marzo de 2021, un agente de la Ertzaintza, concursante del programa Baserria, apareció en ETB con una camiseta de la organización Blue Lives Matter. Y en una entrevista en la emisora Gaztea se fotografió con otra del francotirador estadounidense Chris Kyle, considerado el más mortal de ese Ejército. Preguntado por ello en el Parlamento, Erkoreka respondió que «no se puede aseverar que la organización Blue Lives Matter represente valores que contravengan lo establecido en el código deontológico» y, por lo tanto, no tomó medidas contra el ertzaina.

Cuando se le mostraron imágenes de un agente cargando contra jóvenes con pulseras de Jusapol, Erkoreka trató de desmentir la evidencia de las fotos y atacó al parlamentario que le preguntaba. Al igual que calificó de «patraña» que hubiera ningún tipo de relación de la Ertzaintza con Desokupa en un desalojo de Abadiño, lo que fue desmentido por el propio Dani Esteve con la publicación de un vídeo que daba muestra del conchabeo.

Ahora se sabe que un sindicato policial facilita la formación de agentes con referentes de la ultraderecha española y al mismo tiempo es recibido por el lehendakari y el consejero. Quizá haya que combatir también esa percepción de que se lleva tiempo consintiendo medrar a la hidra fascista.