Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1949) engrosa la larga lista de figuras del cine que han sido merecedores del Premio Donostia. Este jueves ha recibido el galardón de manos de Tilda Swinton, coprotagonista de ‘La habitación de al lado’.

El actor Eneko Sagardoy ha ejercido de anfitrión en la gala. «Un actor tiene dos propósitos, estar en Zinemaldia y ser chica Almodóvar. Yo he cumplido solo uno, de momento», ha dicho en su presentación.

Swinton le ha leido una carta en la que ha elogiado su compromiso por el cine, su ingenio y descaro, y su generosidad. Además del hecho de que es «fuente de inspiración para muchos». «Tu trabajo es bueno para el mundo», ha afirmado.

Almodóvar, con el Premio Donostia en mano, ha ofrecido el galardón al público, y la audiencia se ha puesto en pie para aplaudir al realizador.

«Es difícil mantenerse intacto en un momento tan emocionante. Lo voy a intentar. Me habéis demostrado un amor que no he concebido ni en el mejor de mis sueños», ha reconocido, emocionado.

«Desde pequeño el cine mostraba la realidad más real que la del pueblo en el que vivía. Quería tener acceso a ello. Supe esperar. En los años 70 me fui a Madrid, solo, sin un duro. El propósito era más fuerte que mi propia voluntad. En 1981 pedí mi último permiso sin sueldo para rodar ‘Laberinto de pasiones’», ha proseguido. 

El director español ha hecho un elogio del cine. «No quiero enfatizar la épica de larga espera. Hubiera esperado lo que hiciera falta. Quiero contar la historia de mi pasión por el cine. Me ha salvado de muchos peligros. Me ha dado mucho. El premio puede indicar el final del camino, yo no lo vivo así. El cine es bendión o maldición», ha afirmado.

Ha pensado en el día en que le fallen las fuerzas. «Seguiré haciendo películas, malas, supongo, incluso a esto estoy dispuesto. La alternativa es el vacío. Mi vocación es más fuerte que yo mismo», ha subrayado.

La vida y el cine le han dado mucho más de lo que soñó. «He contado mis historias, he tratado de imponer la mentalidad desde los márgenes. No he cambiado la sociedad, pero cuando me encuentro con alguien que me dice que una película mía le dio un nuevo impulso, todo cobra sentido. Creo que este oficio es el mejor del mundo, merecía la pena la entrega. La vida no tiene sentido sin cine».

«La libertad de mis personajes es reflejo de mi propia libertad, es lo que reflejan todas mis películas», ha concluido.

Al término de su discurso de agradecimiento, una petición: «Hagamos lo posible porque las tragedias, el dolor, la mentira, la incomprensión, la falta de empatía, la injusticia social, el odio... todo lo negativo pertenezca a la ficción y la vida sea justa, en paz. Sé que pido demasiado, siempre ha sido así».

Rueda de prensa

Horas antes de la ceremonia Almodóvar ha comparecido ante los medios de comunicación acompañado por Tilda Swinton, Juan Diego Botto, Raúl Arévalo y Victoria Luengo, actores que forman parte del elenco de ‘La habitación de al lado’.

Precisamente la rueda de prensa tenía un doble objetivo, presentar su última producción, que se ha proyectado este jueves en sesión especial en Donostia tras lograr el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, y hablar del Premio Donostia.

El realizador ha confesado que sus últimas 24 horas están siendo «un tumulto de emociones». «Estoy al borde de las lágrimas desde que he llegado. Está siendo más emocionante de lo que yo pensaba, casi demasiado para no perder el control. La primera vez que vine a Donostia fue hace 44 años con ‘Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón’. Película muy defectuosa, pero que significaba mucho. Aquel primer viaje también estuvo lleno de emociones», ha recordado.

Ha hablado de su vocación. «Es mucho más fuerte que yo mismo», ha subrayado. «‘Si no consigo hacer cine seré la persona más desgraciada del mundo’, pensé hace años. Tengo una trayectoria de 23 películas, algunas de ellas buenas, otras que me gustan menos, pero todas son mías. Es un privilegio que desgraciadamente no todos los directores tienen», ha indicado.

«He ido cambiando casi de modo orgánico en cuanto a las películas y la vida. He tenido que elegir entre las emociones o la disciplina», ha reconocido el autor de títulos como ‘Mujeres ante un ataque de nervios’, ‘Tacones lejanos’ y ‘Volver’.

«El tiempo es muy cruel con el cine, en mi caso creo que me ha enriquecido. Tratar de ser uno mismo es lo mejor que se puede hacer», ha agregado. 

Almodóvar es uno de los nombres del cine español más reconocido internacionalmente. Cada filme es una aventura para él. «Cada una es distinta, con distintos problemas a resolver. De joven me he desfogado mucho en mis obras. He hecho muchas escenas eróticas y ahora mismo en las historias que cuento no es tan imprescindible mostrar a dos personas haciendo el amor. La contención como estilo significa depuración. Desde ‘Julieta’ empecé en ese camino», ha contado.

Política

Al preguntarle por la asistencia del presidente español Pedro Sánchez al acto de entrega del Premio Donostia, ha señalado que lo entiende como «apoyo a la cultura, y no siempre se hace así». En este sentido, ha recordado que «el señor alcalde de Madrid [José Luis Martínez-Almeida] todavía no ha acudido a ver la exposición que tengo en un edificio propiedad del Ayuntamiento. La idea de hacerla fue de Manuela Carmena». Se refería a la muestra 'Madrid, chica Almodóvar' que analiza la presencia de la capital española en su cine, abierta en el centro cltural Condeduque.

En relación con el negacionismo climático que aborda colateralmente en 'La habitación de al lado', ha dicho que «lo peor es cuando la ultraderecha se encuentra con el liberalismo más salvaje. Tomarán las peores decisiones. Y no les incumbe solo a ellos, también a nosotros. Me gustaría votar en las elecciones de EEUU».

«Consideran que lo mejor es mandar a la armada a expulsar a los inmigrantes, en muchos casos menores. ¿Niños invadiendo España? No tiene sentido. Es profundamente estúpido, tremendamente injusto. Mi película habla de abrir los brazos, este es su mensaje. La generosidad revierte primero en uno mismo. La España vaciada necesita mano de obra. Los inmigrantes deberían ser bienvenidos, harían que nuestro país rejuveneciera. Yo mismo también voy envejeciendo… Todo esto está en la película, espero que lo podáis ver», ha agregado.

Tilda Swinton, coprotagonista de ‘La habitación de al lado’ junto a Julianne Moore, ha mostrado su admiración por el directo. Ha remarcado el espíritu joven del director, su pasión ante el trabajo y la vida. «¡Qué mágica bendición estar junto a él! Pedro está en el centro de mi vida, no solo en lo que concierne a mi trabajo. Llevo años reconociendo su determinación, su vocación. En las dos películas suyas en las que he participado he percibido que él siente cada proyecto como si fuera el primero. Esa pasión, que lo lleva a cambiar las cosas a última hora… Muchos creadores se olvidan de este aspecto y la audiencia quiere esto. Él tiene un espíritu joven y ama el cine… ¡Pedro para siempre!», ha señalado.