Mariona Borrull
Periodista, especialista en crítica de cine / Kazetaria, zinema kritikan berezitua
CRíTICA SECCIóN OFICIAL

La amarillenta fórmula del éxito

THE LAST SHOWGIRL
Estados Unidos, 2024. 86 minutos. Dirección: Gia Coppola, Guion: Kate Gersten. Intérpretes: Pamela Anderson, Kiernan Shipka, Brenda Song, Billie Lourd, Dave Bautista.

Imagen de ‘The last showgirl’.
Imagen de ‘The last showgirl’. (Zinemaldia)

Pamela Anderson –la actriz, la máscara y el espectáculo– se embadurna de purpurina para regalar a Gia Coppola un regreso con sabor a cenizas en la boca. Para la tercera intentona de la Coppola (y no va a la vencida) y bajo la simpatía heredera de Sean Baker, la actriz californiana protagoniza una oda afónica a las cabaretistas viejas, torpes y operadas. Una suerte de ‘Priscilla, reina del desierto’ que cae lejos de su referente.

Desde el reparto descompensado y algo aleatorio de roles narrativos, con secundarias apareciendo y esfumándose empujadas por el puro guion, hasta una caracterización volátil y despreocupada, como la de la absurda hija de Pamela/Shelly… En una película de por sí lastrada por una trama sencilla y unos diálogos demasiado expositivos, todo se siente revuelto, remontado sin material. Probablemente, porque lo esté.

Manierista sin excusas, Gia Coppola trata de comprimir toda réplica en escenas visualmente abarrotadas, aunque mortuorias en sus fórmulas a medio hervir. No deja de mover la cámara, juega al desenfoque casi absoluto, subraya con suaves nanas y aspas de helicóptero. El montaje de Blair McClendon y Cameron McLaughlin trata de acomodar una dirección repleta de ideas pero falta de inteligencia, de tempos y de prioridades; desordena el relato, mezcla secuencias, tonos y, a pesar de los espasmos, no lo arregla. Tampoco la fotografía blanquecina ayuda a elevar el espectáculo de estas cabaretistas, ni Jamie Lee Curtis se salva. ¿Quiere Coppola ser irónica?