El parón liguero provocó que las tendencias previas a su llegada se invirtiesen. Así, Athletic y Real, que no acabaron la novena jornada liguera con buen sabor de boca, se reencontraron con la victoria este fin de semana. Por contra, Oasuna y Alavés vivieron la cara amarga. Los rojillos perdieron su condición de invictos en El Sadar, mientras que los albiazules enlazaron su cuarto tropiezo consecutivo.

El Athletic supo reaccionar de inmediato a la derrota en Girona que cortó de cuajo una racha de siete encuentros seguidos –incluida la Europa League– invicto. Y lo hizo de manera muy rotunda. Para la primera media hora de partido, los de Ernesto Valverde ya vencían por un contundente 3-0 ante un Espanyol que se veía sobrepasado por todos lados.

La eficacia anotadora de Iñaki Williams y la participación ofensiva de Berenguer inclinaron la balanza del lado rojiblanco para afrontar con mayor optimismo una nueva jornada continental, recibiendo en San Mamés al Slavia de Praga. La mejor noticia es que la escuadra rojiblanca no parece que vaya a tener que sumar más efectivos a su enfermería, un importante dato habida cuenta del carga calendario que tiene que afrontar.

Más extenso es todavía el de la Real, que encontró en Girona su segunda victoria a domicilio de la presente campaña y que anima a pensar en un cambio de tendencia después de sumar un único triunfo los de Imanol Alguacil en los últimos nueve compromisos que había disputado antes de visitar Montilivi.

Tres puntos muy necesarios para aparcar el dubitativo inicio competitivo de la escuadra txuri-urdin, que comienza a incorporar con juego y resultados la llegada de un importante talento joven que va a necesitar tiempo para plasmarlo sobre el césped. Y también para encarar el duelo europeo frente a un Maccabi que es líder en su liga y ante el que el bloque guipuzcoano no puede volver a fallar, como hizo ante el Anderlecht, si quiere conservar sus opciones de pasar a la siguiente ronda.

Además del 0-1, otro de los aspectos importantes del duelo frente al Girona es que, tras realizarle los exámenes médicos pertinentes, no parece que Álex Remiro sufra una dolencia grave en su rodilla, después de dar el susto este sábado en lo que en un primer instante parecía una lesión que pudiera revestir una peor trascendencia.

Sendas derrotas

Hasta aquí lo bueno. Porque los otros dos conjuntos vascos de la maxíma categoría tuvieron que lidiar con sendas derrotas. La que encajó Osasuna supuso además perder la imbatibilidad en El Sadar, después de cuatro victorias y un empate. Quizás no la mereció, pero entre que no estuvo eficaz en ataque y tuvo algún que otro grueso error en la defensa, el Betis se llevó los tres puntos, además con gol del exrojillo Chimy Ávila, lo que enrareció todavía más el último tramo y el post del envite.

En el horizonte más próximo de los de Vicente Moreno, visitar un Anoeta que el curso pasado consiguió asaltar después de muchos años encajando resultados adversos. Repetir marcador no será tarea fácil para un conjunto al que le cambia la cara cuando viaja lejos de Iruñea, pese a que haya enlazado un par de empates foráneos seguidos. Habrá que ver si para dicho derbi está en condiciones Lucas Torró, que acabó en el hospital tras una conmoción cerebral, pero que al cabo de unas horas ya estaba en su domicilio.

Es el Alavés, en todo caso, quien a estas alturas de la campaña parece no levantar cabeza. Después de un comienzo más que prometedor, con Mendizorrotza convertido en un feudo donde era más que complicado puntuar para sus visitantes, El Glorioso ha entrado ahora en un bache del que resulta complicado salir.

Frente al recién ascendido Valladolid encadenó su cuarta derrota consecutiva, la segunda seguida en su campo. Pese a iniciar el encuentro con ventaja, el bloque albiazul se vino abajo en la segunda parte, entre otras cosas por las decisiones arbitrales y del VAR, que no le favorecieron de ningún modo. Luis García Plaza tendrá que agitar la varita para que la tendencia no se convierta en enfermedad en una plantilla que ha demostrado disponer de clase suficiente para no pasar apuros.