
El expresidente de Bolivia Evo Morales ha pedido a sus seguidores que levanten los bloqueos que desde hace 19 días han obstruido decenas de vías de comunicación, especialmente en Cochabamba, al mismo tiempo que se ha declarado en huelga de hambre y ha solicitado al Gobierno establecer una mesa de diálogo.
«La situación se ha vuelto complicada, y con ello, se hace más difícil lograr una solución que satisfaga a todos», ha dicho Morales en una rueda de prensa, en la que ha anunciado que ha decidido iniciar una huelga de hambre «hasta que el Gobierno acceda a establecer mesas de diálogo».
Dicha negociación, una de carácter política y otra económica, ha sugerido, debería contar con intermediarios internacionales y países amigos a fin de lograr un acercamiento «transparente y efectivo».
Iniciamos la huelga de hambre desde el Territorio de Lucha, convencidos de la necesidad de encontrar soluciones a los problemas que hoy enfrenta el pueblo boliviano.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 2, 2024
Las y los revolucionarios no se rinden ni claudican. Nos mantendremos firmes en la defensa de mejores días para… pic.twitter.com/98iG3RmLJL
Toma de tres cuarteles militares
El expresidente ha argumentado la necesidad de levantar estos bloqueos a fin de evitar un «derramamiento de sangre», después de que se hayan intensificado los enfrentamientos entre sus afines y las fuerzas de seguridad, con la toma incluida de tres cuarteles militares, según ha confirmado el presidente Luis Arce.
También ha pedido a sus seguidores que consideren levantar los bloqueos a fin de «evitar la violencia, proteger la economía nacional y atender las necesidades de los bolivianos», como gesto, ha dicho, de «construir puentes y buscar una salida pacífica para todos».
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha informado de un «primer paso» en el desbloqueo de Cochambaba y se ha comprometido a seguir trabajando para «liberar» al resto del país de los bloqueos. Ha reiterado asimismo su petición de levantar cuanto antes «todos los puntos de bloqueo» y ha lamentado la imposibilidad de resolver por la vía del diálogo, por la que su Gobierno «siempre ha apostado».
En respuesta a Arce, Morales ha vuelto a incidir: «Iniciamos la huelga de hambre desde el territorio de Lucha, convencidos de la necesidad de encontrar soluciones a los problemas que hoy enfrenta el pueblo boliviano»
«Los revolucionarios no se rinden ni claudican. Nos mantendremos firmes en la defensa de mejores días para nuestra patria y demandamos la inmediata liberación de los compañeros injustamente aprehendidos durante la jornada de protesta», ha agregado.
Antes de ello, el presidente Arce había denunciado ante la comunidad internacional que «grupos armados afines» a Morales han tomado por asalto tres cuarteles del Ejército, «reteniendo como rehenes» a militares y a sus familias.
El Gobierno boliviano ha concretado más tarde que al menos 200 militares están retenidos en estos cuarteles.
«Ellos son de origen popular, y muchos también tienen raíces indígenas originarias, como los policías a quienes estos grupos irregulares están disparando con armas letales y lanzando dinamitas», ha denunciado Arce en la red X.
«La toma de una instalación militar por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la patria, una afrenta a la Constitución, a las Fuerzas Armadas y al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales», ha advertido.
66 detenidos acusados de «terrorismo»
El Gobierno boliviano ha puesto en marcha una operación policial y militar en la que ha detenido al menos a 66 personas en los bloqueos de carreteras.
Los detenidos están acusados de delitos de «terrorismo, alzamiento armado contra la seguridad y la soberanía del Estado, tráfico de armas, tenencia y portación ilícita de armas, instigación pública a delinquir, atentado contra la seguridad de los medios de transporte, atentados contra la seguridad de los servicios públicos, asociación delictuosa y secuestro».
Morales ha calificado estas detenciones como «una nueva provocación».
El operativo ha logrado despejar el paso por la carretera que conecta la región central de Cochabamba, la más afectada por los bloqueos, con el oeste del país, pero los cortes de vías persisten en las dos rutas hacia el departamento oriental de Santa Cruz, el motor económico de Bolivia.
Inicio de las protestas
Hace dos semanas, los seguidores de Evo Morales comenzaron a levantar bloqueos en varios puntos de la geografía boliviana, especialmente en Cochabamba –bastión del expresidente–, pero también en otras áreas de Potosí, Oruro, o Santa Cruz, para exigir que el Gobierno retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra Evo Morales, que consideran forman parte de una persecución política.
También piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales «candidato único» para las elecciones del próximo año.
Los enfrentamientos con las autoridades han ido en aumento especialmente esta semana, después de que denunciara un ataque contra su vehículo con el fin de matarlo.
Morales tiene varias causas judiciales abiertas. A las denuncias por los destrozos que se originaron durante la gran movilización que encabezó en septiembre se ha sumado recientemente por los ataques a la Policía y sobre todo la de supuesto abuso de menores y trata de personas por una relación que habría tenido con una menor de 16 años cuando era presidente, y de la que habría nacido una niña.

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