El comité de empresa de la UTE TMB Arraiz (ELA-LAB-UGT), dedicada al tratamiento de residuos urbanos (contenedores de fracción resto) de Bizkaia, ha denunciado este jueves en una concentración en Bilbo que el «absoluto deterioro» de la planta desde hace más de un año «pone en peligro todos los días la salud y la vida de sus trabajadores».

Convocados por los tres sindicatos, la plantilla ha portado durante su protesta, que ha tenido lugar ante el palacio foral, una pancarta donde podía leerse ‘El reciclaje es un montaje-Con nuestra salud no se juega’.

Tal y como han explicado, la empresa adjudicataria, de la mano de la sociedad foral Garbiker, «ha dejado que las instalaciones se deterioren durante los diez años que lleva en funcionamiento, sin poner ningún tipo de medida para poder evitarlo».

Esta situación «ha generado que, a día de hoy, tanto la estructura como la diferente maquinaria estén en un deterioro absoluto» y, pese a ello, «la empresa Valoriza-Eco sigue sin tomar medidas al respecto y pone en peligro todos los días la salud y la vida de los trabajadores de la planta».

Último incidente

Además, han lamentado, la adjudicataria «olvida el cometido para el cual estaba destinada la misma» puesto que, en las últimas semanas, un trabajador de la planta tuvo que ser atendido en el hospital por «altos niveles de monóxido de carbono en sangre».

Ante este hecho, y «viendo que la empresa no quiso tomar las medidas oportunas», el comité decidió dar aviso a la autoridad laboral y paralizar la actividad, puesto que, según su denuncia, no se trata de «un caso aislado, sino una práctica de empresa que se da de manera habitual».

Para el comité, la situación a la que se ha llegado por «la desidia de la dirección de la UTE TMB Arraiz y la falta de control de la Diputación» ha generado, a su entender, «una situación en la que casi no se recicla; tanto en las distintas cabinas de triaje donde falta personal y algunas incluso están vacías, como el estado lamentable de la maquinaria por falta de mantenimiento y limpieza».

Tras criticar que «todo esto pone en peligro nuestra salud, así como la calidad del reciclaje en Bizkaia», delegados sindicales y trabajadores han exigido a la Diputación y a Garbiker que «tomen medidas urgentes y no pongan precio a nuestra seguridad y salud» puesto que no quisieran lamentar «una desgracia mayor».

Asimismo, exigen que se tenga un control «riguroso» de las medidas de prevención y que «no se le permita a Valoriza-Eco seguir deteriorando más la planta de tratamiento de residuos urbanos».

El miércoles, en Juntas Generales de Bizkaia, la diputada foral de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, informó de que el mal estado de la TMB –inaugurada hace una década tras una inversión de 43 millones de euros– ha obligado a desembolsar 6,8 millones de euros en mejoras.