Trabajadores de Petronor han secundado este jueves un paro y se han manifestado por Barakaldo hasta el BEC, donde la compañía ha celebrado su convención anual, para denunciar que mientras la empresa «habla de transformación» y «recibe fondos europeos, destruye empleo». Además, han advertido de que mantendrán las movilizaciones si no «cuenta con los trabajadores para superar los retos que vienen».

En una rueda de prensa, portavoces del comité han criticado que la dirección de Petronor pretende, con dicho acto, «ganar el presente y construir el futuro excluyendo la voz de la plantilla e ignorando la realidad de la refinería en el día a día».

«Nos hablan de transformación cuando lo que vemos es destrucción de empleo, precarización y un mantenimiento deficiente, que prioriza el ahorro de costes sobre la seguridad», han censurado.

Según han denunciado, Petronor ha ganado en los últimos cuatro años más de 600 millones de euros, «y, a pesar de ello, en 2021 aplicó un ERTE con el que pretendía cargar al Estado con parte del coste de su plantilla» y que «gracias a la movilización y a la labor jurídica de los sindicatos, fue declarado injustificado por los tribunales».

El comité ha asegurado que, en ese «contexto de beneficios millonarios», la compañía «ni siquiera ha llegado a garantizar el traslado del IPC a las tablas salariales».

Ha explicado que, en el mismo periodo, «la compañía ha reducido su estructura en 16 puestos, a la vez que externaliza servicios». «Esta práctica supone, a medio plazo, la precarización y la amortización de esos puestos de trabajo», ha lamentado.

«Adelgazamiento de la plantilla»

Además, ha afirmado que, en «esta estrategia de adelgazamiento de la plantilla», la empresa «en ningún momento se ha planteado la formación para trasladar personas a los nuevos negocios» que «se han articulado en un entramado de empresas en las que los y las trabajadores de Petronor no parecen tener cabida».

«A esto la dirección lo llama transformación. Acompañando a esta política de destrucción de empleo, vemos que la planta cada vez se encuentra en peores condiciones, dándose situaciones que hace años eran impensables», ha añadido.

Según ha trasladado, los equipos de repuesto, que ayudan a evitar paradas de emergencia, «pasan años sin reparar». «No podemos olvidar que desde 2022 la normativa que regula las sustancias cancerígenas consideró el benceno como un carcinógeno confirmado, lo que supone que no se debe tener contacto con esta sustancia para asegurar la salud», ha explicado.

Ha añadido que «otro tanto ocurre con el amianto», puesto que en 2017 la dirección se comprometió a retirarlo de la planta con fecha límite final de 2024 y «a apenas un mes para la finalización de este año, siguen apareciendo equipos y líneas que lo contienen».

A su juicio, este «aspecto del mantenimiento deficiente» está también «ligado con la política de subcontratación» porque en un «escenario de aumento de servicios externalizados y recortes de presupuesto», las empresas contratistas «cargan cada vez más sobre sus plantillas estos recortes, dando lugar a peores condiciones laborales y una mayor carga de trabajo, porque con menos horas se deben de hacer más labores».

Reparaciones pendientes

Según el comité de Petronor, como consecuencia de «estas políticas», las reparaciones pendientes «han aumentado de manera estrepitosa» y, en la actualidad, «hay departamentos que tienen trabajos en cola para más de 60 días». «Todo esto en una instalación industrial rodeada de zonas densamente pobladas», ha puntualizado.

La representación de los trabajadores ha criticado que «en este contexto», la dirección «habla de futuro, mientras los reiterados incumplimientos de acuerdos por parte de la misma y la falta de contrataciones afectan a la conciliación y aumentan la carga de trabajo hasta límites que afectan a la salud de las y los trabajadores».

Además, ha apuntado que las evaluaciones de riesgo psicosocial reflejan «un ambiente laboral insano mantenido en el tiempo» que «es causa de patologías varias derivadas del trabajo que acaban generando un aumento del absentismo».

Por estas causas, en la asamblea de fábrica celebrada el pasado 7 de noviembre se decidió iniciar movilizaciones para reclamar que «el proceso de transformación» de empresas como Petronor se «haga generando empleo de calidad y no destruyéndolo, máxime cuando este proceso está incentivado con fondos públicos».

Además, los convocantes reclaman que «no solo se proteja el beneficio de los grandes capitales» porque «las personas son lo primero» y demandan «trabajar con seguridad, volver a casa con salud» y que esto se extienda al entorno en el que realizan su actividad.

«Continuaremos las movilizaciones mientras la dirección no cuente con las y los trabajadores para superar los retos que vienen. De otra manera, esta empresa no será más que un chiringuito para cambiar dinero de cuenta, sin aportar beneficios a la sociedad», ha concluido.