Si 2024 acabó de la peor manera para el Athletic, que cayó eliminado en Copa a las primeras de cambio, 2025 no ha podido empezar mejor. Las leonas ganaron al Espanyol y, siquiera durante 24 horas, fueron equipo de Champions. Será difícil repetirlo hoy, porque reciben a un Barcelona intratable (San Mamés, 16.15), pero el vestuario se ilusiona, asegura Clara Pinedo, con poder hacerlo el próximo 18 de mayo, cuando acabe la Liga.

Este viernes se sortearon los cuartos de final de Copa. ¿Se hizo duro no verse en el bombo?

Sí. El partido de Cáceres fue una decepción. Al vestuario nos afectó, fueron días muy malos porque teníamos mucha ilusión.

El consuelo está en el tópico. Pueden centrarse en la Liga, donde les va muy bien.

Es que además tenemos un reto muy bonito. Llevamos cuatro victorias consecutivas, que es algo muy difícil en esta Liga. Y volvimos del parón convencidas de ir a ganar al Espanyol y aprovechar esa oportunidad de aunque sea dormir una noche en Champions.

Los resultados son buenos y la clasificación también, pero a nivel de juego, la sensación es algo más pobre.

Al principio sí nos costó, no generábamos tanto. Pero creo que le hemos dado la vuelta, hemos ganado en confianza y estamos dando más. Es clave que confiemos en nosotras porque tenemos un equipo muy joven aunque también  muy completo.

Y tan joven. Diez de las goleadoras del equipo este curso han nacido en el siglo XXI.

Es una locura. Yo compartí con muchas el B que ganó Reto Iberdrola y me hace mucha ilusión y sobre todo me hace sentirme muy orgullosa seguir compartiendo vestuario con ellas en Liga F.

«Me hace mucha ilusión y sobre todo me hace sentirme muy orgullosa seguir compartiendo vestuario en Liga F con muchas compañeras del Athletic B con el que ganamos Reto Iberdrola»

Son tantas y tan buenas que es difícil elegir la irrupción más estelar estas últimas temporadas, pero a usted no le va mal.

Estoy muy contenta. Tengo la suerte de que el club me ha dado siempre mucha confianza  y eso me ha ayudado a confiar yo también, a desarrollarme, a sentirme cómoda... Y tampoco me iría bien sin la confianza que me dan mis compañeras y y el staff.

A veces tenemos que esperar a que empiecen los partidos para ubicarle, qué decir de algunas de sus compañeras. ¿Tanto cambio de posición es enriquecedor o un poquito mareante?

Estamos cómodas. De hecho diría que viene de nosotras mismas porque somos muy dinámicas. Además, tenemos la suerte de tener jugadoras muy polivalentes y eso hace que nos sintamos cómodas con los movimientos y además genera incertidumbre en el rival.

Al de este sábado es difícil generarle nada. Aunque usted le marcó un gol en la semifinal copera de la temporada pasada, que no es algo que puedan decir demasiadas futbolistas.

Sí, sí, no me olvido aunque igual es algo complicado repetirlo. Me encantaría, sobre todo aquí en San Mamés...

En ese partido de Copa se perdió de forma muy ajustada, pero la eliminatoria ya venía sentenciada, así que no sé si les sirve como referencia.

Para nosotras mismas sí, para superar esa especie de barrera mental que te genera jugar contra un equipo que lo gana todo. Pensar que podemos competirle cara a cara nos puede ayudar.

El partido de Liga en Lezama acabó con derrota más contundente, pero dejó un buen sabor de boca. ¿Quizá ese referente sea más válido?

No sé. Sabiendo cómo son, puedes repetir todo lo que hiciste bien y meterte no sé cuántos. Lo que es seguro es que no podemos controlar qué hace o cómo se prepara el rival, así que nos tenemos que centrar en nosotras mismas, estar preparadas mentalmente porque es un partido muy exigente y hacer lo que hayamos preparado durante la semana.

«[Ante el Barça] tú tienes que hacer el partido perfecto y que ellas no tengan el día. No suele pasar pero tampoco es imposible y tú tienes que entrar al campo pensando que es ese día, en el que es posible»

La pregunta del millón en el caso del Barcelona no es cómo se le gana sino cómo se le inquieta.

Es verdad que casi nadie consigue ganarle. Es que tú tienes que hacer el partido perfecto y que ellas no tengan el día. No suele pasar pero tampoco es imposible y tú tienes que entrar al campo pensando que es ese día, en el que es posible.

Tras este reto mayúsculo se enfrentan a tres equipos de la zona baja, mientras sus rivales por la tercera plaza andan liados con Copa y Supercopa. ¿Es el momento de dar un golpe en la mesa?

Es la idea, pero tampoco serviría de nada hacerlo si luego no le diéramos continuidad. Tenemos el reto de estar en la pelea hasta el final. La temporada pasada nos quedamos un poco cortas porque nos pesó la primera vuelta y por eso sabemos que para estar ahí, con posibilidades, en las tres, cuatro, últimas jornadas, hay que ser muy constante.

¿Hay mucha ilusión? ¿Se habla de ello en el vestuario?

En el vestuario hay mucha ilusión por entrar en Champions. A nivel personal te diré que es un sueño, una de esas cosas que sueñas, pero a la vez no te imaginas que puedas llegar a conseguir. Lo solemos comentar en el vestuario, sobre todo con gente que llevamos mucho tiempo en el Athletic, Ane Elexpuru, Sara Ortega... Es nuestro sueño, poder jugar en Champions con el equipo de tu vida.