Periodista / Kazetaria

Dudas sobre los derechos humanos tras la devolución de Macao a China

A medida que Macao sale de su pasado colonial y se confirma como Región Administrativa Especial (RAE) china, surgen interrogantes sobre la protección de los derechos individuales y colectivos. El Gobierno macaoense choca con la ONU y la UE y les acusa de inmiscuirse en cuestiones internas chinas.

Macao mantiene su propio sistema legal, fuerza de seguridad pública, sistema monetario e inmigración.
Macao mantiene su propio sistema legal, fuerza de seguridad pública, sistema monetario e inmigración. (Josep SOLANO)

En enero y julio de 2024, el Gobierno de la RAE de Macao participó en las reuniones del grupo de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre el cuarto Examen Periódico Universal de China y en la reunión de aprobación del mismo, donde presentó objetivamente la situación de los derechos humanos en la RAE de Macao y los progresos logrados en los últimos años, mostrando al exterior la exitosa implementación del principio de ‘un país, dos sistemas’ con características propias de Macao.

De este modo se refería a la situación de los derechos humanos en Macao el jefe del ejecutivo saliente de la región, Ho Iat Seng en su discurso de acción de gobierno de 2024 del mes pasado ante la Asamblea Legislativa.

Cuestionado ante los periodistas por las medidas que ha tomado el gobierno autónomo contra la libertad de prensa en la región, según la Asociación de Periodistas de Macao, como la exclusión de algunos medios de comunicación de conferencias de prensa de gobierno, Ho afirmo: «durante mi mandato, hice todo lo posible por salvaguardar la libertad de prensa».

El jefe del Ejecutivo aseguró que su Gobierno no interfiere en las noticias y solo ofrece aclaraciones en caso de que se trate de información falsa y expresó su confianza en que el próximo Gobierno siga la misma orientación.

El jefe del Ejecutivo regional niega la censura y asegura que solo ofrece aclaraciones a noticias falsas.

Durante la última Revisión Periódica Universal en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, numerosos países occidentales denunciaron la represión de las libertades civiles y la implementación de una nueva ley de seguridad nacional en Hong Kong y Macao en 2020, diseñada para sofocar la disidencia tras las protestas prodemocracia.

También expresaron su preocupación por los presuntos esfuerzos para eliminar la identidad cultural y religiosa en el Tíbet, así como por la represión en la región noroccidental de Xinjiang, donde se acusa a Pekín de encarcelar a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas.

El informe destaca cómo las medidas adoptadas por el Gobierno chino han suscitado alarmas entre la comunidad internacional, que exige un respeto más estricto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La situación en Macao, que ha estado bajo un creciente control de Beijing, refleja una tendencia preocupante hacia la erosión de las libertades civiles, lo que plantea serias dudas sobre el futuro del respeto a los derechos humanos en esta región.

Del total de 428 recomendaciones a China, que incluían severas reprimendas así como sugerencias como «continuar protegiendo los derechos culturales de las minorías étnicas», la amplia delegación china informó que había aceptado el 70% de esas recomendaciones, pero rechazó categóricamente la mayoría de las propuestas provenientes de los países occidentales.

«Algunas recomendaciones son políticamente motivadas y se basan en desinformación, son ideológicamente sesgadas o interfieren en la soberanía de China; por lo tanto, China las rechaza firmemente», afirmó Chen Xu, embajador de China ante la ONU en Ginebra. «Dejen de usar los derechos humanos como pretexto o arma para atacar a China».

Controversia China-UE

Pero las Naciones Unidas no es el único organismo internacional que cuestiona la defensa de los derechos humanos en Macao: la Unión Europea –organización a la que también pertenece la antigua metrópolis de esta ciudad, Portugal– publicó un informe sobre el desarrollo político y social de la excolonia lusa criticando la modificación de la Ley de Defensa de la Seguridad del Estado y otras normativas.

En respuesta, el Gobierno de la administración autónoma expresó su profundo descontento y firme oposición ante tales afirmaciones. Dicho Ejecutivo reiteró que, durante la revisión de la mencionada ley, se tomaron en cuenta las experiencias de diversas regiones, considerando adecuadamente la tradición del sistema jurídico de Macao y la situación real de su sociedad, cumpliendo rigurosamente con las convenciones internacionales sobre derechos humanos.

La Unión Europea cuestiona que la modificación de la Ley de Defensa de Seguridad del Estado esté acorde con los derechos humanos.

La autonomía china respondió a Bruselas que revisión de la Ley Electoral para el Jefe del Ejecutivo y de la Ley Electoral para la Asamblea Legislativa, así como otras leyes, es fundamental no solo para implementar el principio de ‘Macao gobernada por patriotas’, sino también para fortalecer los regímenes electorales y salvaguardar mejor el ejercicio del derecho al voto de los residentes.

El abogado Sergio de Almeida Correia. (Josep SOLANO)

«A lo largo de los casi 25 años desde el regreso de Macao a la patria, la implementación del principio ‘un país, dos sistemas’ y de la Ley Básica ha sido exitosa, hechos que la Unión Europea no puede ignorar y sobre los cuales se espera que adopte una perspectiva objetiva y justa», respondió un comunicado.

Además, el Gobierno autónomo se dirigió a las instituciones comunitarias afirmando que «los asuntos relacionados con Macao son cuestiones internas de China; por lo tanto, la Unión Europea no tiene derecho a interferir» y que «la publicación del mencionado informe anual carece de fundamento legítimo en el derecho internacional.

A pesar de estas duras palabras, el gobierno macaoense asegura que «la Unión Europea ha manifestado su interés en mantener una relación de cooperación con Macao; por ello, se espera que introduzca elementos más positivos y constructivos que promuevan el desarrollo de relaciones bilaterales a través de acciones prácticas», concluye.

El gobierno macaoense prohibió en 2019 las manifestaciones conmemorativas de la masacre de Tiananmen, que se habían celebrado con normalidad hasta entonces.

Los críticos con Beijing señalan que desde 2019, Macao ha prohibido de forma estricta todas las manifestaciones críticas con la violencia policial de Hong Kong y la masacre de Tiananmen por supuestamente ofender a China.

Además, aseguran que la prohibición de una vigilia en honor a las miles de víctimas de esta masacre –que pudo celebrarse con toda normalidad entre 1990 y 2018 sin incidentes– es otra transgresión frontal del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Además, aseguran que en una sociedad donde el jefe de gobierno lo impone Beijing, donde los diputados elegidos por sufragio universal son menos de la mitad y donde los candidatos que no son de la conveniencia del Partido Comunista Chino son automáticamente descalificados, las libertades de expresión y reunión quedaban como las últimas formas que tenía la población de hacer oír su voz por parte de las autoridades.

Y no solo eso, sino que critican que la libertad de expresión solo sea válida para aquellos que apoyan al Gobierno de Macao o a Beijing y se limita considerablemente a los críticos. Sérgio de Almeida Correia, abogado y notario luso con una destacada trayectoria en esta excolonia desde los años 80 asegura a GARA que los no residentes en Macao no disfrutan de los mismos derechos que los residentes.

Una de las principales problemáticas está en el papel que se otorga a las personas no residentes que trabajan en la región. 

«Las trabajadoras domésticas filipinas, indonesias o vietnamitas, así como el personal de empresas de seguridad proveniente de Nepal y otros países trabajan largas horas y solo cuentan con un día de descanso semanal» y critica que los días de vacaciones anuales remuneradas tampoco son equivalentes para todos.

«Por ejemplo, una trabajadora filipina que da a luz en la región no recibe asistencia médica en las mismas condiciones que los residentes, lo que implica que paga significativamente más por el parto», señala. «A pesar de que los trabajadores no residentes contribuyen al PIB, pagan impuestos como cualquier otro y suelen trabajar más horas que la mayoría de los residentes, generalmente reciben salarios inferiores, tienen menos días de vacaciones obligatorias y menos días de descanso» puntualiza este letrado portugués. «Incluso se intentó que pagaran más por los billetes de autobús, aunque luego se retractaron de esa decisión».

El panorama que se dibuja en Macao, tanto para los residentes como para los no residentes, plantea serios cuestionamientos sobre el cumplimiento de los principios de igualdad y justicia social, pilares fundamentales de los derechos humanos.

Las declaraciones oficiales sobre el respeto a las libertades y los derechos contrastan con las experiencias narradas por trabajadores extranjeros y críticos del sistema. Mientras el gobierno local insiste en que sigue los estándares internacionales siguiendo el modelo de convivencia de dos mundos ‘un país, dos sistemas’, lo cierto es que las limitaciones crecientes a las libertades civiles y el trato desigual hacia quienes no poseen la residencia permanente revelan una realidad más compleja y preocupante.