EH Bildu y Elkarrekin Podemos han forzado la convocatoria de un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Getxo para este jueves en el que se propone que la Corporación municipal apruebe su personación como acusación popular en la causa que se instruye en el Juzgado de Instrucción nº 2 de la localidad por el derribo del palacete Irurak Bat. Ante esta iniciativa, el PNV ha respondido emitiendo un comunicado denunciándola y acusando a estos grupos de la oposición de promover una «maniobra exclusivamente demagógica».

Ambas formaciones han impulsado la convocatoria de la sesión plenaria después de constatar que el Gobierno municipal PNV-PSE está poniendo «obstáculos de forma reiterada» a las solicitudes de información y no da pasos a su juicio en la defensa de los intereses municipales.

Fue EH Bildu quien puso las irregularidades en torno a la demolición del singular edificio de Algorta en conocimiento de la Fiscalía y ahora, sus seis ediles junto al corporativo de Elkarrekin Podemos han sido los que han registrado la convocatoria del pleno extraordinario. Se necesita un cuarto de la representación del pleno para promover la convocatoria.

La lectura que hacen ambos grupos políticos es que el Ayuntamiento, como institución, no está dando pasos para aclarar lo que sucedió el verano pasado alrededor de la demolición del inmueble de estilo neoclásico de 1845 para levantar en su lugar unas viviendas de lujo, promoción inmobiliaria a cargo de la cooperativa Ereaga Atalaya, de la que forma parte los corporativos jeltzales Inaxio Uriarte Gorostiaga e Irantzu Uriarte Gómez.

Para EH Bildu y Elkarrekin Podemos hay varios ejemplos de la posición del Gobierno municipal. Todavía no se conoce las conclusiones del expediente sancionador abierto el 16 de septiembre tras el revuelo político y social que generó el derribo. En octubre, a raíz de una moción presentada por el PP, la oposición reclamó al unísono al PNV que no pusiera obstáculos para esclarecer el caso, pronunciamiento plenario que no ha ido a más como estaba previsto.

Con anterioridad, el 18 de octubre, en una comisión extraordinaria, que también forzaron EH Bildu y Elkarrekin Podemos, el equipo de gobierno se negó a responder 27 preguntas relacionadas con el derribo irregular. Ese es el contexto que rodea la nueva iniciativa de la oposición, que no ha gustado al grupo municipal del PNV, que les acusa de perseguir «desgastar al contrario y no buscar la verdad».

Reacción jeltzale

Los jeltzales defienden que «se han habilitado las medidas pertinentes que la ley ofrece para analizar esta cuestión» y se han puesto a disposición de las instancias judiciales «para cualquier información o colaboración si se produce una investigación», Por ello, dicen no entender la petición de celebración de un pleno extraordinario. «Una petición en la que EH Bildu y Elkarrekin Podemos ya señalan con nombres y apellidos quiénes deberán ser el abogado y la procuradora, cuyos honorarios serían a cargo de las arcas municipales», afean.

Para el PNV, se trata de una «maniobra exclusivamente demagógica». «Nos parece fuera de lugar buscar rentabilidad política en el desgaste al contrario en una cuestión meramente técnica, que ya está siendo investigada tanto en el propio Ayuntamiento como en el juzgado, con la Fiscalía ejerciendo su labor de acusación pública. Ambos partidos quieren seguir adelante con su maniobra de propaganda, desdeñando la profesionalidad de los servicios técnicos y jurídicos municipales», exponen.

Estiman que la propuesta de personarse como acusación popular planteada por EH Bildu y Elkarrekin Podemos, «únicamente sirve para deslegitimar la labor de las instituciones y de quienes ejercen la política a partir del apoyo y confianza recibida por parte de la ciudadanía».

«La voluntad de EH Bildu es que se esclarezcan los hechos y sobre todo que el equipo de gobierno municipal asuma un compromiso en la defensa de nuestro patrimonio arquitectónico. En ningún caso hemos puesto en duda la labor de los técnicos municipales, pero como hemos dicho la voluntad política de sus responsables políticos deja mucho que desear», replica la tercera fuerza más votada de Getxo.