Mientras el nuevo régimen sirio ha anunciado este domingo el inicio de una «segunda fase» de operaciones contra milicias alauitas, una vez recuperado el control de las ciudades costeras donde se han concentrado hasta ahora las hostilidades, Naciones Unidas y ONGs han alertado de masacres contra la población civil y prisioneros que se habían rendido.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha elevado a 830 el número de civiles ejecutados documentados en el oeste de Siria en el marco de la ofensiva de las fuerzas de seguridad, aunque la cifra total de fallecidos alcanza los 1.331.

«El número total de muertos ha aumentado hasta los 1.311 entre civiles y militares en la operación de seguridad de respuesta a los ataques de milicianos alauíes contra las fuerzas de seguridad del jueves», ha indicado el Observatorio.

Entre los fallecidos hay 231 miembros de las fuerzas de seguridad y el Ministerio de Defensa, 250 milicianos alauitas, así como 830 civiles muertos en «operaciones de exterminio».

Por regiones, la violencia se concentra principalmente en la provincia de Latakia, con 519 fallecidos, y en Tartus, con 220 entre alauitas y no alauitas. Además el Observatorio ha contabilizado 85 muertos en Hama y 6 en Homs.

El Observatorio ha subrayado que las fuerzas de seguridad han matado a cientos de civiles, incluidos mujeres y niños y ha denunciado las violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra perpetradas por las fuerzas de seguridad y afines.

Esta campaña implica además incendios de viviendas y desplazamiento forzoso de las poblaciones atacadas, según el Observatorio, que alerta del riesgo de escalada de la violencia contra los civiles y demanda una investigación internacional especializada.

Asimismo, pide a las autoridades interinas sirias que los miembros de las fuerzas de seguridad responsables de estas ejecuciones rindan cuentas y alerta de que «la impunidad anima a la repetición de crímenes en el futuro».

«Segunda ofensiva»

Esos datos llegan cuando hay noticias de nuevas maniobras del Gobierno interino sirio. «Después de restablecer la seguridad y la estabilidad en las ciudades costeras, nuestras fuerzas militares y servicios de seguridad comenzaron la segunda fase de la operación militar, para perseguir a los restos del régimen derrocado en el campo y las montañas», ha explicado el portavoz del Ministerio de Defensa, coronel Hasan Abdul Ghani, en declaraciones a la agencia oficial de noticias siria SANA.

En las últimas horas, por ejemplo, hay constancia de enfrentamientos en el depósito de gas de Baniyas, en los alrededores de la provincia de Tartus donde, según fuentes gubernamentales. Estos combates se están reproduciendo en la zona de Qadmus, también en los alrededores de Tartus, así como en la campiña de la ciudad de Latakia.

La comunidad internacional ha declarado su grave preocupación por estos combates, que estallaron a mediados de esta semana, así como por las informaciones de activistas que están alertando de una masacre contra la población civil de la zona, en especial los alauitas –confesión que profesa el expresidente Al Assad–, en forma de una ola de represalia por parte de las nuevas autoridades sirias que habría costado las vidas de más de un millar de personas.

En este sentido, el Ministerio de Defensa ha anunciado este domingo, y en paralelo a la ofensiva contra los alauitas, una operación contra «grupos de indisciplinados» e «individuos no asignados a tareas militares» en respuesta a las denuncias formuladas por los activistas sirios.

Al Sharaa promete investigación

El propio presidente interino, Ahmed al Sharaa, ha anunciado la formación de un comité «independiente» para investigar las «violaciones contra civiles» y averiguar quiénes son los responsables de la violencia que provocó la muerte de más de 800 civiles -de acuerdo a los datos ofrecidos por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos– en los últimos días.

El presidente ha decidido «formar un comité nacional independiente para investigar y hallar los hechos sobre los eventos en la costa siria ocurridos el 6 de marzo de 2025» y que consiste en cinco jueces, un general de brigada y un abogado, informó la Presidencia siria.

A este comité, que tendrá treinta días para enviar el informe a Presidencia, se le ha encargado «revelar las causas, circunstancias y condiciones que llevaron a que ocurrieran estos eventos».

También «investigar las violaciones contra los civiles e identificar a aquellos que son responsables», así como «investigar los ataques contra instituciones públicas, personal de seguridad y del Ejército e identificar a los responsables».

En el cuarto punto se incide que se remitirá a la justicia «a quienes se compruebe que están implicados en la comisión de delitos y violaciones» durante estos actos.

«Extremadamente perturbadoras»

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha constatado por su parte informaciones «extremadamente perturbadoras» que apuntan a masacres de familias enteras y ejecuciones de combatientes rendidos durante los enfrentamientos.

Turk ha avisado en un comunicado este domingo que «hay informaciones de ejecuciones sumarias de carácter sectario que están perpetrando tanto los miembros de las fuerzas de seguridad de las autoridades de transición, como de elementos asociados al anterior gobierno, como de elementos no identificados».

El responsable de Derechos Humanos de la ONU califica de «extremadamente perturbadoras» las noticias que le están llegando sobre muertes de «familias enteras, entre ellas mujeres y niños» y combatientes rendidos o heridos durante las hostilidades.

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, ha condenado las «masacres» perpetradas en los últimos días en el oeste de Siria, de los que responsabiliza a «terroristas islamistas radicales».

«Estados Unidos condena a los terroristas islamistas radicales, incluidos los yihadistas extranjeros, que han asesinado a gente en el oeste de Siria en los últimos días», ha afirmado Rubio en un comunicado oficial del Departamento de Estado.