La roja a Aramburu ha sido la puntilla para una Real que había dado la cara hasta ese momento.
La roja a Aramburu ha sido la puntilla para una Real que había dado la cara hasta ese momento. (Darren STAPLES | AFP)
Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Dos penaltis y una roja convierten Old Trafford en el Teatro de las Pesadillas para la Real

Los donostiarras se han adelantado con una pena máxima transformada por Oyarzabal, el Manchester ha remontado con dos penaltis anotados por Bruno Fernandes –el segundo inexistente– y la eliminatoria se ha escapado con la roja a Aramburu cuando restaba algo menos de media hora (4-1).

Se acabó el viaje europeo de la Real. Una despedida triste, porque da la sensación de que a los donostiarras no les han dejado competir con las mismas armas que a un gigante como el Manchester United. Sobre todo con el segundo penalti en contra, que ponía a los ingleses por delante y obligaba a los donostiarras a adelantar líneas, lo que ha sido el origen de la roja a Aramburu. 

Antes de todo esto, en la primera mitad, la Real ha competido de tú a tú ante un rival que no atraviesa su mejor momento pero que sigue invicto en este torneo. Una vez más, los cuartos de final continentales han sido un objetivo inalcanzable desde la temporada 1988-89.

La apuesta por la velocidad de Becker, en el lugar de Barrenetxea, ha sido la principal novedad en el once de Imanol. Por lo demás, Remiro bajo palos con Aritz, Zubeldia, Aguerd y Aihen en defensa; Zubimendi –tras dos partidos de ausencia–, Brais y Marín –por Sucic– en la sala de máquinas, y Kubo y Oyarzabal en ataque junto al de Surinam.   

El que no ha estado ni en el once ni en el banco es Zakharyan. Al parecer se encontraba físicamente disponible, pero tras viajar hasta París tuvo que regresar a Madrid por «problemas de visado», debido a su nacionalidad rusa. Al menos esa es la versión que dieron los medios desplazados ya ayer hasta Manchester, porque el club ni ofreció convocatoria ni ha dicho nada oficialmente. Traoré, que también tuvo problemas burocráticos, sí logró al final aterrizar en Inglaterra.

Gran arranque

La Real ha salido sin arrugarse, robando arriba y metiendo el miedo en el cuerpo al Manchester. Y ha encontrado su premio muy pronto, cuando Oyarzabal ha provocado con gran inteligencia un penalti de De Ligt tras centro de Elustondo. El de Eibar se lo ha guisado y él se lo ha comido, batiendo nuevamente a Onana desde los once metros, al igual que hace una semana (0-1, 9’).   

La alegría ha durado poco. Casemiro ha encontrado a Bruno Fernandes a la espalda de la defensa y este ha asistido a Hojlund, quien obstaculizado por Zubeldia no ha podido afinar ante Remiro. Pero el árbitro ha visto falta del central de Azkoitia y Fernandes ha igualado de penalti la contienda y la eliminatoria (1-1, 15’).

El United ha seguido apretando y poniendo en apuros a los donostiarras, que tras un arranque prometedor se veían obligados a achicar agua. Una gran jugada de Zirkzee rematada de espuela por Hojlund al palo ha llevado el susto a los cerca de 2.000 txuriurdines que han viajado hasta Old Trafford, aunque había fuera de juego anterior.

La Real ha capeado el temporal y también ha pisado el área de Onana. De hecho, la primera mitad ha terminado con un disparo de Becker detenido por el meta camerunés. La eliminatoria seguía totalmente abierta.

Elustondo inmóvil

El Manchester ha salido en tromba, y Remiro ha sacado otra manopla mágica a tiro de Zirkzee justo antes de que Dorgu cayera ante un Elustondo inmóvil como una estatua. El francés Benoît Bastien ha vuelto a marcar el punto de penalti y Bruno Fernandes ha engañado otra vez a Remiro (2-1, 50’).

Imanol ha reaccionado con un triple cambio, retirando a Zubeldia, Marin y Becker –los dos primeros con amarilla–, para dar entrada a Aramburu, Turrientes y Barrenetxea, con lo que Elustondo se ha ubicado en el centro de la zaga.

Sin embargo, cuando la Real trataba de meter al Manchester en su campo, en una contra Dorgu ha tomado ventaja ante Aramburu y el canterano le ha derribado en su carrera. Tercera roja en pocas semanas por el mismo motivo –Betis y Barcelona fueron la anteriores– y la eliminatoria prácticamente perdida.  

A tumba abierta

Con uno menos y obligada a atacar, la Real se ha lanzado a tumba abierta, dejando espacios al conjunto inglés. Puerta grande o enfermería, sin término medio. Milagro o masacre.  Oskarsson ha entrado por Kubo y Traoré por Elustondo, mientras el United continuaba acumulando ocasiones pero no cerraba del todo el duelo.

Como no acertaban, el árbitro galo ha vuelto a pitar otro penalti más que dudoso en una caída de Dorgu ante Traoré, con la hinchada blanquiazul cantando eso de «que se vayan de una p… vez». Hasta Dorgu le ha dicho que no era, y finalmente lo ha anulado.

Y ya en el 86, con la Real buscando la heróica, la estrella del United, Bruno Fernandes, ha sellado su hat trick en una contra letal (3-1), y con el equipo hundido Dalot ha cerrado en el alargue (4-1).